Cítricos chilenos disminuyen presencia de semillas en mandarinas

 

Una de las mayores dificultades que enfrentan los productores de cítricos es la presencia de la semilla en la fruta. Es por ello que el Comité de Cítricos solicitó el proyecto “Diseño de una estrategia para reducir semillas en mandarinas de exportación” a la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Chile.


El informe indicó que la compatibilidad de variedades es necesaria para el diseño de huertos eficientes desde el punto de vista de combinación varietal. Estas cartas existen a nivel internacional, sin embargo, la compatibilidad varía según las condiciones de las diferentes localidades donde se producen cítricos. Es decir, los resultados obtenidos en condiciones que no sean las chilenas, no serían aplicables para las regiones del país donde se producen estas variedades.


La carta de compatibilidad encargada por el Comité de Cítricos a la Facultad de Agronomía de la PUC, está dividida en Zona Centro y Zona Norte -principales regiones de plantaciones de cítricos- y algunos resultados son: si el polinizante es W. Murcott en la zona norte, podría producir un promedio de 25,2 semillas por fruto en Clemenules, con un mínimo de 7 y un máximo de 37,5; en el caso supuesto que la variedad Orri fuera el polinizante, ésta podría llegar a producir 3,1 semillas en promedio por fruto en Clemenules (zona centro); y por ejemplo si el limón Eureka fuera la variedad polinizante podría llegar a producir sólo 0,3 semillas promedio por fruto en W. Murcott (zona centro), a diferencia de la zona norte en que el promedio sería de 1,1.


Es de vital relevancia que los productores tengan en conocimiento las medidas a considerar, ya que la presencia de semillas es un factor de calidad en los mercados y actualmente el consumidor, especialmente el norteamericano (EEUU recibe el 95% de nuestras mandarinas), está exigiendo esta fruta sin semillas.


Mallas un complemento


Otra alternativa que pueden utilizar los productores de cítricos para evitar la presencia de semillas en la fruta, es con el uso de mallas, para evitar la polinización cruzada, en definitiva un huerto bien planificado desde el punto de vista varietal y con la aislación correspondiente no debería presentar polinización cruzada. El sistema más tradicional de mallas es la denominada “túnel” que se instala sobre los árboles en la hilera durante el periodo de floración. El otro tipo es enmallar el huerto completo, para eso se utiliza una estructura de soporte y sobre ella se pone la malla, esta malla queda instalada todo el año.


Para la Dra. Johanna Martiz, académica de la PUC y directora de este proyecto, estima que “antes que se iniciara en Chile la instalación de mallas por parte de los productores más de un 35% de la fruta se rechazaba por semillas, pero no está claro a cuánta superficie corresponde, porque varía la cantidad de frutos y el grado de contaminación entre huertos”.


Martiz agregó que luego de la investigación realizada pudo concluir que las clementinas son las más susceptibles a ser polinizadas y, por lo tanto, a presentar semillas, por lo que el enmallado debiera enfocarse en esta variedad debido a su susceptibilidad. Por otra parte, las mandarinas e híbridos de mandarinas presentan los pólenes más fértiles y, por ello, son las que causan la mayor contaminación en otras variedades y son responsables de la presencia de semillas. “Los niveles de polinización y de presencia de semillas, depende de la zona debido a que la germinación del polen es termo dependiente. En el norte chico hay mayor polinización que en la zona central. Los limoneros pueden causar polinización en mandarinas y clementinas, pero es dependiente de la temperatura del momento de polinización, por lo que no se puede descartar como fuente generadora de polen en mandarinas”.

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