Planificación y Gestión Estratégica

Hasta ahora se ha hablado bastante de planificación estratégica. En este momento, cuando contamos ya con una noción clara sobre ella, es oportuno enmarcarla dentro de un concepto más amplio: la gestión estratégica, que incluye los procesos de planificación, implementación y control de las estrategias (Figura 1). Se visualiza como un modo de gestión con pensamiento estratégico.

Al considerar la gestión estratégica como un todo, la planificación estratégica se convierte en sólo un paso del proceso completo. Nos enfocaremos en el primer paso, que define el marco dentro del cual se llevarán a cabo los otros dos. No existen métodos específicos para implementar y controlar las estrategias, pero sí para planificarlas. La planificación crea la base para la fase de implementación, mientras que el control estratégico cumple a la vez las funciones de: retroalimentación sobre la manera como fueron llevadas a cabo las estrategias y verificación de la coincidencia o divergencia entre las condiciones previstas durante la planificación y las condiciones reales encontradas durante la implementación.

 Subsistemas de la gestión estratégica según Grünig y Kuhn (2010)
Figura 1 Subsistemas de la gestión estratégica. Tomado de Grünig y Kuhn (2010).

La evaluación, que forma parte del control estratégico, debe permitir analizar el grado de aquellas divergencias con el fin de redefinir o iniciar nuevamente la planificación estratégica cuando sea necesario. Las tres fases de la gestión estratégica se interrelacionan influyendo cada una en las otras y pueden ocurrir simultáneamente; de hecho, la implementación y el control suelen ser procesos paralelos y se efectúan en la administración del día a día. Por su parte, la planificación estratégica es una fase que a pesar de llevarse a cabo de manera independiente influye directamente en la gestión cotidiana de la empresa.

La implementación de la estrategia incluye por un lado la ejecución de las estrategias al nivel material de las ofertas del mercado y los recursos, así como las medidas relacionadas con los recursos humanos. Normalmente las fallas en la implementación a nivel de los recursos humanos pueden determinar el fracaso total de la estrategia. Es un punto que puede escaparse erróneamente al implementar la estrategia, pues los equipos de ejecución suelen concentrarse en aquellos impactos visibles y medibles en términos de ventajas comparativas. Sin embargo, nada de ello puede lograrse si no se crean las capacidades a nivel de capital humano para alcanzarlo a través de la profesionalización, innovación y eficiencia.

El control estratégico incluye: comprobación de realizaciones, monitoreo y análisis estratégico. La comprobación de realizaciones busca determinar si se han tomado las medidas estratégicas planificadas, el monitoreo estratégico mide los indicadores clave de las principales premisas (constituyendo un sistema de alerta temprana) y  el análisis estratégico trata de observar de manera global el ambiente dentro del cual se formula e implementa la estrategia con la finalidad de minimizar el riesgo

 

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