Manejo nutricional para altos rendimientos de trigo/soja de segunda

Las condiciones climaticas de la Region Pampeana Norte de los ultimos ciclos agricolas han sido generalmente favorables para el cultivo de trigo, sumado al ajuste de las practicas de mane-jo, al alto potencial de rendimiento y al mejor conocimiento del comportamiento sanitario de los materiales geneticos disponibles en el mercado determinaron una tendencia a discutir cual es la fertilizacion para obtener la maxima produccion del cultivo.

Imagen relacionada

Sin embargo, al considerar la zona Triguera II Norte, se plantea la necesidad de analizar la fertilizacion para altos rendimientos de trigo y de soja, ya que es la sumatoria de la secuencia la que nos indicara el resultado final de la campaña. Las metas del manejo nutricional deben trascender lo referido a niveles productivos y de rentabilidad, abarcando tambien aspectos como eficiencia de utilizacion y conservacion de la calidad y cantidad de los recursos involucrados. Por lo tanto, el objetivo de este trabajo no es hacer consideraciones para obtener trigos de 7000 kg.ha-1, valores frecuentemente reportados en el SE de Buenos Aires, sino que la meta es definir el manejo nutricional para trigo de 45005000 kg.ha-1 y soja de segunda de 3300-3500 kg.ha-1 . Estos valores fueron tomados de los promedios obtenidos en distintos ensayos de fertilizacion y lotes comerciales cuyas fuentes se presentan en la Tabla 1. Las recomendaciones de fertilizacion que se proponen para el logro del objetivo planteado reflejan la experiencia de los autores obtenida en trabajos de experimentacion y produccion y no surgen de un ensayo o programa de investigacion en particular.

Un aspecto a analizar en el escenario de alta produccion de trigo, es la inestabilidad de rendimiento de este cultivo, aun utilizando paquetes de alta tecnologia. Es muy afectado por las condiciones climaticas de la region (intensas hela-das al comienzo de la implantacion con abundante cobertura de rastrojo, heladas tardias, neblina, periodos humedos prolongados en floracion, y baja radiacion y altas temperaturas en llenado de grano, etc.), situaciones que conspiran contra el logro de altos rendimientos y buena calidad.

Imagen relacionada

Al hablar de una estrategia nutricional para altos rendimientos, es necesario hacer referencia a un escenario en el cual el suelo es bien manejado, implicando rotacion y siembra directa. Esto involucra altos volumenes de rastrojo, situacion que merece consideracion porque puede producir problemas de implantacion. La calibracion de la sembradora se transforma en un desafio sobre rastrojo voluminoso de maiz o sobre uno de soja mal distribuido, asi como sobre una superficie desuniforme por las huellas de cosecha. Consecuente, hay que ser muy cuidadoso al ajustar la densidad de semilla con la cali-dad de siembra probable de acuerdo a las condiciones del lote. En casos problematicos, la utilizacion de un cultivar de ciclo largo puede disminuir, o compensar en parte, la deficiente calidad de implantacion.

Resultado de imagen para manejo nutricional cultivos soya

Las perdidas por volatilizacion pueden disminuirse utilizando fertilizantes nitrogenados que no contengan N ureico, como los derivados del nitrato de Amonio, o que lo contengan en menor proporcion como el UAN (solucion acuosa de urea y nitrato de Amonio); sin embargo persisten los problemas de inmovilizacion cuando se aplican sobre o dentro de un rastrojo voluminoso de alta relacion C:N. Las mezclas de UAN con Tiosulfato de Amonio ajustan con los requerimientos nutricionales de trigo/soja; su aplicacion chorreada se comporta como el bandeado superficial de granulados, mejorando el desempeño al saturar la ureasa presente en el suelo y en el rastrojo.

Para completar el escenario de alto rendimiento de trigo es necesario hacer algunas consideraciones respecto a la fertilizacion y su incidencia en el contenido proteico. Desde la campaña pasada se establecio un Standard de contenido minimo de proteina del 11% y se reglamento un sistema de bonificaciones y descuentos. En las ultimas campañas se produjeron altos rendimientos, pero en muchos casos con contenidos proteicos muy por debajo del nivel requerido actualmente. Por lo tanto, es otro aspecto a tener en cuenta al decidir la fertilizacion a aplicar.

El analisis del suelo es la herramienta basica para cualquier estrategia de fertilizacion. Prescindir de el e intentar planificar una estrategia carece de sentido. A su vez, puede decirse que el mejor dato de analisis de suelo no sera mejor que el esfuerzo y atencion con que se efectue el muestreo. La oferta de servicios de laboratorios regionales cubre toda la region.

Manejo de nutrientes

Resultado de imagen para manejo nutricional cultivos soya

Nitrogeno

Es conocida la dificultad para recomendar la dosis de N a aplicar, ya que su eficiencia dependera de factores mas o menos controlables, pero tambien de otros no previsibles que podran mejorar o disminuir la eficiencia de la fertilizacion. La investigacion provee distintos metodos de diagnostico a traves de la determinacion de umbra-les criticos a la siembra, de la cuantificacion del verdor de las hojas, de sensores remotos y de modelos de simulacion, entre otros; asi como tambien de estrategias de fertilizacion a traves de metodos de balance y reposicion. Cada una de estas metodologias tiene mayor o menor facilidad operativa para su aplicacion y grado de ajuste con la realidad, pero es cierto que esta diversidad torna dificil la eleccion de una de ellas al momento de decidir la fertilizacion en los planteos productivos; incluso algunos de estos metodos pueden ser usados complementariamente. La recomendacion de N que se hace a continuacion se basa en la combinacion de dos de estas metodologias, sin que ello signifique establecer una escala sobre las bondades de cada una.

La experiencia de los autores indica que para rendimientos ubicados en el limite superior o algo por encima del rango experimentado por Salvagiotti, se debe manejar una disponibilidad de N mineral en el suelo entre 100-140 kg.ha-1 en los 0-60 cm de profundidad. Para el ajuste final de la dosis a aplicar se consideraran: el agua util has-ta 1,50m de profundidad, el nivel de materia organica del lote, el potencial del cultivar elegido, el cultivo antecesor, la expectativa de rendimiento y la relacion de precios fertilizante: grano de trigo.

Estas dosis, ademas de abastecer el requerimiento del trigo, permitirian compensar algo del deficit creado por la soja (diferencia entre lo que fija por simbiosis y lo que extrae con el grano), ya que no es una estrategia racional aplicar N a las leguminosas. En realidad, la fertilizacion nitrogenada ideal para la secuencia trigo/soja de segunda es aquella que permite alto rendimiento del trigo y no deja N mineral remanente en el suelo a la cosecha, de este modo la soja tendra mayor nodulacion y, al mismo tiempo, disminuira el riesgo de perdidas de N por lixiviacion. Este es un aspecto de eficiencia de utilizacion de N muy importante, ya que «forzando» a la soja a nodular mas, se estara incorporando mas N al sistema planta-suelo sin costo efectivo y con una fuente no contaminante. Ademas, parte del N inmovilizado en el rastrojo de trigo estara disponible via mineralizacion cuando la soja tenga mayor demanda (R5) y cuando los nodulos reduzcan su actividad (R6-R7). Para un aprovechamiento eficiente de los nutrientes debe haber una sincronizacion oferta-demanda y la secuencia trigo/soja ofrece la posibilidad de lograrlo si no se agrega N en exceso al trigo.

Fosforo

Los altos rendimientos de los cultivos agricolas han incrementado la tasa de extraccion de este nutriente, aumentando dramaticamente el area con baja disponibilidad de P asimilable, debido a que las dosis de aplicacion han sido muy inferiores a la exportacion. Este es un costo de produccion que no ha sido incluido en los calculos de la rentabilidad de la empresa agropecuaria, es un «costo oculto» que se descubre cuando hay que reponerlo, si se pretende obtener altos y sostenidos rendimientos.

· 10 ppm: aplicar 35 kg.ha-1 (dosis de mantenimiento) + 17 kg.ha-1 (5 kg x 10 ppm a elevar = 50 kg/3 años = 17 kg/año, dosis de restitucion) = 52 kg.ha-1 de P por año durante 3 años, esto es 226 kg.ha-1 de fosfato mono amonico por año durante 3 campañas.

· 25-30 ppm: arrancador minimo = 10 kg.ha-1

· > 30 ppm: no fertilizar

Como arrancador es conveniente fertilizar al costado o en la linea de trigo; cuando se fertiliza para mantenimiento y/o restitucion se puede aplicar mitad al voleo y mitad en la linea para simplificar la operacion de siembra

Azufre

Es el tercer nutriente en importancia en el area y el de mas reciente aplicacion. Numerosos trabajos han mostrado el incremento de rendimiento de la soja de segunda como efecto residual cuando se lo aplica al trigo (Martinez y Cordone, 1998). Si bien es algo movil en el suelo, en nuestras condiciones edafo-climaticas no lo es tanto como para desplazarse fuera de la zona de alcance radicular. Cumple un rol fundamental en la nutricion nitrogenada de la soja al estar involucrado en la nodulacion.

Para la secuencia que nos ocupa, el sulfato de Amonio es una fuente muy usada porque pro-vee los dos nutrientes y se puede mezclar sin problemas con las fuentes fosfatadas para ser aplicada al voleo antes de la siembra de trigo. La aplicacion chorreada de mezclas de UAN y tiosulfato de Amonio se utiliza por la simplificacion operativa y sus buenos resultados. Las mezclas de yeso con fuentes fosfatadas son una alternativa de facil manejo y bajo costo, pudiendo ser aplicada en la linea o al voleo anticipada.

Consideraciones finales

La maxima produccion debe ser considerada abarcando aspectos referidos a la economia de recursos no solo financieros, sino tambien naturales. Esto implica el desafio de lograr altos rendimientos que puedan ser sostenidos en el tiempo. Por esta razon, en este trabajo se discutio el manejo nutricional para una meta de rendimiento de la secuencia de 4500-5000 y 3500 kg.ha-1 para trigo y soja, respectivamente. Se trata de no aplicar N en exceso que, si no es absorbido en su mayor parte a la cosecha del trigo y queda remanente, tendra riesgo de ser lixiviado, causando disminucion de la nodulacion de la soja (por su estrategia de sustitucion al utilizar el N disponible en el suelo) y de este modo, disminuir la incorporacion biologica de N al sistema plantasuelo. El balance de N de soja es negativo, se lleva con el grano mas de lo que fija, entonces resulta imprescindible desarrollar estrategias para incorporar el maximo de N via fijacion simbiotica y combinarlo con una sincronizacion de oferta-demanda para aumentar su eficiencia de utilizacion. Si se piensa que no es racional fertilizar a la soja con N y que este cultivo ocupa mas del 50% de la superficie de cultivos agricolas del pais, cualquier estrategia que mejore el manejo del N en soja se transforma en una cuestion de significancia nacional.

Un aspecto a reafirmar es que la fertilizacion debe asumirse como inversion en el recurso suelo y no solo como insumo de un cultivo. Una razonable fertilizacion en trigo/soja apunta a mejorar el desempeño de ambos cultivos; en este marco se propone asignar sus costos en funcion del efecto sobre cada uno. Una aproximacion en este aspecto seria computar todo el N, la mitad del P y la tercera parte del S a trigo, y el resto a la soja de segunda. De esta forma se estara afectando el costo de la fertilizacion a ambos cultivos y no asignandolo unicamente a trigo.