Los helechos son unas plantas con características muy peculiares: algunos, parecen palmeras con su tronco y sus frondes, y otros, la mayoría, crecen hasta alcanzar una altura no superior a los 40cm. Hay unos, los Pteris, que son muy decorativos, ya que se desarrollan de tal manera que puede decirse que son colgantes.
Son muchas las variedades que se cultivan en el interior del hogar, pero también puedes tenerlo en el exterior.
Pteris berteroana
Nuestros protagonistas son helechos originarios de las regiones tropicales y subtropicales del mundo. El género, Pteris, pertenece a la familia Pteridaceae y está compuesto por, ni más ni menos, que 280 especies. Se caracterizan por tener frondas (hojas) erectas o ligeramente arqueadas, compuestas, de color verde claro u oscuro, y llegan a alcanzar una longitud de 2 metros.
Como curiosidad, decir que la especie P. vittata tiene la habilidad de hiperacumular arsénico del suelo, por lo que se la está usando como especie de bioreemediación. El descubrimiento fue publicado en la revista Nature.
Pteris wallichiana
Si te gustaría tener un precioso helecho de este género en casa, sigue nuestros consejos:
Ubicación: puede estar tanto en interior en una habitación con mucha luz, como en el exterior en semisombra.
Riego: frecuente en verano, algo más escaso el resto del año. Regar cada 2-3 días en los meses más calurosos, y cada 5-6 días el resto. Hay que evitar el encharcamiento.
Suelo o sustrato: no es exigente, pero crece mejor en los que tienen buen drenaje.
Abonado: es muy importante abonar durante la primavera y el verano con abonos orgánicos líquidos, siendo el guano uno de los más recomendables por su rápida eficacia.
Trasplante o época de plantación: tanto si quieres cambiarlo de maceta, algo que hay que hacer cada 2 años, como plantarlo en el jardín debes hacerlo en primavera.
Rusticidad: por lo general son sensibles al frío. Necesitan protección si la temperatura baja de los -2ºC.