Se trata de un descubrimiento llevado a cabo por investigadores argentinos del Instituto Nacional de Tecnologia Agropecuaria y de la Universidad Nacional del Nordeste (Corrientes). La tecnica se basa en el uso de «naranja de acridina» que, al ser excitada con luz UV, produce fluorescencia en contacto con el ADN de los nucleos de las celulasdel hongo, perceptible traves de un microscopio, con lo que se consigue mejorar las estrategias para cuidar los cultivos.
Un equipo de investigacion argentino, formado por cientificos del Instituto Nacional de Tecnologia Agropecuaria (INTA) y de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) en Corrientes (Argentina), han descubierto un nuevo sistema para detectar la existencia de Rhizoctonia en los suelos de los cultivos, segun ha podido saber Hortoinfo de fuentes de la Fundacion Instituto Leloir, a traves de su Programa de Divulgacion Cientifica y Tecnica – Agencia Cyta.
Esta enfermedad fungica del suelo puede afectar gravemente a las plantaciones de horticolas, con especial relevancia en los cultivos protegidos ya que se propaga con mayor rapidez a 20 grados.
Normalmente, los patogenos del genero Rhizoctonia, son dificiles de combatir y localizar, ya que sobreviven en el suelo durante meses antes de pasar a la planta e infectarla.
La autora principal del estudio es Viviana Barrera, doctora en ciencias biologicas e investigadora del Instituto de Microbiologia y Zoologia Agricola (IMYZA) que depende del INTA, quien indico a la Agencia CyTA-Leloir que al identificar de forma precisa el tipo de patogeno se pueden mejorar considerablemente las estrategias para la proteccion de las plantas afectadas.
El trabajo ha sido publicado publicado en la Revista Argentina de Microbiologia, y en el tambien participaron las ingenieras agronomas Susana Gutierrez y Maria Cundom, de la UNNE, y la doctora Amelia Gasoni, del IMYZA.
Las condiciones optimas para la enfermedad son suelos humedos y temperaturas comprendidas entre los 15 y 26ºC.
En los cultivos horticolas protegidos produce caida de plantulas en semillero y trasplante.
En frutos produce lesiones localizadas, pudiendo apreciarse el micelio rojizo en el centro de la mancha, ligeramente hundida.
Cuando se procede al aporcado de la planta, si esta debil el tallo puede pudrirse.