La acuaponía, un sistema integrado que permite el cultivo de peces y hortalizas

Acuaponía, combinación de acuicultura e hidroponía (producción vegetal en cultivo sin suelo), es el nombre que recibe el sistema integrado de producción de peces, frutas y verduras que han desarrollado expertos de la E.T.S. de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Sevilla, y que ya han instalado varios vecinos del Polígono Sur de Sevilla con los que han cosechado unos 60 kilogramos de hortalizas y otros 20 de pescado.

acuaponia

Un equipo de la E.T.S. de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Sevilla ha desarrollado una técnica denominada acuaponía para cultivar peces y hortalizas en un sistema integrado. “Esta técnica se basa fundamentalmente en utilizar los desechos de los peces como fertilizante para las plantas que, a su vez, ejercen de filtro biológico porque eliminan las sustancias contaminantes para devolver el agua limpia y depurada al tanque de los peces sin necesidad de introducir agua limpia cada semana, realizando a pequeña escala el ciclo natural de los nutrientes en cualquier ecosistema”, explica el profesor de Ciencias Agroforestales de la Universidad de Sevilla, Víctor Manuel Fernández.

La acuaponía, que ya usaban los aztecas en las chinampas y la antigua civilización china en los arrozales, se ha instalado en el barrio sevillano de las Tres Mil Viviendas con la colaboración del técnico del Comisionado para el Polígono Sur, José Lobillo, que alentó a este grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla a que estudiaran este sistema. Su implantación tiene cuatro objetivos clave: producir comida, generar autoempleo, utilizar el método como recurso educativo en la zona y enseñar a cuidar el medio ambiente.

Su implantación tiene cuatro objetivos clave: producir comida, generar autoempleo, utilizar el método como recurso educativo en la zona y enseñar a cuidar el medio ambiente

“Pensábamos que iba a ser complicado poner en marcha este sistema para personas sin formación específica, pero las familias lo han hecho perfectamente y gracias a un proyecto de crowdfunding se van a desarrollar unas instalaciones a media escala promovidas por la asociación de productores ecológicos del barrio Verdes del Sur”, informa el profesor Fernández, quien añade que se prevé construir unas instalaciones con un tanque de 2.000 litros en producción intensiva, multiplicando así por más de diez la producción acuapónica inicial.

En concreto la especie de peces que se está empleando actualmente en Sevilla es la tilapia por su rápido crecimiento y porque solo requiere de unas condiciones de temperaturas estables como las que se dan en el clima tropical, pero los investigadores pretenden ampliar esta producción con truchas que es otro pescado de agua dulce. Respecto al huerto, con la acuaponía se han cosechado ya fresas, albahaca, tomates, lechugas, berenjenas, calabacines, zanahorias y pimientos, entre otros alimentos.

“Este proyecto tiene además un gran componente social porque aporta una solución para un sector de la población que requiere consumir con regularidad productos frescos con un coste mucho más bajo que si lo compraran en el mercado y que además supone un valor añadido ya que son los propios consumidores los que se responsabilizan de su mantenimiento”.

El profesor Fernández apunta también a posibles mejoras del sistema en el futuro, fundamentalmente orientadas a provechar la energía del sol o de la geotermia. “Los peces que hemos seleccionado son de clima tropical y en Sevilla los inviernos son fríos, por lo que sería interesante utilizar la temperatura estable de suelo para mantener bien a los peces y la energía del sol para la electricidad de las bombas y los sifones”, ejemplifica el profesor.

Referencia bibliográfica:

“Manejo básico y resultados preliminares de crecimiento y supervivencia de tencas (Tinca tinca L.) y lechugas (Lactuca sativa L.) en un prototipo acuapónico”. J.R. Lobillo, V.M. Fernández-Cabanás, E. Carmona y F.J. Candón L. Publicado en ITEA-Información Técnica Económica Agraria. 2014. Vol. 110. Núm. 2. Pag. 142-159.