Papel del veterinario de campo en el diagnostico de problemas en las granjas avicolas

Papel del veterinario de campo en el diagn stico

Francisco G mez Rodr guez

S.P. VETERINARIA

Una de las labores implicando una mayor responsabilidad para el veterinario de campo es la del diagn stico de los problemas patol gicos con los que se puede encontrar en su visita a las granjas. En esta presentaci n se exponen las armas de que dispone en su visita, que puede culminar, en alg n caso, con un diagn stico preciso, si bien en otros muchos con una toma de muestras y la derivaci n del caso a un laboratorio privado o a otro oficial.

El diagn stico en avicultura se ha convertido en un proceso complejo, donde, salvo en infrecuentes excepciones, los procesos que afectan a las manadas son multifactoriales: uno o varios agentes pat genos, agentes t xicos, aspectos nutricionales, alteraciones en las condiciones ambientales, errores de manejo,

Aunque el alto nivel profesional alcanzado por los granjeros y t cnicos-visitadores ha permitido que el veterinario de una empresa av cola pueda delegar en buenas manos el seguimiento y la supervisi n del d a a d a en las explotaciones de su jurisdicci n, la responsabilidad ante la empresa y la sociedad -autoridades sanitarias, consumidores, – pertenece al veterinario.

Esta amplia responsabilidad del veterinario av cola se desarrolla en tres vertientes de gran importancia:

1. Identificaci n de las enfermedades que afectan a las aves.

2. Identificaci n de los procesos que disminuyen la cantidad y/o la calidad de las producciones av colas.

3. Identificaci n de agentes potencialmente peligrosos para la salud humana y/o de otras especies animales, y el medio ambiente.

Esta complejidad nos obliga a una revisi n en profundidad de todos los aspectos que rodean a la producci n av cola a la hora de conseguir un diagn stico lo m s acertado posible.

Y para poder realizar un buen diagn stico primero hay que conocer la existencia de un problema.

Detectando un problema

Una llamada de tel fono del granjero o del visitador alertando de un incremento de la mortalidad, aparici n de ronquidos, heces l quidas, bajada de la puesta, etc, suele ser la forma m s frecuente de conocer la existencia de un problema en la granja, casi siempre provocado por la aparici n de una enfermedad aguda.

Ante la alerta por aparici n de una patolog a,

es importante huir del diagn stico telef nico.

La visita a la granja es obligada.

Pero no debemos descuidar que muchos procesos, especialmente los que afectan a los resultados productivos, cursan de modo subcl nico o cr nico, sin s ntomas claramente visibles y que dif cilmente son detectables en una visita rutinaria a la explotaci n. Qu podemos hacer?

Para descubrir e identificar se ales de alerta que nos permitan detectar estos procesos, es importante disponer, y revisar con detalle, de la mayor cantidad de informaci n posible de todos los aspectos de la producci n. De nada sirve recoger multitud de datos si no se analizan en profundidad.

* La revisi n rutinaria de los resultados productivos, tanto a nivel de granja como a nivel de integraci n,

* Serolog a y otros an lisis laboratoriales rutinarios

* Nutrici n

* Informes de mataderos y salas de despiece

* Resultados de incubaci n

* Comentarios/quejas de clientes de huevos,

* etc

Una vez descubierta la existencia de un problema, toca conocer las causas que lo han creado. Aqu empieza la labor de detective del veterinario. Una labor en la que se tendr n que poner los cinco sentidos y el sentido com n para tener xito.

Diagn stico de una patolog a

Ante la alerta por aparici n de una patolog a en una explotaci n, es importante huir del diagn stico telef nico , que, seguramente, nos llevar a la rutina de la colibacilosis y su tratamiento con enrofloxacina. La visita a la explotaci n es obligada, y dispondremos de diversas herramientas que nos ayudaran en nuestro objetivo.

La primera ser conocer en profundidad las caracter sticas de la explotaci n afectada:

* Tipo de producci n, instalaciones

* Estirpe de los animales, edad, origen

* Pesos, consumos de agua y pienso

* Historial de la manada, historial de la granja

* Vacunaciones y tratamientos previos

* Fecha de inicio

* Morbilidad, mortalidad

* Observaciones del granjero y/o visitador

Con estos datos tendremos una primera idea de la magnitud y caracter sticas del problema.

La segunda herramienta es la entrada y el paseo por la nave. Lo iniciaremos con un vistazo general donde podremos ver:

* Posicionamiento general de las aves

* Actividad de los animales: uso de comederos y bebederos

* Iluminaci n, sensaci n t rmica, olores

* Nivel de equilibrio de pesos en el lote

* Ruidos respiratorios

Tras esta primera impresi n, nos desplazaremos a lo largo de la nave para ampliar nuestras observaciones. Es conveniente realizarlo despacio y aprovecharlo para iniciar una charla distendida con el cuidante o propietario de la nave -evitando un interrogatorio que lo ponga a la defensiva-, que puede servir para obtener informaci n adicional a la recibida previamente, y que pudiera no haber comunicado por no considerarla importante.

Realizaremos observaciones sobre las reacciones de los animales a nuestro paso, trataremos de detectar s ntomas -respiratorios, digestivos, motores, nerviosos, -, calidad de las heces, estado del plumaje, pigmentaci n, y la cantidad de animales aparentemente afectados; asimismo, evaluaremos el estado de la cama en cada zona -a nivel superficial y profundo-, nivel de renovaci n de a re y sensaci n t rmica en las diferentes partes de la nave.

Una vez completada, pasaremos a utilizar

la siguiente herramienta: la necropsia.

El examen postmortem nos permitir observar lesiones macrosc picas en los diferentes tejidos, que nos podr n orientar sobre la causa o causas del problema, especialmente en procesos infecciosos o parasitarios, deficiencias nutricionales e intoxicaciones, y en menor medida sobre errores de manejo -privaci n de agua o pienso, fallos de ventilaci n, golpes de calor o bajas temperaturas,

La necropsia, siendo una herramienta fundamental para conocer o confirmar la patolog a que afecta a nuestras aves, puede resultar enga osa si no se seleccionan los animales adecuados. A la hora de elegir los animales a los que realizaremos la necropsia tendremos en cuenta:

* seleccionar tanto cad veres como animales vivos enfermos

* solo usar las bajas recientes, evitar la necropsia en animales pasadas 6-8 horas despu s de su muerte, especialmente en verano

* seleccionar animales que muestren los s ntomas mayoritarios o sospechosos

* seleccionar animales con otras sintomatolog as

* evitar elegir los animales m s peque os

* evitar animales cojos o movilidad reducida, si sta no es la patolog a sospechosa

* evitar que sea el cuidante el que seleccione los animales

* aprovechar el paseo previo por la nave para seleccionarlos

Respecto al n mero de aves elegidas, ser a recomendable realizar la necropsia al menos a cinco animales vivos y otros tantos muertos recientemente.

Previamente a la realizaci n de la necropsia en s , aprovecharemos para realizar un examen externo detallado de las aves -pigmentaci n, lesiones de la piel y articulaciones, estado de las patas, cloaca, par sitos externos, ojos, cresta, barbillas, descargas nasales, -. Durante el curso de la necropsia se examinar n todos los rganos del animal, aunque la sintomatolog a observada nos oriente hacia unas v sceras concretas. Habitualmente tenemos tendencia a dirigirnos directamente a las lesiones que sospechamos, y esta pr ctica incrementa el riesgo de perder informaci n importante -por ejemplo, existencia de una enfermedad inmunosupresora-.

Con los datos obtenidos en la necropsia, junto con la informaci n recopilada con anterioridad intentaremos establecer un diagn stico presuntivo.

La experiencia y el sentido com n nos ayudar n a discriminar qu papel juega cada uno de estos actores en la aparici n del problema y qu actuaciones deberemos recomendar para solucionarlo.

La herramienta definitiva: el laboratorio

Tanto para confirmar un diagn stico previo como para llegar a un diagn stico que se nos resiste, el env o de muestras al laboratorio se antoja imprescindible.

Desde hace tiempo el an lisis laboratorial en la producci n av cola es mucho m s que un simple env o de animales o muestras de tejidos para el aislamiento, identificaci n y antibiograma de la bacteria causante de la enfermedad. Se ha convertido en una herramienta fundamental para la gesti n de la Sanidad en las explotaciones av colas.

A nivel de su uso en diagn stico adem s del nombrado aislamiento y antibiograma, disponemos de otras t cnicas que nos ayudaran a tomar una decisi n o confirmarla. El momento de la necropsia es el ideal para obtener estas muestras:

* Muestras de sangre para an lisis serol gico: detecci n de anticuerpos espec ficos o variaciones significativas de las tasas de anticuerpos

* Muestras de v sceras para:

* Histolog a: evaluaci n de lesiones microsc picas.

* Inmunohistoqu mica: detecci n de virus.

* PCR: identificaci n y caracterizaci n de cepas virales y bacterianas.

* Muestras de heces o contenido intestinal para microscop a.

Pero los an lisis de laboratorio pueden llegar m s all del simple diagn stico. La obtenci n de muestras rutinarias en las granjas puede ayudarnos a conocer el estado sanitario general y ayudarnos a dise ar el plan sanitario. El seguimiento serol gico puede ayudarnos a seleccionar frente a que enfermedades vacunar y en qu fecha, la identificaci n y caracterizaci n de cepas virales a elegir una vacuna espec fica, los antibiogramas a conocer el grado de eficacia de los diferentes antibi ticos en futuros tratamientos, los muestreos de heces a avaluar la eficacia del programa frente a coccidiosis, etc.

La implementaci n de un buen programa de toma de muestras rutinario y su posterior an lisis en el laboratorio nos dar una completa radiograf a del estado sanitario de las explotaciones av colas, y nos ayudar a la hora de diagnosticar cualquier patolog a que pueda presentarse.

La herramienta olvidada: el microscopio

A caballo entre el diagn stico de campo y el laboratorial nos encontramos con el microscopio. A pesar de su facilidad de uso con muestras frescas, su utilizaci n real por los veterinarios a nivel de campo es m nima. Pero considero que es una herramienta f cil de usar y muy til, especialmente a la hora de diagnosticar problemas digestivos. Con un microscopio normal, un porta y un cubre, y tomando una muestra de contenido intestinal o realizando un raspado sobre la mucosa se puede observar a trav s del microscopio agentes pat genos intestinales como:

* Coccidios

* Clostridios

* Brachyspira

* Tricomonas

* Balantidium coli

Con esta simple observaci n tendremos casi asegurado el diagn stico del agente o agentes causantes de la enteritis.

Empresas mencionadas en esta noticia

* S.P. VETERINARIA

* CTRA REUS-VINYOLS Km 4,1 APARTADO DE CORREOS Nº 60