Monitorización del contenido de humedad del suelo (EFI-RIEGO)

Imagen: efi-riego

El agua es un bien escaso. Cada vez estamos más concienciados de que debemos hacer un uso adecuado de ella. En agricultura esto es un factor clave, tanto por motivos de sostenibilidad ambiental como por la propia rentabilidad de la explotación agrícola.

Los costes debidos al agua de riego y la energía asociada a ellos, ha pasado a ser en los últimos años uno de los principales costes de producción. La monitorización del contenido de humedad del suelo es una de las mejores herramientas de la que actualmente disponemos para conseguir un uso eficiente del agua de riego.

Un buen diseño de la instalación de riego y la elaboración de un calendario de riegos es clave para conseguir un riego eficiente. Sin embargo, no es suficiente. Una vez diseñado e instalado correctamente nuestro sistema de riego, hay que adaptar la aplicación de agua al día a día.

No existe un patrón que podamos seguir, no podemos anotar las dosis y frecuencias de riego aplicadas un año y hacer exactamente lo mismo al año siguiente. Las condiciones de los cultivos se ven afectadas por infinidad de factores; temperatura, humedad, enfermedades, tipo de suelo, etc.

Actualmente, existen tecnologías que nos permiten mejorar la gestión del agua de riego en parcela mediante el uso de equipos que miden el contenido volumétrico de agua en el suelo. Podemos saber con precisión qué está pasando en nuestra parcela en este mismo instante, qué contenido de humedad tiene nuestro suelo y cómo lo está utilizando nuestro cultivo.

Estos equipos se basan en la información obtenida mediante sensores de capacitancia enterrados en la zona idónea, en función del tipo de riego utilizado (goteo, aspersión, pívot,…), de forma que podemos conocer para nuestro suelo en particular, la reserva de agua de la que disponen las raíces del cultivo, y en base a esta información, determinar CUANDO es necesario volver a regar y CUANTO (frecuencia y dosis de riego).

Los datos recogidos por los sensores son almacenados en registradores de datos y enviados vía GPRS a un servidor, de forma que pueden ser consultados vía internet en tiempo real.