ABONO DE LAS ORQUÍDEAS

 

 

Los abonos, aportan los elementos nutritivos. Son fundamentales para las orquídeas ya que los soportes en los que son colocadas son inertes y por tanto faltos de elementos nutritivos.
En la naturaleza las orquídeas, no tienen una gran cantidad de elementos nutritivos y sobreviven con los pocos elementos que logran encontrar en el agua pluvial y de lo que encuentran entre las cortezas de los árboles como material orgánico en descomposición.

¿Cuáles son los elementos químicos importantes? 
Carbono, Oxígeno, Hidrógeno, son tomados del aire y del agua y son utilizados en la fotosíntesis clorofílica. Soy en cambio retirados del sustrato todos los elementos principales qué entran en la constitución de los tejidos vegetales el Nitrógeno (N), el Fósforo (P) y el Potasio (K) utilizados para crear azúcares, aminoácidos, proteínas, grasas, vitaminas, etc.; el Calcio (Ca) para la construcción de las paredes celulares; el Magnesio (Mg) para  la creación de la clorofila y Azufre (S).
Además de este, hay una serie de microelementos, tal como Cobre (Cu), Cinc (Zn), Boro (B), Hierro (Fe), Cobalto (Co), Molibdeno (Mo) y Manganeso (Mn), también ellos tomados del sustrato y importantes, aunque si en mínima cantidad por los procesos biológicos y bioquímicos de la planta.
La cantidad de estos elementos químicos necesarios a las plantas no es constante durante su período de vida pero varia en función no sólo de la luz, de la temperatura y de la humedad sino también según la fase del ciclo de desarrollo de la planta.
Además recordemos que el agua es el vehículo por el que las plantas absorben los varios elementos pues si la planta por cualquier razón no es capaz de absorber el agua, no absorberá tampoco los elementos nutritivos qué se acumularán en el sustrato, lo que le afectará.
Todas las plantas absorben el agua por dos razones fundamentales:
1) porque respiran (transpiración), por tanto a mayor temperatura y a menor humedad  del aire más transpiran y más necesitan agua;
2) las plantas utilizan el agua en los procesos de la fotosíntesis clorofílica dónde seis moléculas de agua se unen a seis moléculas de anhídrido carbónico y con la energía provista por la luz del sol forman seis moléculas de Oxígeno y una molécula de glucosa que será transformado por la planta para crear los elementos necesarios a su desarrollo (otros azúcares, aminoácidos, proteínas, grasas, vitaminas, etc.) De este modo las plantas crean nuevas células y por lo tanto crecen.

 

Esquema simplificado de la fotosíntesis clorofílica

 

Qué conclusiones se obtienen de estas consideraciones: si la planta no tiene luz suficiente no cumple la fotosíntesis y por lo tanto no crece y que no absorbe el agua y los elementos nutritivos en ella contenida.
Es evidente que durante el verano (períodos más largos de luz) la planta trabaja de más y por tanto necesita una mayor cantidad de elementos nutritivos mientras en otoño (menor cantidad de luz) la planta trabaja a ritmo ralentizado por lo que los abonos tendrán que disminuir hasta ralentizar completamente durante el invierno. Todo esto obviamente refiriéndonos a condiciones de vida natural, vale a decir no controlado como pueden ser los invernaderos.
Tenemos presiente una cosa. Cuando la planta se está despierta del descanso vegetativo, comienza a crear nuevos botones; los viejos peseudobulbos se marchitan porque sus reservas nutritivas son utilizadas por la supervivencia de los nuevos botones hasta cuando crezcan los suficiente para ser autónomos.  Durante este período la planta debe ser mantenida adecuadamente seca para evitar la putrefacción de los jóvenes botones o sea sin abono. Cuando se hayan desarrollado las raíces de los nuevos botones y se hayan adherido al sustrato, retomar los riegos y los abonos teniendo cura de aportar discretos cantidades de Nitrógeno que favorecen el crecimiento y este hasta cuando el nuevo pseudobulbo se haya formado y será bonito túrgido.
Cuál, cuánto y cuando suministrar los abonos a nuestras orquídeas.
Los abonos a utilizar por las orquídeas tienen que ser hidrosolubles, vale a decir solubles en el agua.
Para favorecer la reanudación vegetativa de la planta, se suministra a la orquídea una mayor cantidad de Nitrógeno (N) y se usa la fórmula 30:10:10 (N:P:K) qué quiere decir: 30 partes de Nitrógeno, 10 partes de Fósforo (P) y 10 partes de Potasio (K). Generalmente se realizan una o más dosificaciones en primavera con esta combinación.
Para favorecer una mayor floración se disminuye el nitrógeno y se aumenta el Fósforo y el Potasio y se usa por tanto la fórmula 10:30:20.
Durante los otros períodos se usa la fórmula balanceada 20:20:20 o 18:18:18.
Como se suministran los abonos a las orquídeas
 
Se pueden utilizar diluyendo el abono en el agua de riego o abonos que son suministrados a las hojas.
Los abonas al suministro radical, suministrados con el agua de riego son absorbidos por las raíces mientras los abonos foliares son absorbidos por los estomas de las hojas y deben ser distribuidos por nebulizadores para evitar que resbalen fuera. Generalmente los abonos foliares están a elevada solubilidad (para no dejar residuos) y alta absorción (las cantidades que la planta logra absorber son notablemente inferiores a las absorciones por vía radical que están muy concentrados y fácilmente asimilables). Entre los dos tipos de abono (en comercio existen las dos formas separadas) no hay sustanciales diferencias.
Usar un tipo u otro es casi indiferente y depende de las elecciones de cada uno. Por ejemplo puede depender del tipo de forma de cultivo de la orquídea. En efecto si la orquídea es cultivada en balsa o en cestos suspendidos puede ser difícil un abono radical y en ese caso se tendrá que adoptar un abono foliar aunque sería preferible encontrar un compromiso entre los dos tipos de abono si el abono radical es problemático.
Los abonos suministrados por vía radical deben ser diluidos en el agua en porcentaje muy bajo, 1 gr/l de agua si usaran cada 20-30 gg o 1/2  gr/l de agua  si usaran cada 2 semanas. En todo caso no superar nunca 1 gr por litro de agua.
Es recomendable que los abonos por la orquídea sean efectuados cuando el sustrato está húmedo y en los primeros días, no dejes nunca secar completamente el sustrato ya que se tendría una excesiva concentración de las sales minerales. Sería oportuno que después de un cierto número de abonos (4 o 5) se proceda a un riego sin abono de modo que aclarar el sustrato y bajar la concentración salina.
Obviamente estas indicaciones se refieren a sustratos inertes, es decir que no aportan ningún elemento nutritivo a la orquídea (a tal propósito referirse a «Tipo de terreno y trasplante orquídeas»). Las dosis deberán ser disminuidas en caso de que se utilice un sustrato no inerte.
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