Las plantas transgenicas. Primera parte

Por que necesitamos de la Ingenieria genetica?

Nos acercamos aceleradamente a los 7,000 millones de habitantes en el planeta; imagina que cada dia hay mas de 225,000 nuevas bocas que alimentar. Por otro lado, a nadie escapa que no podemos seguir produciendo alimentos con las mismas practicas agricolas derivadas de la revolucion verde: hemos rebasado los limites que hacen de la Tierra un espacio seguro para la humanidad. Esta conclusion no se desprende unicamente de cuantificar las perdidas de biodiversidad, de bosques y de suelo agricola, sino tambien de vivir ya en carne propia los problemas asociados al calentamiento global. Ademas, actualmente somos testigos de grandes problemas de desnutricion tanto por escasez de alimentos como de nutrimentos, asi como de excesos en el consumo de productos con enorme contenido calorico y tambien de una enorme pobreza nutrimental.

Grandes sectores de la poblacion en el mundo migran del campo a las ciudades en busqueda de mejores condiciones de vida, particularmente de las zonas mas pobres que -no es coincidencia-, son tambien las de mayor riqueza en biodiversidad. La presion migratoria es un resultado de la tendencia de la poblacion a moverse hacia zonas de abundancia alimentaria. Pensar que los alimentos pueden distribuirse en el sentido inverso, sigue siendo una utopia. En 1970 un 63% de la poblacion habitaba zonas rurales; el porcentaje disminuyo a 53% en el año 2000. Se estima, al ritmo que lleva la migracion, que para el año 2030 habra solo un 40% de poblacion en zonas rurales, a menos que corrijamos el rumbo. Y es que no solo crece la poblacion que consume alimentos, sino que disminuye la que los produce.

Es en ese contexto de riesgo planetario que debemos preguntarnos: cual es la mejor manera de producir alimentos para la poblacion actual y la que viene, que no ponga en riesgo ni a la sociedad ni al entorno natural? El 85% del incremento en la produccion de alimentos agricolas que se requiere para alimentar a la poblacion que crece constantemente, debera darse dentro de la misma area que actualmente se siembra.

La postura de muchos paises, de muchos productores y de muchos consumidores es que la ingenieria genetica aplicada de una manera racional puede lograrlo; que la ingenieria genetica es la alternativa para desarrollar una nueva generacion de plantas que reduzcan significativamente el uso de fertilizantes y pesticidas, que mejoren al sistema agricola y la calidad nutricional de los alimentos, que disminuyan el riesgo de su consumo y den soluciones a los graves problemas que enfrenta la sociedad tanto desde la perspectiva ambiental (sequias, plagas, altas temperaturas, etc.), como de la de la salud (mejor balance nutrimental, eliminacion de riesgos causados por la toxicidad natural de las plantas, etc.). Esto sin dejar de lado el enorme potencial que representa explorar -desde el punto de vista genetico- la riqueza de nuestra biodiversidad, con el fin de identificar genes que puedan aprovecharse en la modificacion de plantas y conferirles asi nuevas propiedad agricolas o nutrimentales.

No podemos perder de vista el hecho innegable de que vivimos tiempos de profundos cambios en todos los ambitos que repercuten en la produccion, el abasto y el consumo de alimentos. Me refiero por ejemplo al hecho de que las sociedades en el mundo transitan actualmente de un modelo industrial basado en recursos no renovables, el petroleo, a otro basado en los recursos renovables: la energia solar y la biomasa. Cuales seran las plantas que sustituiran al petroleo para la obtencion de materias primas y combustibles? El maiz y el almidon? Es evidente que la respuesta es no, al menos si no queremos repetir la crisis que el mundo vivio a finales de la primera decada de este siglo: en Mexico los costos del maiz se dispararon pues empezo a usarse para la produccion de bioetanol, el biocombustible actual de mayor demanda. El precio internacional del maiz paso de 163 a 223 dolares/ton de 2007 a 2008, mientras que el arroz de 236 a 650 dolares/ton. Asi, es necesario desarrollar plantas de rapido crecimiento destinadas a la industria, que no compitan con el mercado alimentario; plantas de alto contenido de celulosa, la forma de azucar mas abundante en la naturaleza. Apenas en 2010, de los 400 millones de

toneladas de cereales que se produjeron en los EUA, 126 millones se usaron para producir biocombustibles, frente a los 16 millones de toneladas en el año 2000.

A diferencia de los rumiantes, los humanos no podemos aprovechar la glucosa que compone a la celulosa. Pero la biotecnologia permite ya hacerla disponible para los procesos biologicos; este tipo de plantas podria ademas cultivarse en suelos no aptos para la agricultura. Necesitamos entonces de una biotecnologia que complemente el aprovechamiento de la energia solar, en un cambio de paradigmas en el que la energia que mantenga a la sociedad, provenga fundamentalmente de recursos renovables.

Otro elemento de riesgo lo constituye el crecimiento en la demanda de proteina de origen animal, derivado del hecho de que grandes sectores de la poblacion mundial mejoran su poder adquisitivo: es el caso, por ejemplo, de la poblacion china. Se trata de una forma muy ineficiente de producir alimentos, ya que requerimos tiempos de produccion mas largos y de aproximadamente 4Kg de proteina vegetal para producir 1Kg de animal. Asi, satisfacer el abasto de proteinas de origen animal, como la proveniente de las vacas, conlleva un desabasto de las de origen vegetal: maiz, trigo, soya, etc. Esto sin señalar que se necesita 17 veces mas suelo y 15 veces mas agua para producir una unidad de proteina de res con respecto a una de proteina de soya, y que las vacas contribuyen mas que los coches al calentamiento global, dada la muy superior captacion de radiacion que tiene el metano en comparacion con la del CO2. China es casi autosuficiente en la produccion de cereales, cultivando cerca de 500 millones de toneladas al año. Pero del año 1961 a la decada pasada (2005), el consumo per capita de huevo crecio seis veces, mientras que el de carne aumento tres veces, con una alarmante disminucion en el consumo de

cereales. Si multiplicamos estos datos por 1,300 millones de chinos, se genera una tension brutal para el fragil sistema de produccion de alimentos en el mundo. Si por cualquier razon China empezara a importar cereales (o que otros paises cerraran sus exportaciones) el efecto en el comercio mundial seria de consecuencias impredecibles: mas vale que la tecnologia funcione.

Pero como lograr que funcione? Como lograr cumplir con estos retos sin por otro lado destruir bosques y selvas para incorporarlos a la produccion agricola? Como conservar la riqueza cultural y la biodiversidad, al tiempo que satisfacemos las necesidades basicas? Como hacerlo en la situacion actual de cambios ambientales que afectan la productividad? Es un hecho que vivimos una situacion sin precedentes, que la crisis es grave y que la respuesta debe darse desde todos los frentes. Debemos, particularmente, reconsiderar la forma en que nos relacionamos con el planeta, nuestro irracional apetito de energia. Es imperante reconsiderar de manera cuidadosa como producir alimentos, lo que esta estrechamente relacionado tambien con lo que consumimos.

El recuento anterior parece pesimista; sin embargo, es importante tambien darnos cuenta que vivimos en una revolucion tecnologica espectacular. Los logros alcanzados en materia de comunicacion, de transporte, de salud –expectativa de vida- son sin parangon en la historia de la humanidad. Podremos aprovecharla para resolver la problematica antes descrita? La agricultura organica recoge muchas de estas preocupaciones: produccion de alimentos sanos y seguros en conjunto con la reduccion del impacto de la actividad agricola al medio ambiente. Esos objetivos son de tal importancia, que deberia hacer secundario el papel que juega la metodologia empleada para desarrollar dichas plantas. Estas reflexiones se encuentran en la base de dos textos muy recomendables para un lector preocupado por la situacion ambiental actual, pero optimista en terminos de las posibilidades que la ciencia nos ofrece: Abundance, de P. Diamandis, y La mesa del futuro: Agricultura organica, genetica y el futuro de la alimentacion, de P. C. Ronald y R. W. Adamchack, (Oxford University Press).

Es la Ingenieria genetica segura?

Las tecnicas de la biologia vegetal moderna (o biotecnologia) permiten identificar las funciones de los genes en las plantas, en las bacterias y en cualquier ser vivo en general, e incorporarlos en una planta para conferirle nuevas propiedades. En ninguna parte del mundo ha habido resistencia para aceptar las proteinas transgenicas derivadas de genes humanos, por ejemplo, expresados en bacterias, que no solo comemos sino que nos inyectamos como medicamentos: insulina, interferones, hormona de crecimiento, etc. Otras de ellas son ya parte de la cadena alimentaria como la quimosina empleada para la coagulacion de la leche en la elaboracion de los quesos. Pero en el caso de plantas la situacion es radicalmente distinta. Genes que tienen que ver, por ejemplo, con la abundancia de los frutos, con su colorido, con el tamaño de la planta, con su resistencia a determinados insectos, o incluso el que sean comestibles (maiz vs. teozintle), se deben a uno o varios genes de la planta. Hoy en dia, esos genes pueden identificarse dentro de la informacion genetica de una planta y ser transferidos a otra; por eso se habla de «transgenes».

En realidad, la mayoria de las variedades que hasta ahora hemos consumido, son resultado del mejoramiento genetico tradicional, tambien una suerte de transgenesis, pero mas lenta, mucho menos precisa y totalmente azarosa. Para el mejoramiento genetico tradicional, se mezclan las especies, combinando todos sus genes, mediante polinizacion cruzada, y se busca, dentro de las plantas hijas, aquella que contenga la combinacion de las caracteristicas deseadas de los progenitores. Por ejemplo, que siga dando muchos frutos como el padre, pero que ahora resista a una plaga de esa especie, como la madre. El padre era buen productor pero sensible a la plaga; la madre mala productora, pero resistente. Por siglos las plantas se cruzaban y se cultivaban esperando poder seleccionar, dentro de la siguiente generacion, a las que tuvieran las caracteristicas deseadas.

Este proceso que puede llevar mas de una decada, ahora con la ingenieria genetica, puede hacerse en mucho menos tiempo. Pero ademas, la informacion genetica que se requiere –los genes que dan la resistencia a la plaga, por ejemplo- se seleccionan de manera precisa, y pueden venir de otra planta o de cualquier especie: de una bacteria, por ejemplo. O sea que la planta modificada geneticamente (GM) tendra nuevos genes (hasta ahora quizas ajenos a ese tipo de planta), nuevas proteinas; y en los casos en los que esas proteinas sean enzimas (catalizadores), nuevas sustancias producidas por estas proteinas. En algunos aspectos la construccion es menos riesgosa, pues solo involucra los genes de interes, y no requiere, como en la genetica tradicional, de intercambiar miles de genes, muchos de ellos de funcion desconocida.

Por ejemplo el arroz es blanco debido a que, a diferencia del maiz o de la zanahoria, no tiene carotenos (precursores de vitamina A). Este defecto nutrimental del arroz ocasiona que los niños que basan su alimentacion en este cereal padezcan de ceguera. Si por medio de la ingenieria genetica introducimos genes del maiz en el arroz, estos daran la instruccion al arroz de producir las proteinas que permiten al maiz sintetizar los carotenos: tendremos entonces un arroz amarillo o dorado. El arroz y el maiz no pueden cruzarse por los metodos geneticos tradicionales, pero con la ingenieria genetica, sus genes si. Ademas solo se necesitan dos o tres nuevos genes para el arroz y no el intercambio de miles de genes que se daria de ser posible cruzar dos variedades de arroz o maiz entre si. Asi, para los millones de niños que padecen de deficiencia en la vision en paises donde solo se siembra arroz, esta es una forma de paliar con el problema, mucho mas economica y eficiente que haciendoles llegar suplementos vitaminicos. Existen numerosos ejemplos como este, de soluciones de la ingenieria genetica a problemas de deficiencias nutrimentales.

Y es seguro consumir una planta GM?

Esta tecnologia ya no es novedosa, aunque por la forma en la que frecuentemente se aborda en los medios, pareciera que si. Rara vez en el debate sobre organismos geneticamente modificados (OGM) se hace referencia al hecho de que hasta la ultima vez que se contaron y clasificaron los estudios cientificos, es decir hasta 2007, habia ya cerca de 32,000 trabajos publicados relacionados con la seguridad de las plantas GM. Estas investigaciones sobre seguridad empezaron a aparecer en la literatura cientifica incluso antes de 1996, fecha en la que se inicio su produccion comercial. Asi, cuando se afirma que «no existe suficiente trabajo cientifico alrededor de su inocuidad» se ignoran las bases de datos de revistas especializadas (Cambridge Journals Online ) e incluso publicas (The Biosafety Bibliographic Database) disponibles para este fin. No en balde practicamente todas las organizaciones cientificas en el mundo, incluida la Organizacion Mundial para la Salud, han señalado el gran potencial de esta herramienta para resolver buena parte de los problemas de produccion y de salud alimentaria en el mundo.

Hasta la fecha no ha habido un solo elemento que ponga en duda la seguridad inherente al uso de esta tecnologia. Esto no implica que la tecnologia no pueda usarse de manera poco etica, por ejemplo, transformando plantas con genes que expresan toxinas; nadie asegura tampoco que las cosas puedan salir mal. Por ello, casi todos los paises cuentan ya con una legislacion que obliga a vigilar para cada planta la forma en la que paso por paso es mejorada geneticamente. Cada pais cuenta tambien con reglamentacion para autorizar su consumo, y desde luego su siembra a nivel comercial. Asi, ha surgido una nueva disciplina, la Bioseguridad, definida como el conjunto de conocimientos que facilita la evaluacion de riesgos, asi como la legislacion y regulacion necesarias para autorizar el uso seguro de procesos biotecnologicos y productos modificados geneticamente.

Consumir un gen o una proteina, aun en el caso de que no fueran nuevas sino que proviniesen de otra planta (el ejemplo señalado del arroz con genes del maiz), requiere de una cuidadosa evaluacion, incluida la eventualidad de ocasionar un cambio no intencional. Muchas plantas contienen de manera natural genes y proteinas que son de cierto riesgo para la salud, por ejemplo, proteinas que nos causan alergias. Asi, aunque esa proteina juegue un papel muy valioso en la planta por su calidad alimentaria, no se autoriza su uso en otra para el mismo fin (mejorar su calidad proteica). Por ejemplo, las nueces contienen proteinas como la albumina a la cual muchas personas son alergicas, por ello, aunque sea muy valiosa desde el punto de vista nutrimental, no se podria autorizar para mejorar la proteina de un cereal. Con el estado actual de la tecnologia, es posible eliminar esa proteina y elaborar una nuez GM no alergenica que pueda comer cualquier persona. Este ejemplo se parece a un proyecto muy avanzado actualmente para elaborar un trigo que no contenga gliadina, la proteina asociada con la enfermedad celiaca, una especie de alergia que afecta a una de cada 100 personas y las obliga a evitar el consumo de pan, cereales

y en general todo lo que contenga trigo, y cuidar siempre consumir alimentos libres de gluten.

El problema de alergias en niños ha crecido de forma alarmante. Hoy en dia uno de cada 25 niños es alergico a algun alimento. Este es uno de los aspectos que mas se vigila en la evaluacion sobre inocuidad de un nuevo OGM. Sin embargo, se han introducido al pais, sin aviso alguno como consecuencia de la globalizacion, productos «naturales» de cierto riesgo. Tal es el caso del «kiwi» altamente alergenico debido a uno de sus componentes: la actinidina, o del «carambolo» que contiene una sustancia toxica para quienes padecen de problemas renales: quien protesta sobre esto?

FUENTE: hablemosclaro.org