Principales mecanismos de resistencia de las plantas a los Herbicidas

Los herbicidas siempre actúan en el interior de las plantas afectadas, tanto si  son herbicidas sistémicos como de contacto. Por este motivo el proceso que sigue el herbicida para eliminar a una planta se inicia con la intercepción del mismo por la mala hierba, siendo retenido después por ella un tiempo suficiente para que pueda ser absorbido y, una vez en su interior, puede sufrir un proceso metabólico que lo active. Después es transportado hasta el lugar en que ejercerá su mecanismo de acción y, finalmente, se desencadena su actividad fitotóxica.

Durante todo este proceso, la mala hierba puede adaptarse desarrollando algún mecanismo con el cual obviar la actividad del herbicida. Las posibilidades de que la mala hierba escape a la actividad del herbicida son numerosas y, además, se pueden combinar entre ellas. Incluso puede ser que, aun actuando el herbicida correctamente, la planta sea capaz de degradar los metabolitos tóxicos generados por el herbicida.

Una clasificación que agrupa, aunque sea de forma resumida, todos los mecanismos de resistencia es la que distingue entre los mecanismos ligados al lugar de acción de los herbicidas de los mecanismos que no tienen esta característica.

1. Resistencia de sitio activo (lugar de acción, target site)
1. Mutación puntual.
2. Sobreproducción del sitio activo.
2. Resistencia fuera del sitio activo (fuera del lugar de acción, non target site)
1. Impedimento de la absorción.
2. Impedimento de la translocación.
3. Exclusión del sitio activo.
1. Compartimentación.
4. Metabolización del herbicida.

Hay una diferencia clara entre estos dos grandes grupos de mecanismos.

Cuando la resistencia está ligada al sitio activo es, por llamarla de algún modo,  concreta, relativamente fácil de detectar y que afecta a un herbicida o un grupo de herbicidas concretos. En este caso, lo más común es la de que el individuo resistente haya desarrollado una mutación, o varias, en el gen que codifica al enzima afectado por el herbicida, anulando su actividad. Por decirlo de forma muy resumida, cambiando de herbicida se resuelve el problema.

Otra situación distinta es la que se produce cuando la resistencia no está  ligada al sitio de acción. Las posibilidades de que la planta genere un mecanismo de resistencia son numerosas. Es más dificil detectar el mecanismo de resistencia. Un mecanismo de resistencia que no está relacionado con el sitio de acción puede afectar a más de un grupo de herbicidas. En concreto, cuando la resistencia se da por metabolización del herbicida puede que se generen resistencias incluso a herbicidas que no solo no se han comercializado sino que incluso aún no se han descubierto. Por tanto, en este caso se dan con frecuencia casos de resistencias cruzadas.

Además de estas dos posibilidades se puede dar una tercera, que es cuando la mala hierba posee resistencia múltiple, combinando ambos tipos de mecanismos.

En este caso los individuos resistentes lo son a un gran número de herbicidas, haciendo muy difícil su control empleando solo herbicidas.