Semilla de cebada le sigue el paso al cambio climatico

En el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiologia de Salamanca iniciaron un proyecto que busca que este cereal se pueda producir en condiciones adversas como la falta de agua y sea capaz de absorber dioxido de carbono.

En el futuro se podran seleccionar las semillas mejor adaptadas a las condiciones ambientales. Foto: Cortesia.

Ademas de nutrir, la cebada tendra 2 propositos ambientales: reducir la cantidad de dioxido de carbono (CO2) en el planeta y usar menos agua durante su proceso de cultivo. Ese es uno de los objetivos que se propusieron los investigadores del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiologia de Salamanca, Irnasa, centro del CSIC, debido a sus estudios sobre los efectos del cambio climatico, la fotosintesis de las plantas y la productividad de cultivos como este cereal.

Para ello, el Instituto acabo de iniciar un proyecto basado en los cambios moleculares y funcionales de la semilla de cebada, con el fin de que esta durante su crecimiento se pueda adaptar a las principales caracteristicas del cambio climatico: el CO2 en la atmosfera.

De acuerdo con Pilar Perez, cientifica del Irnasa y lider del proyecto ‘Cambios moleculares y funcionales con impacto potencial en la adaptacion al aumento de CO2 atmosferico en la cebada’, financiado por la Junta de Castilla y Leon, una de las mayores preocupaciones es el aumento de este gas, ya que absorbe la radiacion infrarroja y de esta manera se calienta la atmosfera, dando como resultado fenomenos como la sequia, lluvias intensas, o en el peor de los casos degradacion de los suelos.

«Los investigadores estamos preocupados porque este cambio climatico alterara muchos elementos del ambiente de los cultivos», explico Perez, quien tambien indico que gases como el dioxido de carbono son un nutriente mas que la planta toma a traves de sus hojas y mediante la fotosintesis lo transforma en biomasa.

«Por eso, el aumento de este gas podria estimular la fotosintesis y mejorar el crecimiento y rendimiento de los cultivos e incluso haria que las plantas consumieran menos agua, porque hace que cierren sus estomas, es decir, los poros por los que pierden liquido en forma de vapor», explico la experta.

En torno al tema del calentamiento global, que se traduce en el aumento de las temperaturas, entre 1 y 4 grados centigrados, se podria perjudicar el desarrollo de los cultivos. Con el aumento tanto de CO2 como de la temperatura pueden compensar las perdidas de produccion agraria provocadas por la mayor sequia y el estres de temperatura, segun el Irnasa.

A mayor CO2, menor produccion

Aunque el aumento del dioxido de carbono podria indicar que hay una mayor oportunidad de tener cultivos mas rentables, los investigadores del Instituto señalaron que la produccion es «notablemente inferior a lo esperado», debido a que las plantas crecen expuestas al CO2 durante un tiempo prolongado.

«Lo que se produce es un efecto de aclimatacion que hace que la fotosintesis no aumente tanto como podria hacerlo», dijo Pilar Perez, quien agrego que «nuestra tarea sera conseguir semillas que aumenten la produccion en un clima cambiante, reduciendo al mismo tiempo la degradacion del suelo y los recursos hidricos y limitando impactos ambientales como la emision de gases con efecto invernadero».

La clave esta en la mutacion de la semilla

Hoy dia, en lugar de realizar una seleccion de las mejores plantas, los cientificos pueden acelerar su generacion mediante una tecnica: la mutagenesis, que consiste en tratar las semillas con productos que alteran su material genetico, seguida de un proceso de seleccion de la descendencia. El resultado no son plantas transgenicas, ya que no se han insertado genes de forma artificial.

Sobe este aspecto, Jose Luis Molina, cientifico del centro de investigacion de Lleida, obtuvo un genotipo de cebada denominado G132 que es mas tolerante a estos cambios ambientales. En colaboracion con el, el Irnasa estudio en un proyecto anterior las caracteristicas genicas, fisiologicas y bioquimicas de este mutante de cebada y su respuesta al aumento de concentracion de CO2 en la atmosfera en comparacion con la variedad de la que deriva, llamada Graphic.

Tras analizar genes y enzimas clave en la fotosintesis y el metabolismo, el resultado mas relevante se produjo cuando crece en CO2 elevado el genotipo G132, que no presenta el proceso de aclimatacion y no pierde capacidad fotosintetica. De igual forma, la cantidad de proteina rubisco (la cual ayuda a que el CO2 se fije en la planta) disminuye significativamente en Graphic, mientras que en la variedad mutada disminuye muy poco o incluso aumenta.

«Esos resultados nos ayudaran a conocer y poder adaptar mejor las plantas al CO2», comento Pilar Perez. Es decir que con esta informacion, se podran seleccionar las semillas mejor adaptadas a las condiciones ambientales del futuro u obtener nuevas variedades con las caracteristicas necesarias.

FUENTE: contextoganadero.com