REPOLLO: CARACTERÍSTICAS DE LA PLANTA

Clasificación

El repollo (Brassica oleracea L. var. capitata L.) es una planta dicotiledónea, herbácea y bienal, la cual se cultiva como planta anual. Pertenece a la familia botánica Brassicaceae, antes conocida como Cruciferae (por tener flores en forma de cruz), y bajo la cual también se encuentran otros cultivos comestibles importantes. Algunos de estos pertenecen a la misma especie (Brassica oleracea) pero de un grupo o variedad botánica diferente, como es el caso  del brécol o brócoli (B. oleracea var. italica), el coliflor (B. oleracea var. botrytis), la col de bruselas (B. oleracea var. gemmifera), la berza (B. oleracea var. acephala), y el kholrabi (B. oleracea var. caulorapa).

Entre otros cultivos comestibles de importancia que también pertenecen a la misma familia botánica Brassicaceae se encuentran la mostaza de hoja [Brassica juncea (varias subsp.)],  el repollo chino (dos especies, Brassica rapa subsp. chinensis y Brassica rapa subsp. pekinensis), el nabo (Brassica rapa subsp. rapa), el rábano (Rhaphanus sativus) y el berro (Nasturtium officinale).

Origen
Algunos autores indican que el lugar de origen de la especie Brassica oleracea fue el oeste de Europa (ej., las costas de Inglaterra y el oeste de Francia), donde esta se ha encontrado en forma silvestre. Por otro lado, otros consideran que mucha de la evidencia encontrada apunta como su lugar de origen a la zona del este del Mediterráneo, y también a Asia Menor, desde donde luego se diseminó a diversos lugares de Europa.

Según se fue domesticando la planta silvestre de la especie Brassica oleracea, cuya parte comestible eran sus hojas, se fueron seleccionando y reproduciendo las plantas con las hojas más grandes. Dicho proceso dio lugar al desarrollo de lo que hoy día conocemos como berza o “kale”, Brassica oleracea var. acephala, o ‘repollo sin cabeza’. Luego hubo preferencia de parte de algunas personas por las plantas de berza o “kale” que presentaban un mazo o racimo de hojas tiernas más compacto, las mismas agrupadas en el ápice terminal o yema apical del tallo de la planta.

Una continua selección y propagación de plantas con dichas características, la cual se estuvo llevando a cabo a través de cientos de generaciones de plantas, dio lugar eventualmente a lo que hoy día conocemos como la planta de repollo, Brassica oleracea var. capitata, o ‘repollo con cabeza’. Este fue introducido a los Estados Unidos de América durante el siglo 16 (por Jacques Cartier en 1541) e introducciones posteriores se realizaron por los primeros colonos. Su nombre en inglés, “cabbage”, se deriva de la palabra francesa “caboche” que significa cabeza.

Usos
El repollo es un alimento versátil, rico en vitamina C. Hoy día se produce principalmente para ser consumido en su estado fresco, en ensaladas o hervido, aunque en algunos lugares es procesado principalmente para la preparación de col agria o «sauerkraut». Por su versatilidad, también se utiliza como ingrediente en la preparación de diversos platos, incluyendo sopas, guisos, preparado al horno (ej. hojas de repollo rellenas), entre otros. Antes de que el repollo se cultivara para alimento, el mismo ya era utilizado y reconocido como planta medicinal.

Descripción de la planta 
El tallo de la planta del repollo es uno mayormente no-ramificado, corto y grueso, y sus hojas son de superficie cerosa. Un corte longitudinal de la cabeza nos permite observar que la planta del repollo es realmente un ápice de crecimiento terminal bien grande. Esta planta puede alcanzar una altura de 16 hasta 24 pulgadas (40 a 60 cm) al madurar. Sus primeras hojas (las hojas inferiores) son de superficie lisa o algo abollada, a menudo divididas, y algo carnosas.

Estas se expanden completamente, en algunos casos alcanzando hasta unas 18 pulgadas (45 cm) de largo y 12 a 16 pulgadas (30 a 40 cm) de ancho. Las próximas hojas del tallo son relativamente más pequeñas y estrechas, siendo algunas ellas abrazadoras, que se  mantienen erectas y dobladas hacia el centro de la planta. Como resultado, la cabeza se va formando a partir de un desarrollo denso de hojas alrededor del punto de crecimiento, siguiendo las hojas una secuencia en forma de espiral y formando una roseta compacta. En el ápice de crecimiento dentro de la cabeza del repollo continúan creciendo y desarrollándose nuevas hojas, las cuales al expandirse dentro de la cabeza van a ir ejerciendo presión sobre las hojas externas.

Mediante  dicho proceso la cabeza va adquiriendo firmeza y aumentando en peso, hasta que la misma alcanza la densidad (peso/volumen) considerada aceptable para la cosecha, terminando así el periodo de la formación de la cabeza del repollo. Si esta no se cosecha a tiempo, la posterior
expansión  de las nuevas hojas internas y la reanudación del crecimiento del tallo en su interior tendrían como resultado el que la cabeza del repollo se hienda o raje.

El color del repollo es generalmente verde, en diversas tonalidades, incluyendo verde azulado y grisáceo. Hay también repollos de hojas rojas o púrpura. En el caso del repollo de tipo «savoy», el cual se distingue por sus hojas bastante arrugadas, el mismo pertenece a la misma especie pero a una variedad botánica diferente (B. oleracea L. var. sabauda L.). En cuanto a la forma de la cabeza del repollo, hay tres tipos principales: redonda, ovalada o achatada.

El tamaño de la cabeza del repollo al momento de la cosecha estará determinado principalmente por el potencial genético que posea para dicho parámetro el cultivar o variedad de repollo que hayamos sembrado. El tamaño también estará determinado por las distancias de siembra utilizadas (i.e., el espacio disponible para el crecimiento de cada planta). Otras prácticas culturales que se llevan a cabo durante el crecimiento y desarrollo de la planta pueden también  afectar el tamaño final de la cabeza, como lo son: el suministro de agua, los nutrientes disponibles a la planta, y el manejo para el control de insectos, enfermedades y malezas.

El sistema de raíces del repollo se describe como uno moderadamente superficial o poco profundo, alcanzando de 18 hasta 24 pulgadas (45 a 60 cm) de profundidad. La mayor parte de las raíces, hasta el 90% de estas, se concentran en las primeras 8 a 12 pulgadas (20 a 30 cm) del suelo. Este potencial de desarrollo del sistema de raíces es uno bajo condiciones óptimas del suelo y del desarrollo de la planta pero el mismo se puede ver limitado y afectado por varios  factores, como lo son: las características físicas de algunos suelos (ej. suelos compactados), algunas prácticas de riego utilizadas (ej., riegos bien cortos y frecuentes), y cuando la siembra se lleva a cabo mediante el trasplante de plántulas (i.e., el método de siembra directa en siembras comerciales de repollo no se recomienda).

Inflorescencia, fruto y semilla
El repollo no es una planta sensitiva al fotoperiodo en cuanto a su florecida. Después de haber pasado su etapa juvenil, las plantas de repollo florecen en respuesta a temperatura. Esto ocurre cuando las plantas han estado expuestas a temperaturas menores de 50° F (10º C), durante un periodo de 5 a 6 semanas. Mientras más baja la temperatura, más corto será el período de exposición requerido.

El ‘tallo floral’ se desarrolla a partir de un crecimiento rápido del tallo comprimido presente en la cabeza de la planta del repollo. Su inflorescencia es una de tipo racimosa, con flores en racimos de unas 5 pulgadas (12.5 cm) de largo. Las mismas son flores perfectas, de color blancuzco o amarillento, de cáliz estrecho, y con cuatro sépalos y pétalos opuestos formando una cruz. Su fruto, en forma de vaina, es una ‘silicua dehiscente’ conteniendo aproximadamente de 10 a 30 semillas por fruto. Las semillas son pequeñas, redondas y de color oscuro. Se estima que 9,000 semillas tienen un peso aproximado de 1 onza (28.35 g).

Requisitos climatológicos
En términos generales, el repollo se clasifica como un ‘cultivo de época fría’ (cool season crop) que puede tolerar heladas, siendo este capaz de sobrevivir a un período corto de exposición a temperaturas tan bajas como de 20° F (- 9.4º C) y en algunos casos hasta de 15º F (- 6.7º C). Aunque en la planta de repollo ya puede ocurrir crecimiento a temperaturas promedio de por lo menos 40 a 45° F (4.4 a 7.2º C), generalmente se considera que las temperaturas promedio óptimas para su crecimiento y desarrollo son unas de entre 59 y 68°F (15 y 20º C).

A unas temperaturas promedio mayores de 77° F (25º C), se podrían afectar adversamente su desarrollo y la calidad del producto a ser cosechado (ej., la densidad y la forma de la cabeza). Por otro lado, podemos encontrar diferencias entre las variedades comerciales de repollo que sembremos en cuanto a sus requisitos de temperatura. Algunas de estas se pueden observar creciendo de forma muy satisfactoria bajo condiciones de temperaturas bajas y también bajo temperaturas relativamente altas como las que prevalecen en muchas ocasiones en Puerto Rico.

Las plantas del repollo requieren de bastante humedad en el suelo y de forma uniforme. Su exposición a un riego irregular o un periodo de sequía seguido por lluvias fuertes, puede causar que las cabezas se hiendan. Este cultivo también requiere de condiciones de buen drenaje en el suelo. La planta del repollo puede crecer durante todo el año en Puerto Rico, pero las cabezas de mejor tamaño y peso se producen durante la época de invierno y primavera.