ANATOMÍA DE LAS ORQUÍDEAS

FLOR

La flor de las orquídeas es constituida por seis tépalos (en las plantas en que no existe la distinción entre cáliz y corola los elementos qué constituyen la flor son tépalos). Según algunos se trata de tres pétalos y tres sépalos (hojas modificadas).
El pétalo basal unido a un estambre forma el labelo y asume un aspecto típico según los géneros como por ejemplo

en la orquídea Ciprypedium que asume la forma de una zapatilla

 

 

a barco como en la orquídea Cymbidium

 

 

a espuela como en la orquídea Phalaenopsis

 

 

le desflecado como en la orquídea Cattleya  


sólo para hacer algunos ejemplos.

 

Esta particularidad permite a los insectos que polinizan identificar la orquídea. En efecto la orquídea es la especie por excelencia que depende exclusivamente de los insectos (o de otros animales) polinizadores y esta característica encuentra la máxima expresión en esta gran familia.

Cuando la flor está en botón el labelo se encuentra paralelo al florecimiento, luego rota 180° de modo que el labelo al final resulta adelante. Este proceso es conocido con el nombre de resupinación y es típico de casi todas las orquídeas. Una única excepción es representada por el género Malaxis que sufre una rotación de 360° por lo que al final el labelo se encuentra en la posición inicial.

Al contrario de todas las otras especies vegetales en la orquídea los estambres y los pistilos en vez de ser separados están unidos en una única estructura llamada columna, en su parte superior se encuentra la antera qué contiene dos órganos de forma ovalada/redondeado, que contienen el polen reunido en masas llamadas polinias.

Bajo la antera se encuentra él estigma, órgano femenino rico en un líquido denso y pegajoso que tiene la función de retener el polen. Bajo el estigma se encuentra el ovario órgano de reproducción femenina qué contiene muchos óvulos de los que se formará la cápsula (el fruto), que se abre generalmente según tres grietas que contendrá muchos semillas (algunos centenares de millares). Las semillas son de aspecto polvoriento y falto de endosperma con un embrión rudimentario qué necesita la simbiosis con un hongo para brotar (las semillas brotan muy bien si invadieran por las hifas del hongo Rhizoctonia u otros también pertenecientes a géneros más elevados).

Permitanme en este punto mi personal divagación. La naturaleza es extraordinaria y sin ir lejos observemos las orquídeas qué para perpetuar la misma especie han maquinado una serie de mecanismos dignos del más gran estratega. En efecto las orquídeas no tienen polen aéreo, vale a decir polen qué es transportado por el viento, recurren a un auxiliar externo y atraen, mariposas, moscas, colibrí, abejas. Estos animales, atraídos por las formas y colores variopintos entran en su compleja estructura floral e involuntariamente transportan el polen de una flor a otra. Algunas variedades de orquídeas tienen como polinizadores insectos específicos por lo que han estructurado su flor «ad hoc» por aquellos «particular casamenteros».
Un ejemplo impactante es representado por la orquídea Angraecum sesquipedale, qué posee un labello largo de más de 30 cm y el néctar se encuentra en la parte final.

Esta característica ya fue notada por C. Darwin que hipotizó la existencia de un insecto qué tuviera una trompa muy larga para lograr alcanzar el néctar. El buen Darwin, tuvo razón, en efecto más de cuarenta años después se descubrió que una mariposa tuvo justo la particularidad de tener una trompa (espiritrompa) tan larga que fue llamada Xanthopan morganii praedicta (=predicha) en honor al genio de Darwin.

 

FUSTE

El fuste o tallo, en la planta tiene la función tanto de sustentar la planta, como de unir las raíces y la flor para garantizar un flujo constante en ambas las direcciones.

Existen orquídeas con fuste y orquídeas sin fuste.

Entre las ORQUÍDEAS CON FUSTE   recordamos Cattleya, Dendrobium, Phalenopsis, Vanda, Oncidium.

Entre las ORQUÍDEAS SIN FUSTE   recordamos Phaphiopedilum, Pleurothallis e Masdevallia, etc.

A su vez las orquídeas pueden tener el tallo que se desarrolla:

CON CRECIMIENTO VERTICAL   llamado  monopodial (ejemplos son Phalaenopsis,Vanda, Angraecum) con un único tallo que crece en vertical y no tiene pseudobulbos.

Las flores crecen cerca del ápice entre las hojas.

 


CON CRECIMIENTO HORIZONTAL   llamado simpoidal (ejemplos son Cattleya, Cimbidium, Dendrobium, etc) qué tienen una especie de rizoma que crece horizontalmente del que brotan tallos verticales llamado pseudobulbos.

Las flores pueden brotar por encima de los pseudobulbos (ejemplo Encyclie), en su base o del pseubobulbo mismo (ejemplo Erie).

La variabilidad de forma de las diferentes orquídeas, en la naturaleza es dictada por el hecho de que menudo tienen que vivir en condiciones extremas. Éste hace que orquídeas pertenecientes al mismo género, hayan adaptado el propio organismo de modo extraordinariamente diferente. He aquí algunos ejemplos:

Dendrobium cucumerinum qué ha transformado sus hojas en especie de salchichones para acumular reservas hídricas para sobrevivir a los períodos de sequía.

 

Dendrobium senile cuyo fuste es revestido por una espesa pelusa que sirve a la planta para limitar la transpiración y por lo tanto la deshidratación.

 


HOJAS

Las hojas pueden ser dispuestas en varias formas en la planta. Normalmente son alternadas en el fuste y la forma puede ser muy varia: elíptica, lanceolada, lineal, triangular, etc. A menudo son carnosas y en este caso asumen la función de órganos de acopio en el períodos de descanso vegetativo.

RAÍCES

Las raíces de las orquídeas son diferentes según el género. Vemos en el detalle:


Orquídeas abastecidas de solo raíces aéreas (orquídeas epifitas) qué crecen enclavadas a los árboles que utilizan como respaldo. Las raíces están al aire y tienen la característica de tener un tipo de cofia en la parte terminal y son revestidas por un tejido esponjoso llamado velamen qué, dotado de clorofila, desarrolla la fotosíntesis y absorbe el vapor húmedo de la atmósfera.

Los tipos más conocidos y recordados de orquídeas epifitas son: Cattleya, Vanda, Odontoglossum.


Orquídeas bien firmes y profundizadas en el terreno (orquídeas terrestres), difundidas en los climas templados, dónde las raíces son bien firmes en la tierra y a través de ellas, la planta absorbe los elementos nutritivos.

En las orquídeas terrestres hay formaciones llamadas tubérculos formadas de la fusión de algunas raíces que podemos hallar de color negro cuando han alimentado el botón del año o de color blanco cuando son destinados a proveer sustancias nutritivas al botón del año siguiente. Son típicos ejemplos:Cymbidium, Cypripedium, Paphiopedilum.

Existen también las formas intemedias que son las orquídeas semiepifitas, plantas que viven sobre las ramas y sobre los troncos de otras plantas o litófilas o rupícolas qué viven sobre las rocas cubiertas por una sutil capa de fragmentos vegetales, musgos y liquenes que tienen raíces que son intermedias entre aquellas epifitas y aquellas terrestres.
Ejemplos clásicos de epifitas son la Phalaenopsis, Dendrobium, Vanda, etc mientras por ejemplo la Cattleya , puede ser epifita o semiepifita.
Recordamos luego las orquídeas que viven como parásitos qué son aquellas desabastecidas de clorofila que conducen una vida heterótrofa (qué se alimentan de material orgánico presente en el entorno) como los hongos a gastos del humus o los materiales del terreno. Algunas poseen raíces infectadas por hongos, otras como la Corallorhiza no tienen raíces, su tarea es asumida por las ramificaciones del rizoma de aspecto coralino.

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