Aplicaciones del Timbó

El timbó (Enterolobium contortisiliquum), también conocido como oreja de negro (por la forma característica de su fruto), pacará, timbaúba y guanacaste, es un árbol de las regiones tropicales y sub-tropicales del subcontinente sudamericano, encontrándose en Brasil, Uruguay, Bolivia, Perú, Paraguay y Argentina.


Se ha adaptado bien a las zonas tembladas donde fue introducido, pero no es invasivo. Sus bellezas flores, copa ancha que otorga excelente sombra, y respetable altura –que llega hasta los 30 metros- lo convierten en un árbol ornamental muy apreciado para parques y avenidas.  Es muy longevo, con un espécimen conocido en la provincia del Chaco, Argentina, con más de 200 años de edad.


Al timbó se le da diversos usos medicinales, entre las cuales se citan: como analgésico, antiséptico, cicatrizante, para el tratamiento y prevención de la gonorrea y de la caspa, y como tonificante capilar. Con una infusión, preparada hirviendo la corteza y las raíces en agua, se hacen buches para reducir inflamaciones y tratar infecciones en la garganta, y también como descongestivo, así que se trata de un gran aliado para los problemas derivados del resfriado.  La preparación de una infusión, para beber a modo de té, con la raíz es utilizada como antiparasitario. Las hojas son hervidas y aplicadas a modo de comprensa sobre las heridas.


No hay investigaciones que apunten a verificar la efectividad del timbó como medicamento natural, pero su corteza tiene un compuesto de elevada toxicidad (la saponina), por lo que se sugiere mucha precaución en su ingesta. Es recomendable no utilizarlo como cicatrizante. Solía utilizarse en la pesca por envenenamiento, y el fruto provoca abortos en diferentes etapas gestacionales en el ganado vacuno; se recomienda evitar su consumo durante el embarazo.


Además de sus usos medicinales, se prepara una infusión con la corteza o los frutos que se utiliza como jabón de piel y de diferentes tejidos textiles, incluyendo lanas. El mismo compuesto que lo vuelve tóxico para consumo lo convierte en un excelente desinfectante. Es muy sencillo de preparar: se debe romper los frutos sobre agua caliente y agitar enérgicamente hasta que el líquido se vuelva espumoso. También puede utilizarse como champú. Su madera es liviana, y el pueblo wichi la utilizaba para construir canoas flexibles, resistentes y que pueden aguantar el peso de hasta 10 personas. En  Paraguay, es muy apreciada para el tallado de diversas artesanías.


Necesita espacio para poder crecer, por lo que es necesario plantar en terreno abierto. Su copa ancha y relativamente rápido crecimiento-algo destacable en una especie Sudamérica- lo convierten en un árbol ornamental para parques y avenidas muy popular. Se reproduce por semilla. Para incrementar las posibilidades de germinación, es necesario someterlas a un tratamiento previo. Romper el fruto y bañar las semillas con agua casi hirviendo; dejar remojando toda la noche o un día entero a temperatura ambiente. Si no se hinchan, hacer un pequeño corte transversal y dejar en agua otras 12 horas.  Plantar en suelo húmedo y rico en nutrientes. Regar en abundancia todos los días. Germinará en una a dos semanas.  Florece a mediados de primavera-principios de verano y fructifica en otoño.  Los frutos se recolectan directamente del árbol cuando se tornan marrones.


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