Argentina anticipa primeras exportaciones a China en 2018-19

La industria argentina de la cereza espera llevar a cabo sus primeras exportaciones a China continental esta temporada, ya que se espera obtener el acceso al mercado dentro de las próximas semanas.


La cosecha de variedades tempranas está programada para comenzar esta semana, con representantes de la industria pronosticando 14,000 toneladas métricas (TM) de producción, lo que sería un ligero aumento de las 13,500 de la campaña pasada y 5,000 TM de exportaciones, lo que sería similar al año pasado.


Normalmente, alrededor del 30% de la producción se destina al mercado nacional, se exporta menos del 50% y el resto se utiliza para el procesamiento.


Aníbal Caminiti, gerente ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores Integrados de Cerezas (Capci), indicó a Portalfruticola.com que, en general, el período previo al inicio de la temporada había ido bien, pero en los últimos días hubo algunas lluvias en Mendoza, las que podrían afectar la calidad y volúmenes.


Argentina tiene una industria de cerezas relativamente pequeña, con cerca de 3000 hectáreas plantadas. Las principales regiones de producción son Mendoza, Alto Valle del Río Negro y Neuquén, entre otras.


Actualmente, los principales mercados son América del Norte, Europa y el Reino Unido, aunque se están realizando esfuerzos para expandirse en Asia.


Durante los últimos dos años, la industria ha estado trabajando para abrir el mercado chino. Los inspectores llegaron el lunes a Argentina y se espera que se queden hasta el 14 de noviembre.


El presidente de la Federación Económica de Mendoza, Alberto Carleti, indicó que la industria ha estado enviando a Hong Kong, pero cree que tener un protocolo para el acceso directo a China proporcionaría un gran impulso.


Argentina también está negociando el acceso a Corea y Japón, pero considera que China es el mercado potencial más importante de Asia.


Caminiti explicó que Argentina ha tenido algunas dificultades para posicionar su fruta en los mercados internacionales, ya que el país compite con Chile, principal exportador de cerezas del hemisferio sur.


“Compartimos las ventas de contra-estación con Chile, básicamente desde el comienzo de la temporada, luego, en enero, comienzan a aparecer Australia y Nueva Zelanda, pero fundamentalmente los grandes envíos chilenos tienen una gran influencia en los precios”, explicó Caminiti.


“Todavía tenemos costos significativos en comparación con el resto de los competidores. Y hay mercados que siguen resentidos cuando hay una oferta importante, en términos de precio”.


Con el continuo aumento del consumo de cerezas en todo el mundo, Argentina considera que exportar la fruta es una gran oportunidad para el futuro.


“En cuanto al desarrollo del mercado externo, la verdad es que es uno de los frutos con las mayores ventajas comparativas”, afirmó Caminiti.


Incluso podría ser más grande que los arándanos y los cítricos, señaló.


En las principales plantaciones de exportación de cerezas de Argentina, en Alto Valle del Río Negro y Neuquén, Caminiti explicó que la producción ha aumentado en un 20-25% anual en los últimos años gracias a los nuevos huertos y la reconversión de variedades.


A pesar de ese aumento, los productores argentinos de cerezas están siendo cautelosos con las inversiones debido a la recesión actual del país, pero esperan que la apertura del mercado chino proporcione un impulso de confianza.


“Sabemos que tenemos un know-how desarrollado, el mercado está ahí”, pero alentar a los productores a poner dinero es difícil si no tienen una economía estable, remarcó.


“Creo que los próximos años serán de un crecimiento moderado, con cautela, hasta que veamos otras perspectivas más previsibles en nuestro país”, comentó Caminiti.


Es por esta razón que abrir el mercado chino es tan crucial para los productores argentinos.


“Creo que este puede ser un paso importante en el desarrollo de la industria, la apertura de los mercados asiáticos, estamos trabajando para abrir Corea y Japón. Pero sobre todo, China nos permitirá suministrar oxígeno para impulsar el desarrollo de la industria”.


Carleti lo ve como una oportunidad para aumentar las plantaciones de variedades tempranas y tardías que les permitirían tener frutos antes y después de la campaña de Chile.


“Puede ser algo que motive y genere el crecimiento de las plantaciones del país aprovechando las diferentes bondades que tienen, como Mendoza, que tiene la posibilidad de producir frutos tempranos, fundamentalmente a fines de octubre, inicios de noviembre”, destacó.

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