Al recolectar flores para realizar adornos florales es importante cortar los tallos de forma correcta para evitar que las flores se pudran y para conseguir que estén mejor hidratadas y duren más tiempo.
Recortaremos la base de los tallos aplicando un corte limpio y oblicuo usando un cuchillo bien afilado.
En los tallos leñosos realizaremos además varias incisiones de 2-3cm de longitud para favorecer la absorción del agua a través de los tallos.
En especies de savia lechosa veremos que al realizar el corte, los tallos sueltan savia lechosa por la herida del corte, por ejemplo en la poinsetia o flor de Pascua. En estos casos, para facilitar que la herida se cierre podemos meter el corte en agua caliente o aplicar calor acercando una llama, siempre sin dejar que la llama llegue hasta el tallo para no quemarlo.
En plantas con tallos huecos, como ocurre por ejemplo con el clavel o la caléndula, es bueno realizar el corte con el tallo sumergido en agua para evitar que se formen burbujas de aire dentro del tallo.