Confirman buenos resultados de biosolarización frente al uso de agroquímicos

La técnica de biosolarización -el uso de estiércol de gallina y plástico para la desinfección del suelo- es actualmente la alternativa no química «más fehaciente» al uso de productos agroquímicos en el cultivo de la fresa en Huelva.

Así lo ha precisado hoy en declaraciones a Efe José Manuel López, coordinador del proyecto ‘Optimización y nuevos desarrollos sostenibles en la alternativa al bromuro de metilo en el cultivo de la fresa de Huelva’ y director del centro del Ifapa Churriana-Málaga, que ha participado en unas jornadas en la cooperativa Cuna de Platero de Moguer (Huelva).

En la actualidad, la superficie de cultivo de fresa en Huelva suponen unas 6.500 hectáreas junto a las que existen en las misma explotaciones unas 1.500 hectáreas de cultivos intensivos de otros pequeños frutos (frambuesa, mora, etcétera) que reciben técnicas de desinfección de suelos similares, por lo que la superficie estimada es de unas 8.000 hectáreas, que afectan a unos 2.000 agricultores de la costa de Huelva.

Según ha explicado López, el Ifapa viene trabajando desde 1997 en la búsqueda de alternativas al bromuro de metilo para la desinfección de suelos en distintos tipos de cultivo, un producto que en Europa está prohibido para este uso desde 2005.

Actualmente, ha explicado, el elemento más eficiente para la desinfección y el más extendido en el uso en las plantaciones freseras onubenses es una mezcla de 1,3-dicloropropeno:cloropicrina, que se aplica aproximadamente en un 70 por ciento de la superficie.

Sin embargo, López ha precisado que se están obteniendo ya los primeros resultados de técnicas no químicas como la biosolarización en fincas privadas y experimentales, demostrando ser «muy buenas».

El investigador del Ifapa ha precisado que de las quince o dieciséis técnicas no químicas ensayadas, esta ha resultado ser «la más fehaciente», de ahí que considere que puede ser «una alternativa de futuro si la UE sigue eliminando plaguicidas y moléculas fungicidas de desinfectantes del suelo».

Según ha explicado, la biosolarización consiste en la aplicación al suelo, durante mediados de julio, de gran cantidad de materia orgánica -estiércol de gallina- y una vez preparado se procede a cubrirlo con un plástico transparente, «la descomposición de los gases es desinfectante y el propio calor del sol al penetrar en el plástico produce la pasteurización del suelo».