Características e importancia del potasio en el olivo

Olivo

Esencial en la formación de azúcares, proteínas y grasas, e interviene activamente en el proceso de apertura y cierre de los estomas, por lo que reduce la transpiración de las plantas. Es de especial importancia en la fase de crecimiento y formación de raíces.

Tiene un efecto directo sobre la producción: aumento de tamaño y calidad de los frutos.
Aumenta en las plantas la resistencia al frío y a las enfermedades criptogámicas, al mismo tiempo que toleran mejor las condiciones de sequía.
Es sinérgico con los quelatos, por lo que se aprovecha esta cualidad para aplicarlos conjuntamente.

Una deficiencia provoca
a) Clorosis en el ápice de la hoja, que avanza hacia la base del limbo dando a éste una tonalidad amarillo bronceado.
b) Necrosis de los tejidos foliares y caída de las hojas (defoliación).
c) En caso grave de deficiencia, los síntomas aparecen sobre todas las hojas, la vegetación se reduce y finalmente las ramas se secan al quedar desprovistas de hojas.

Fertilización potásica
EI potasio se fija fuertemente a los coloides del suelo, y aunque muchos suelos contienen grandes cantidades de este elemento, no todo él está disponible para las plantas.

La época del abonado no es crítica debido a su fijación y posterior liberación en la mayoría de los suelos. Es importante fraccionar el mismo, y como no presenta incompatibilidades con la mayoría de los abonos nitrogenados, puede y suele aplicarse en la misma época que aquéllos.

Las necesidades del olivo en plena producción oscilan en torno a los 1.100 g por árbol y año en riego localizado.