Hermosas por donde se las mire, a diferencia de lo que se cree no son plantas muy exigentes y tienen un gran poder de adaptación. Cómo, cuándo y dónde plantarlas, en esta nota.
Cuando decidimos cultivar una orquídea, lo más importante es conocer el requerimiento de esa variedad. Por lo tanto, debemos saber a que género pertenece para, así, poder informarnos si es para cultivo de exterior o de interior y cuáles son los requerimientos de luz solar de esa planta para elegir el lugar adecuado para que pueda prosperar.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que sean plantas bien enraizadas, es decir, que estén firmes en sus macetas. Si están montadas en tronco deben tener sus raíces adheridas a éste y deben ser de color blanco. Hay que evitar adquirir plantas a raíz desnuda ya que tardarán más en adaptarse.
Los 10 consejos
1-Las plantas que pertenecen a los géneros cymbidium, dendrobium tipo nobile u oncidium pueden cultivarse todo el año en el exterior, siempre y cuando estén reparadas de las heladas, las lluvias y del sol directo del verano. En cambio, las phalaenopsis, dendrobiumphalaenopsis necesitan una temperatura mínima nocturna de 18 grados, por lo que en los meses invernales es indispensable proporcionarles un lugar luminoso y calefaccionado.
2–Con respecto al riego, es importante diferenciar entre frecuencia y cantidad. La cantidad de agua suministrada debe ser siempre la misma, lo que varía es la frecuencia. En todos los casos, no es conveniente regar demasiado seguido en los meses invernales dejando secar el sustrato entre riego y riego, pasando a regar de manera más frecuente a medida que aumenta la temperatura. Lo más aconsejable es la observación, introducir un palillo o el dedo en la maceta para observar si es sustrato está seco.
3-Elegir lugares bien ventilados o con corriente de aire para evitar enfermedades y plagas.
4-Tratar de ubicar las plantas en lugares soleados en otoño e invierno, evitando que reciban el sol directo del mediodía y de las primeras horas de la tarde durante la primavera y el verano.
5-Fertilizar cada 15 días desde el mes de septiembre hasta el mes de marzo.
6-Si se cultiva sobre troncos, el riego debe ser diario en el verano.
7-El trasplante debe realizarse en primavera y sólo si hace falta. Este trabajo se hace cada 3 años aproximadamente y deben utilizarse sustratos livianos (como la corteza de pino) para favorecer el drenaje del agua de riego.
8-Como las floraciones de estas plantas son anuales -y en algunos casos muy prolongadas- se recomienda no dejar que las flores se marchiten en la planta, es preferible cortarlas cuando todavía están en buen estado y disfrutarlas en un florero. Esto favorece para que la brotación no se atrase y al año siguiente nos vuelva a florecer.
9-Buscar consejos de personas con experiencia para que nos ayuden a ubicarlas en el sitio apropiado a fin de que puedan prosperar y, con un poco de paciencia, disfrutar de una espectacular floración. Por eso, es importante visitar las exposiciones para estar en contacto con los productores que siempre están dispuestos a dar el mejor consejo.
10-Hay muchas más premisas que debemos tener en cuenta, pero podemos comenzar con obtener una planta (en algunos casos rescatada de la depredación o de especies en peligro de extinción), informarnos sobre su forma de cultivo.
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