Técnicas fundamentales para establecer un programa de riego eficaz

El riego es una de las actividades de mayor impacto en el sector agrícola. La producción de cultivos puede llevarse básicamente en siembras de temporal, de temporal tecnificado y de riego. El riego puede llevarse a cabo con una gran variedad de sistemas, que evolutivamente pueden ser englobados en tres grandes grupos: riego de superficie, riego presurizado y riego mecanizado. En agricultura protegida, han adaptado la forma de riego a este sistema de producción, siendo principalmente por goteo, y variantes como los llamados espagueti o piquetas.

Independientemente del tipo de sistema de riego que se pretende implementar, existen tres factores básicos a resolver:

1. Cuánto regar: que se refiere a una lámina de riego de unos 6 mm al día. La cantidad de agua que hay que suministrar al sistema, debe ser la cantidad de agua necesaria para suplir las necesidades hídricas de la planta.

2. Cuándo regar: la gestión del riego es multifactorial; abarca factores del clima, del suelo y del cultivo. Se identifica como de baja frecuencia (que puede ser un riego diario) o alta frecuencia (4-5 riegos por día). El manejo del cultivo también define la frecuencia; se ha observado que es mejor regar más frecuentemente, aunque menos cantidad.

3. Cómo regar: definir el tipo de sistema de riego. Técnicamente se ha podido evaluar un incremento en el rendimiento con el riego; no obstante, la decisión de introducir un sistema de riego pasa por el valor de la producción, y en ese sentido el nivel tecnológico estará en función del valor de la producción.

Los avances tecnológicos desempeñan una función clave en la evolución del riego

La evolución del sector agrícola ha derivado en diversas técnicas de cultivo que a su vez ha requerido la adaptación tecnológica. La agricultura protegida es uno de los resultados de esa evolución, a la cual se ha tenido que adaptar la introducción de los fertilizantes en el riego, lo que se ha llamado fertirriego.

Técnicas en la gestión del riego

La planta tiene una necesidad mínima que debe satisfacer para llevar a cabo sus necesidades fisiológicas; no obstante, se han desarrollado técnicas que permiten reducirlas mediante la gestión, tales como las siguientes:

  • Estimar fracción de drenaje en function de la calidad del agua, entre 10-30% del riego.
  • Uso de cubiertas orgánicas e inorgámocas que eviten la evaporación del suelo o medio del cultivo, lo cual puede representar hasta el 20% del volumen en época de máxima evaporación (calor latente)
  • Mantener la eficiencia del riego localizado con variaciones de caudal no mayors a 10% y variaciones de presión inferiores a 21%.
  • Realizar mantenimiento de los emisores para evitar obturaciones, rupturas, daños mecánicos. Esta revisión es conveniente cuando el sistema esté operando.
  • Efectuar el lavado de los filtros después de cada riego.

Riego por superficie

Constituye la forma de riego con la que mayor superficie se riega en el mundo. Consiste en la aplicación del agua usando la fuerza de gravedad, o lo que es lo mismo, la conducción del agua se da a través de canales de diversos tamaños, siempre usando una diferencia de cotas o alturas, con lo cual se define una velocidad de flujo y un gasto.

Las técnicas de riego por gravedad se usan en cultivos extensivos siendo las más usadas surcos, melgas y surcos alternos

Tecnificación del sistema de riego

El riego presurizado permite un control del gasto, pero se necesita presión. Las formas más comunes son en forma fija o móvil. Una derivación de este esquema es el montaje de los aspersores en una estructura móvil, a lo que se ha llamado riego mecanizado. Existe una gran diversidad de estos, pudiendo ser de avance frontal, side roll, LEPA, pivote central, cañón viajero, entre otros.

El riego localizado se usa cuando el agua escasea y es el sistema más eficiente. Utiliza relativamente baja presión y bajo caudal, y sus principales variantes son goteo y microaspersión.