Agricultura de conservacion, una practica innovadora con beneficios economicos y medioambientales

La siembra directa, el minimo laboreo en cultivos herbaceos y las cubiertas vegetales cobran protagonismo en nuestros campos.

Innovar hace referencia a la alteracion de un proceso o producto, introduciendo novedades en el mismo, segun la Real Academia de la Lengua Española. La agricultura, con mas de 12.000 años de antiguedad, ha sido objeto de numerosas innovaciones, en base a la capacidad de adaptacion de productores, tecnicos y expertos cientificos del momento. Este proceso no siempre ha sido sencillo, segun Oscar Veroz Gonzalez, responsable tecnico de proyectos de la Asociacion Española Agricultura de Conservacion/Suelos Vivos (Aeac-sv), quien se remite a estas practicas que se adaptan al cultivo y a las condiciones del suelo y la zona. «Innovar a traves de la agricultura de conservacion no solo es posible sino que esta, de por si, supone un sistema de manejo innovador respecto a lo que se ha realizado tradicionalmente», puntualiza.

El hecho de ser una de las actividades mas longevas de la historia de la humanidad, nos referimos a la agricultura, no ha facilitado la implantacion de novedades, ya sean nuevas metodologias de trabajo o maquinaria y equipos punteros. A menudo, la posibilidad de innovar ha chocado con las costumbres y tradiciones mas arraigadas. Asi lo cree Oscar Veroz Gonzalez, responsable tecnico de proyectos de la Asociacion Española Agricultura de Conservacion/Suelos Vivos (Aeac-sv), quien especifica que estas dificultades son superiores en el ambito de la agricultura de conservacion. «Hay que tener en cuenta que, desde siempre, la palabra agricultor se ha relacionado y vinculado al concepto de labrador. Por tanto, uno de los pilares de la agricultura de conservacion, y ademas uno de sus principales rasgos innovadores, el no laboreo del suelo, rompe necesariamente con esta asociacion y supone un cambio de filosofia respecto a los sistemas de manejo convencionales».

Cubierta vegetal de gramineas en un olivar de la provincia de Jaen, España.

La agricultura de conservacion representa por si misma un sistema de manejo innovador, respecto a la actividad agricola tradicional, en opinion del portavoz de la Aeac-sv. Un ejemplo del caracter innovador intrinseco a la agricultura de conservacion, es la dificultad con la que se ha llevado a cabo su adopcion en sus primeros años de implantacion en nuestro pais. Oscar Veroz explica que este proceso se debe a los patrones de comportamiento que un colectivo suele tener frente a la introduccion de nueva tecnologia en cualquier sector. «En este sentido, siempre suele haber un porcentaje muy bajo de la poblacion, definidos como innovadores, dispuestos a afrontar el reto tecnologico, intelectual y emocional que supone la adopcion de una innovacion. El grueso de los individuos seguiria a esta minoria, en dos grupos denominados ‘mayoria temprana’ y ‘mayoria retrasada’. Constituyen aquella parte de la poblacion que por imitacion adoptan las novedades una vez las juzgan de utilidad clara y suficientemente probadas por la minoria innovadora».

Como maximo exponente de innovacion tecnologica se halla la sembradora, ya que da pie a una de las operaciones mas sensibles para el exito de la implantacion de la agricultura de conservacion. «La maquinaria empleada –continua– ha de ser capaz de adaptarse a las condiciones de un suelo que campaña tras campaña cambia, al eliminarse las labores que homogenizan su estructura. Asi, los implementos de la sembradora directa pueden ser muy variados y objeto de multitud de pruebas e investigaciones al tratar de adaptar la maquina al tipo de cultivo, a la zona y a las caracteristicas de los suelos».

Agricultura intensiva versus agricultura de conservacion

Sembradora directa capaz de sembrar sobre restos vegetales

Ambos son dos conceptos distintos, con diferentes ambitos de aplicacion y no comparables, en opinion de Oscar Veroz. La agricultura intensiva es un sistema de produccion encaminado a obtener altos rendimientos, basado en un alto empleo de insumos y mano de obra; mientras que la agricultura de conservacion es un sistema de produccion agricola sostenible que comprende un conjunto de practicas agronomicas adaptadas a las exigencias del cultivo y a las condiciones locales de cada region. «La AC se sirve de tecnicas de cultivo y de manejo de suelo que lo protegen de su erosion y degradacion, mejoran su calidad y biodiversidad y contribuyen a la preservacion de los recursos naturales (agua y aire), sin menoscabo de los niveles de produccion de las explotaciones». Asi pues, la agricultura de conservacion no persigue altas producciones, sino que busca la sostenibilidad de las explotaciones agrarias en toda su extension. Ya sea desde el punto de vista medioambiental, como economico y social, basandose en un uso respetuoso y eficiente de los recursos naturales. Entre sus objetivos tambien se halla el de conservar la competitividad de las explotaciones y satisfacer las necesidades alimentarias de la poblacion.

El ambito de aplicacion de uno u otro sistema de produccion tambien es distinto. «Mientras que la agricultura intensiva se aplica mas a cultivos horticolas, hidroponicos o bajo invernadero por citar algunos ejemplos, la agricultura de conservacion se emplea mas en cultivos extensivos como cereales, leguminosas, girasol, en el caso de especies anuales, y olivar, frutales y viñedo en cuanto a especies leñosas. Por lo tanto, su aplicacion es mas universal y puede afectar a una mayor superficie», asegura.

Conocer las condiciones agroclimaticas y estudiar mejoras tecnologicas en equipamientos, lo ultimo en agricultura de conservacion

Durante los ultimos años, investigadores y tecnicos involucrados en el estudio de la agricultura de conservacion han dirigido sus esfuerzos hacia, por un lado, a entender mejor las condiciones agroclimaticas, la influencia del sistema en los recursos (agua, suelo y aire), asi como la capacidad de adaptacion y mitigacion del cambio climatico; y por otro lado, a estudiar las estrategias agronomicas y las mejoras tecnologicas que han de tener los equipamientos propios de estas tecnicas, de modo que el sistema se adapte, sin problemas, a los diversos tipos de cultivos, suelos y climas que se dan en el pais. Los ultimos avances en agricultura de conservacion se han desarrollado en estos campos, y han dado lugar a proyectos como el Life + Agricarbon. Desde la Asociacion Española de Agricultura de Conservacion/Suelos Vivos nos explican en que consiste: «Se estudian las sinergias positivas que puedan surgir a raiz de la aplicacion conjunta de la siembra directa con las tecnicas de agricultura de precision (guiado automatico, distribucion variable de insumos, realizacion y analisis de mapas de suelo y rendimientos) en materia de mitigacion y adaptacion frente al cambio climatico, ademas de ver sus

resultados en la produccion y en el uso mas eficiente de insumos agrarios».

En resumen, los aspectos en los que se avanza, en relacion a la agricultura de conservacion, y segun Oscar Veroz son: perfeccionamiento de las maquinas de siembra directa; balance de los macronutrientes y la materia organica; estudios sobre erosion en suelos con cubierta vegetal; nuevas especies vegetales para su uso como cubiertas vegetales; reduccion de emisiones de GEI y secuestro de carbono; manejo de rotaciones y control de malas hierbas y, finalmente, evolucion de la estructura del suelo y su biodiversidad.

La AC ahorra costes y combustible, asi como otros beneficios agronomicos y medioambientales

En su vertiente mas practica, la introduccion de la agricultura de conservacion, de manera correcta, conlleva una serie de beneficios agronomicos y medioambientales, tal y como especifican desde la Aeac-sv. El primero, es el ahorro de costes, a traves de la supresion de las labores sobre el suelo. «Se reducen de manera considerable –apunta Oscar Veroz– las inversiones en adquisicion y mantenimiento de maquinaria agricola, combustible y mano de obra. Para que te hagas una idea, con el sistema de no laboreo en el olivar y en cultivos anuales se ahorran unos 60-80 y 31,5 l ha-1 año-1 (gasoil) respectivamente (Castro, 1999; Pimentel et al., 1995). Respecto a los tiempos de trabajo empleados para cada cultivo y sistema de manejo, en trabajos realizados en Andalucia sobre una rotacion de cultivos trigo-girasol, la aplicacion de la practica de siembra directa supuso una reduccion del 54,8% en el cultivo de trigo y del 60% en el de girasol». En funcion de la intensidad del laboreo al que sustituya, se estima un ahorro de costes con estas tecnicas entre 18 y 72 euros/hectarea, y una mayor capacidad de trabajo con menos medios mecanicos y humanos, ahorrando un promedio de tres a seis horas por hectarea.

El ahorro energetico tampoco es nada despreciable. En los sistemas de agricultura de conservacion se reduce el consumo de energia entre un 15-50% y se aumenta el rendimiento energetico entre el 25-100%, segun el caso.

En segundo lugar, se mantienen los niveles productivos. Estudios, realizados en el pais, muestran que la adopcion de sistemas de agricultura de conservacion no supone una perdida de rendimiento con respecto al laboreo basado en el laboreo (Valera et al, 1995), manteniendose en el peor de los casos la misma produccion. «Ya en el año 2007, una encuesta para el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, destacaba que incluso en los primeros años de implantacion de la agricultura de conservacion, etapa en la que mas se desconocia, el 84% de los entrevistados afirmaba que su produccion se mantenia con respecto a las practicas anteriores a su implantacion. El grado de satisfaccion con las tecnicas de agricultura de conservacion era de alto y muy alto en el 91,8% de los encuestados», recuerda el portavoz de la asociacion.

Trigo implantado en siembra directa en la provincia de Sevilla, España.

En tercer lugar, y basandose en numerosos estudios cientificos, mantener el suelo cubierto con vegetacion, ya sean restos de la cosecha anterior o plantas vivas como en el caso de las cubiertas vegetales, es uno de los metodos mas eficaces, a la par que economico, para luchar contra la erosion. «Asi, y en estudios realizados en cultivos bajo siembra directa/no laboreo, se reduce la erosion del suelo en mas del 90% (Towery, 1998), lo que se traduce en una mejor calidad de las aguas superficiales debido a la reduccion de los sedimentos, asi como a la perdida de herbicidas y nutrientes en solucion y asociados al sedimento (Douglas et al., 1998). Todo lo anterior representa en su conjunto una mejora muy importante de la calidad de las aguas superficiales», argumenta. Ademas, y gracias a los restos vegetales que permanecen en el suelo crece la biodiversidad, ya que se favorecen las condiciones para el desarrollo de numerosas especies como pajaros, pequeños mamiferos, reptiles, invertebrados del suelo tales como lombrices o predadores de plagas (Best, 1995; Valera-Hernandez et al., 1997).

Por ultimo, en relacion a la lucha contra el cambio climatico desde el campo, es necesario fijar el carbono que se encuentra dentro del compuesto oxidado en el suelo, a la par que reducir las emisiones de gases con efecto invernadero en general. Cientificos de todo el mundo defienden que cuanto menos se labra, mas carbono absorbe y almacena el suelo. En consecuencia, sintetiza mas materia organica, lo que a largo plazo aumenta su capacidad productiva (Lal, 2004), segun el portavoz de la Asociacion Española de Agricultura de Conservacion/Suelos Vivos. «Al mismo tiempo, el no labrar disminuye el CO2 que se libera a la atmosfera, ya que las continuas labores oxigenan el terreno en exceso, lo que favorece la oxidacion del carbono, que se emite en forma de CO2».

Asi, las tecnicas de conservacion son capaces de fijar de media, hasta 5,68 toneladas por hectarea y año de CO2 mas que las tecnicas convencionales en los primeros 10 años de implantacion. Asimismo, reducen las emisiones de CO2 a la atmosfera hasta un 22%.

Cualquier proceso energetico, un hecho conocido por todos, genera emisiones de CO2 a la atmosfera. Por lo tanto, toda actuacion dirigida al ahorro de energia y combustible, como el menor numero de labores, junto a optimizacion del uso de insumos agrarios y correcta ejecucion de las operaciones, influye directamente en la menor emision de gases de efecto invernadero. «Por todo ello, la agricultura de conservacion puede representar, dentro de la cadena de produccion agroalimentaria, un importante eslabon que ayude a reducir la huella de carbono dentro del sector agrario», concluye el tecnico.

AUTORA: Anna Leon.

FUENTE: interempresas.net