Los efectos negativos del «extenso» uso de los plaguicidas

Un informe de la Union Internacional para la Conservacion de la Naturaleza alerta de que la polinizacion o el ciclo de los nutrientes podrian verse comprometidos

En menos de 20 años, los neonicotinoides se han convertido en la clase de pesticidas mas ampliamente utilizada. Se usan en mas de 120 paises en mas de 1.000 cultivos y aplicaciones, y representan al menos una cuarta parte del mercado de insecticidas del mundo, afirma la Union Internacional para la Conservacion de la Naturaleza (UICN).

El empleo actual a gran escala de plaguicidas sistemicos ha tenido «impactos extensos sobre la biodiversidad mundial» y «posiblemente tendra importantes efectos negativos sobre los servicios de los ecosistemas» que son vitales para la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible, como, por ejemplo, la polinizacion y el ciclo de los nutrientes, estima el Grupo de la UICN que ha firma esta «Evaluacion mundial integrada de los impactos de los plaguicidas sistemicos», que ha analizado 1.121 estudios sobre el impacto de estos productos en el medio natural.

El analisis identifica opciones de control de plagas que excluyen el uso de insecticidas neonicotinoides, incluyendo la diversificacion y alteracion de la rotacion de cosechas, el uso de especies menos sensibles en areas infestadas, la aplicacion de agentes de control biologico y la migracion hacia insecticidas alternativos de bajo riesgo.

A partir de los resultados obtenidos, el Grupo de la UICN propondra las recomendaciones necesarias en relacion con procedimientos de gestion del riesgo, aprobacion gubernamental de nuevos plaguicidas, asi como cualquier otro asunto relevante sobre el que sea importante llamar la atencion de los responsables del desarrollo de politicas y la sociedad en general.

Los delegados asistentes a la tercera reunion plenaria de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES-3, por sus siglas en ingles), que tuvo lugar entre el 12 y el 17 de enero de 2015 en Bonn (Alemania), fueron los primeros en conocer el estudio, publicado la semana pasada en la revista cientifica «Ciencia ambiental e investigacion sobre contaminacion» (Springer). El IPBES es un proyecto conjunto del Programa de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (PNUMA), el Programa de las Naciones Unidas sobre Desarrollo (PNUD), la Organizacion de las Naciones Unidas sobre Educacion, Ciencia y Cultura (UNESCO) y la Organizacion de las Naciones Unidas sobre Agricultura y Alimentacion (FAO).