El presidente de la Organización Interprofesional Láctea, José Armando Tellado, se siente orgulloso de la unidad alcanzada entre los miembros de esta asociación durante sus dos años al frente de la entidad, éxito que atribuye al trabajo de todos sus integrantes.
En una entrevista con Efeagro a un mes de que abandone el cargo en la Interprofesional, Tellado explica que conseguir esa unión era un objetivo que no verbalizó cuando fue nombrado presidente, pero que “se ha logrado”.
A su juicio, la Interprofesional Láctea (Inlac) es hoy un “foro de debate” entre sus miembros (organizaciones agrarias, industrias y cooperativas) en el que, desde la “pedagogía”, se han dado cuenta de que “el enemigo no estaba en casa”.
Se trataba de “construir relaciones estables” que “pudieran promover valor en la cadena”, y ha sido “relativamente sencillo” conseguir una unidad que no había hace dos años.
“Ha habido apertura, buena voluntad y mucha receptividad, y hemos dedicado un tiempo importante a la comprensión y el diagnóstico de problemas para darles solución”, subraya.
Por ello, antes de su salida, ha agradecido la colaboración de los miembros de la junta directiva y, especialmente, de su directora gerente, Águeda García, por su “extraordinario nivel de compromiso”.
En estos dos años, las relaciones entre Inlac y la distribución también “han ido de menos a más” y para ello fue esencial la firma hace tres años del acuerdo para la sostenibilidad del sector lácteo: “Nos hizo ver que el camino no era el enfrentamiento”, ha asegurado Tellado, que también es el director general de Capsa Food.
Ese acuerdo creó, en su opinión, un marco de encuentro entre los eslabones de la cadena para construir una relación “de confianza” y “robustecer” sus relaciones, y darle más valor a la leche.
Esa valorización del producto era uno de sus objetivos, y para Tellado se ha conseguido “una cierta estabilidad”, desterrando prácticas como las ventas a pérdidas en los mercados distribuidores.
Queda, no obstante, “trabajo por hacer” para que el consumidor “realmente reconozca el valor que tiene un lácteo” y confía en que la próxima campaña de comunicación, sufragada con los fondos de la nueva extensión de norma, sirva a tal fin. El deseo es que el cliente “entienda que puede y debe pagar más por un producto que tiene más valor del que a veces se le concede”.
En dicha campaña, Inlac seguirá promocionando el consumo, un asunto sobre el que Tellado ha trabajado en su mandato y cuyo mensaje se centra en la necesidad del consumo diario por sus beneficios para la salud.
El problema de la falta de concentración en los ámbitos ganadero e industrial es otro de los asuntos a los que ha prestado atención Tellado, quien apuesta por crear grandes empresas que ganen en competitividad en el mercado internacional y fabriquen más productos de valor añadido, como la mantequilla. En España, se avanza “despacito” en ese proceso de concentración y espera que la industria láctea siga por ese camino.
En el caso de la obligatoriedad de los contratos en origen con una duración mínima de un año a los ganaderos, las relaciones contractuales a día de hoy “se están respetando”, según sus datos.
Y sobre la reciente entrada en vigor de la norma que obliga al etiquetado del origen de la leche, otra de las demandas más potentes de los ganaderos, valora una norma que aporta una “transparencia informativa clara” al consumidor final.
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