DESINFECCION DE SUELOS

La desinfección de suelos es una práctica que se emplea principalmente en hortalizas, consiste en tratar de evitar los efectos negativos que ocasionan las plagas, enfermedades y malezas producidas por una continua repetición de un cultivo o grupo de cultivos.

Preparación del terreno.- El suelo debe de estar bien mullido (sin terrones grandes), es conveniente dar de 1 a 2 riegos previos a la implementación de cualquier método de desinfección del suelo con la finalidad de activar los microorganismos del suelo y semillas de malezas, ya que se vuelven más susceptibles a la desinfección. Posterior a la implementación del método de desinfección se debe de evitar mezclar suelo tratado y sin tratar, para evitar contaminación.

Métodos físicos:  Vapor y Solarización

Vapor.

Empleo de vapor de agua como desinfectante de todos los parásitos existentes en el suelo, dicho vapor se obtiene de una caldera móvil generalmente a una temperatura de 80 a 100 °C,  que mediante una serie de tuberías es conducida al suelo, donde va desinfectando poco a poco y a una profundidad variable de 5 a 15 centímetros. El efecto de este vapor también puede ser negativo ya que si se aplica a mayor profundidad, puede destruir las bacterias nitrificantes del suelo.

Solarización.

Es la colocación de una película plástica de polietileno transparente, de un espesor aproximado de 0.025 a 0.1 mm, durante un periodo de entre 4 a 6 semanas. A lo largo de este lapso efectuar riegos por debajo de la lámina plástica con el fin de alcanzar temperaturas de 45 a 50 °C a una profundidad promedio de 10 centímetros y de 38 a 45 °C a una profundidad de 20 centímetros. Esta temperatura destruirá todos los parásitos existentes en el suelo. La solarización  se debe de realizar durante los meses de verano, en los que normalmente la temperatura ambiental es muy alta y por consecuencia la eficiencia en el control de parásitos es mayor.

Métodos Químicos.

Bromuro de Metilo.

Es un fumigante de acción general, con una clara actividad en contra de nemátodos, hongos, insectos y malezas; es un formulado líquido volátil e inodoro, por lo que puede ser imperceptible para los aplicadores  en el campo y puede causar intoxicación, para evitar accidentes normalmente viene formulado en mezcla con Cloropicrina, que además ayuda a mejorar su eficacia. Usualmente la proporción de la Cloropicrina  en  las mezclas varían del 2% al 33%.

La dosis recomendada es de  500 a 1000 kgs/ha, que se aplicará una vez que se haya realizado el acolchado del suelo y exclusivamente por personal capacitado. Sólo se podrán realizar labores culturales ya que hayan transcurrido 12 días de su aplicación, este producto al igual que otros fumigantes biocidas, afecta la micro flora del suelo.

Cloropicrina.

Viene formulado como líquido volátil de alta toxicidad, en algunos países se comercializa en mezcla con Bromuro de Metilo, las dosis varían desde los 500 a 600 kgs/ha. El plazo de instauración del cultivo es de 10 a 20 días a partir de su aplicación, hay que tomar precauciones en suelos arenosos y ácidos, ya que puede llegar a causar toxicidad a las plantas cultivadas.

Dicloropropeno.

Es un fumigante de suelos con acción únicamente nematicida, que se aplica a dosis de 300 a 1000 litros/ha, el periodo de seguridad entre la aplicación del producto y la instauración del cultivo es de aproximadamente 15 días, en el mercado hay productos que se asocian con el Dicloropropeno, tal  el caso de  Metil Isotiocianato que amplía la actividad del producto actuando contra los hongos del suelo.

Metan Sodio y Potasio.

Fumigante en presentación líquida de acción fungicida, bactericida, insecticida y control de malezas. Se aplica a dosis de 200 a 1000 litros/ha, los métodos de aplicación van desde la inyección con cuchillas, riego rodado, por goteo, cañón central, aspersión y micro aspersión. Dependiendo de la temperatura ambiental, el periodo de seguridad va desde los 15 a 30 días, este producto al diluirse en agua se descompone y da origen al gas Metil Isotiocianato, que es el que actúa sobre los organismos a controlar. Su descomposición, grado de difusión y en consecuencia, su efectividad de control, como todos los fumigantes de suelo, depende de la temperatura, humedad, textura, preparación del suelo, pero además es influido por el p H y el contenido de materia orgánica del suelo.