Consejos para saber cuánto y cuándo regar

Muchas veces nos surgen dudas sobre cuánto y cuándo regar nuestras plantas y lo primero a tener en cuenta es que no todas las plantas necesitan la misma cantidad y frecuencia de riego. Algunas características básicas nos pueden servir de guía:

Hojas grandes. En general, las plantas con grandes hojas, muchas de ellas tropicales, necesitan riegos frecuentes y abundantes.Hojas pequeñas, hojas pilosas o púas (como cáctus). Las plantas que han desarrollado hojas pequeñas reducen las pérdidas de agua por evaporación necesitando riegos menos frecuentes y menos abundantes que otras plantas.Hojas carnosas y plantas suculentas. Hay plantas que tienen tejidos carnosos donde acumulan reservas de agua siendo muy resistentes a la sequía e incluso sensibles a los riegos demasiado frecuentes y abundantes.

 Una vez diferenciamos las plantas por su tipo de riego, algunos trucos nos pueden servir de gran ayuda para saber cuánto y cuándo regar cada planta:

Mejor regar de menos que regar más de lo necesario. El exceso de riego produce la pudrición de las raíces y acaba produciendo la muerte de la planta. Los signos que muestran las plantas sometidas a un riego excesivo, como la aparición de hojas secas, que pueden confundirnos haciéndonos pensar que sufre sequía.

Aplicar riegos profundos y espaciados. En general, los riegos profundos y espaciados en el tiempo, favorecen la expansión de las raíces hacia abajo, haciendo que la planta aproveche mejor el agua y sea más resistente a la sequía.

Dejar que el sustrato se seque entre riego y riego. Dejando que el sustrato se seque antes de volver a regar evitaremos encharcamiento, asfixia y pudrición de las raíces y daremos a la planta el agua que realmente necesita.

Regar menos en invierno y más en primavera-verano. Las plantas necesitan más agua en la época de mayor crecimiento vegetativo, que además coincide con más calor, primavera y verano. En invierno, casi todas las plantas entran en reposo y requieren poco riego, así como pocos nutrientes y abonados.

Regar poco a poco. Regaremos dejando que el agua se reparta por toda la tierra descendiendo poco a poco. Así podremos humedecer toda la tierra uniformemente y reduciremos la pérdida de nutrientes del sustrato por arrastre del agua. Si la tierra está muy seca y compactada, conviene que reguemos primero para humedecerla y volvamos a regar pasados unos minutos.

Identificar los síntomas de sequía en las plantas. Algunos síntomas nos indicarán que la planta sufre sequía, aunque no debemos confundirlos con los signos de exceso de riego, que muchas veces coinciden:

Hojas mustias y tallos péndulosHojas, tallos y ramas secosCaída de flores

Regar abundantemente las plantas que han sufrido sequía. Si después de regar una planta dañada por la sequía vemos que no se recupera, podemos podarla eliminando hojas, tallos y ramas secos y continuar regándola con frecuencia durante unos días.