Uso de herbicidas suelo-activos para malezas de difícil control post-emergente en frutales

Los herbicidas suelo-activos, también llamados “residuales” o pre-emergentes, son una útil herramienta para controlar malezas anuales y perennes provenientes de semilla en huertos frutales, parronales y viñas. Normalmente, estos herbicidas son aplicados durante el otoño-invierno, a toda la superficie o a parte de ella, dependiendo del manejo de cada huerto.

Su uso permite lograr un buen control de malezas provenientes de semilla mientras permanezca el período de persistencia del herbicida (período de control). Sin embargo, pese a que el uso de este tipo de herbicidas está ampliamente extendido, también es común ver en los huertos problemas en el manejo de malezas anuales que no logran ser bien controladas a lo largo de la temporada.

M. Verónica Díaz M., Mg.Sc. Ing. Agrónomo, Fac. Ciencias. Agronómicas Universidad de Chile-

Ana María Prado B., Ing. Agrónomo, Gerente Técnico Agrospec.

Esto puede deberse a que el momento de aplicación del herbicida suelo activo no coincide con la época de mayor emergencia de esas malezas, es decir, cuando ocurre parte o la totalidad de su emergencia ya ha terminado la persistencia del herbicida; a que el herbicida suelo-activo elegido no es un buen controlador de esa(s) maleza(s); o debido a que fallaron otros aspectos de manejo como la dosis utilizada, calidad de la aplicación, etc. Luego, con las malezas emergidas, es posible que aplicaciones reiteradas de herbicidas al follaje (glifosato,  paraquat,  glufosinato, aminotriazol, etc.),  no logren disminuir el problema si es que existen deficiencias en el manejo de los herbicidas (estados de aplicación, dosis, mojamiento, calidad de la aplicación, etc.). Así, a pesar de que el productor invierte gran cantidad de recursos económicos y logísticos no logra disminuir la presión de malezas que probablemente se verá acrecentada en la siguiente temporada.

En resumen, hay  malezas que -pese a que los huertos consideran varias aplicaciones de herbicidas- escapan de estos controles e incluso aprovechan el espacio dejado por malezas que si son controladas, dominando la comunidad vegetal y por lo tanto se convierten en un dolor de cabeza para los productores. Por otra parte, existen malezas que por ser desconocidas por el productor, no son incorporadas al análisis al momento de diseñar estrategias de control, por lo que pasan desapercibidas y logran establecerse y posteriormente es más difícil su control. Ejemplos del primer caso son la ballica, la zanahoria silvestre y el epilobium y del segundo, el orysopsis, maleza que ni siquiera se encuentra considerada en las recomendaciones de control en el país.

Lo anteriormente descrito lleva a pensar que el uso de herbicidas suelo-activos con amplio espectro de control y persistencia relativamente larga, sería una solución, siempre y cuando los productos herbicidas sean seleccionados y aplicados correctamente. Uno de los aspectos claves es la elección del o los ingredientes activos que controlen eficazmente las malezas problema de cada huerto. Por esto, la Universidad de Chile con la empresa Agrospec se plantearon el objetivo de comparar la eficacia de 3 herbicidas suelo-activo de uso común en la zona central del país, (simazina, pendimetalin y oxyfluorfen) en el control pre-emergente de las 4 malezas mencionadas anteriormente. En esta primera parte analizaremos el caso de la ballica y el epilobium, malezas que se han convertido en problema por razones muy distintas.

Para el caso de la ballica, su amplio período de emergencia, sumado a su limitado período de control determina que en la práctica la eficacia lograda con aplicaciones de glifosato no sea la óptima. Así, si se quiere controlar con glifosato, además de usar una dosis adecuada, hay que aplicarlo en estados fenológicos que sean sensibles a este herbicida: desde que emerge hasta inicio de macolla, momentos en que se pueden obtener muy buenos resultados. Para lograr un control eficaz de esta maleza, basado sólo en el uso de herbicidas post-emergentes, habría que considerar aplicaciones cada 30-45 días, según la época, desde mayo hasta septiembre, lo cual no es logística ni económicamente factible. Por otra parte, en un manejo convencional con aplicaciones de herbicidas post-emergentes, cada 60 días por ejemplo, las ballicas que pasen del estado de control adecuado no serán controladas por las aplicaciones siendo común y erróneamente catalogadas como “resistentes a glifosato”.

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Cuadro 1. Tratamientos utilizados. (*)Dosis recomendada de acuerdo al tipo de suelo empleado en este estudio.

Por otra parte, la leguminosa conocida como epilobium (Epilobium ciliatum), presente desde la región de Atacama hasta la de Magallanes (Ormeño, 2006) se ha transformado en los últimos años en una maleza problema desde la región de Valparaíso hasta la del Bio-Bío. Ormeño, quien ya la indicó como una maleza de difícil control el año 2006,  describe sus plántulas como pequeñas y malas competidoras con otras malezas, por lo cual necesitan suelo descubierto y con bastante humedad para su establecimiento. Posee una gran capacidad de reproducción durante todo el verano, siendo el viento un efectivo diseminador de sus semillas por lo que rápidamente se vuelve un problema, especialmente en sectores húmedos. Si bien es controlada por aplicaciones de herbicidas post-emergentes realizadas a dosis y estados fenológicos apropiados, una vez que emite el escapo floral, la efectividad de estos herbicidas disminuye notoriamente.

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Epilobium ciliatum. En invierno, la maleza toma una coloración rojiza.

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Epilobium en floración

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Flor de Epilobium. Posee flor de color rosado.

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Al completar su ciclo, los capis de Epilobium se enroscan de manera característica lo que facilita su reconocimiento.

BUEN USO Y EFICACIA DE LOS HERBICIDAS SUELO-ACTIVOS

El uso de los herbicidas suelo-activos permite, cuando son bien manejados, tener un largo periodo libre de la mayor parte de las malezas anuales, según su espectro de control. Además, son fáciles de aplicar, se usan en una época en que existe menor carga de trabajo y son bastante económicos. Un plan de manejo podría considerar incluso dos aplicaciones de herbicidas suelo-activos en huertos frutales, pensando en controlar malezas desde temprano en otoño hasta avanzada la temporada para afectar aquellas especies de emergencia más tardía, para luego continuar con herbicidas al follaje, bastante más localizados, sólo en aquellas malezas que no son controladas por el suelo activo como las perennes y aquellas que se escaparon del espectro de acción del herbicida suelo-activo aplicado.

Los productos considerados en este estudio fueron simazina, pendimetalin y oxyfluorfen. Estos herbicidas poseen características muy distintas y pertenecen a diferentes grupos químicos, por lo que su alternancia evitará los problemas que se generan al usar reiteradamente un mismo activo o grupo químico, como son: predominancia de malezas no controladas por un activo determinado, degradación acelerada (lo que se traduce en menor persistencia) y aumento en la probabilidad de aparición de genotipos resistentes.

La simazina, del grupo de las triazinas, se caracteriza por ser un herbicida suelo activo de amplio espectro, con un mejor control de malezas de hoja ancha y con una movilidad media en el perfil de suelo, por lo que no cuenta con registro de uso para ser aplicado en plantaciones menores de 3 años. Dada esta movilidad sus recomendaciones de uso estarán muy ligadas al contenido de materia orgánica del suelo. Su modo de acción es inhibir la fotosíntesis por lo que si bien las malezas llegan a emerger, al no poder realizar fotosíntesis, mueren una vez que se les agotan las reservas de la semilla.

El pendimetalin pertenece al grupo de las dinitroanilinas. Es un herbicida suelo-activo que controla muy bien malezas gramíneas y algunas hoja-ancha como poligonáceas (sanguinaria, duraznillo, entre otras). Su movilidad en el suelo es baja por lo que puede ser utilizado en plantaciones nuevas desde el primer año. Su acción herbicida se produce al inhibir el proceso de mitosis en los puntos de crecimiento, por lo que las malezas tratadas rara vez logran emerger, y si lo hacen, mueren rápidamente.

El herbicida oxyfluorfen pertenece al grupo químico difenileter y actúa destruyendo las membranas celulares. Este herbicida normalmente se ha usado como complemento al pendimetalin a dosis de 2 L·ha-1 pero por sí solo es capaz de controlar tanto malezas de hoja ancha como angosta. Su persistencia y espectro de acción están muy ligados a las dosis que se utilicen. Su movilidad en el suelo es muy baja por lo que al igual que pendimetalin puede ser usado en plantaciones nuevas. En el ensayo se evaluó la dosis normalmente usada como complemento al pendimetalin (2 L·ha-1) y a su dosis máxima de etiqueta (4 L·ha-1).

CARACTERÍSTICAS DE LOS ENSAYOS

Se utilizaron los herbicidas Oxifluorfen 24 EC, Pendimetalin 33% EC y Simazina 90 WG, de la empresa Agrospec.

El estudio se efectuó entre abril y octubre de 2015, periodo que abarcó desde la recolección de las semillas de las malezas en diferentes huertos frutales de la Región Metropolitana, hasta la evaluación de control de las malezas.  La aplicación se realizó el 27 de julio de 2015, con una pulverizadora manual de espalda de 15 L de capacidad marca SOLO®, con boquillas de abanico plano 8002, calibrada para asperjar 200 L·ha-1 de mezcla.

Se establecieron ensayos independientes para cada una de las malezas con los 5 tratamientos descritos en el Cuadro 1. Se usó un diseño completamente al azar con 5 repeticiones. La unidad experimental de cada ensayo fue una bolsa de polietileno negro de 35 kilos de capacidad, rellenada con suelo agrícola (franco arcillo arenoso, 2,61% de materia orgánica). Posteriormente se regaron las bolsas para estabilizar el sustrato se dejaron drenar y a los 7 días se sembraron 100 semillas, número ajustado por los  porcentajes de germinación de cada maleza estudiada. Luego se aplicaron los diferentes tratamientos herbicidas y se les suministró el agua de riego necesaria para su crecimiento y desarrollo. Con el fin de evaluar el efecto de los tratamientos para cada maleza en estudio, 70 días después de la aplicación (DDA), se contabilizó el número de malezas vivas por maceta y se cortó la biomasa aérea de las malezas vivas, la cual se secó en estufa a 70 °C, hasta masa constante. Los datos fueron sometidos a un análisis de varianza  y la separación de medias se realizó por medio de la prueba de comparación múltiple de Tukey al 95% de confianza. El programa estadístico utilizado fue Infostat.

RESULTADOS Y COMENTARIOS

Para facilitar su análisis los resultados se presentan como porcentajes de control respecto al testigo, basados en el número de malezas emergidas y en la materia seca generada por las malezas vivas que llegaron al término del ensayo. Se indica el resultado estadístico del parámetro correspondiente basado en los valores originales. Se considerará que un herbicida controla efectivamente una maleza cuando éste reduzca (o controle) en un 80% el número de malezas o la materia seca generada por éstas, en relación a lo que se observó en el tratamiento testigo.

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Gráfico 1. Control de Lolium sp. con herbicidas suelo-activos, 70DDA. U. de Chile, 2015/2016.

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Gráfico 2. Control de Epilobium sp. con herbicidas suelo-activos, 70DDA. U. de Chile, 2015/2016.

Ballica

En el gráfico 1 se observa que los tratamientos oxifluorfen 960 g i.a./ha y pendimetalin 1,49 kg i.a./ha lograron un control efectivo de Lolium sp, siendo oxifluorfen 960 g i.a./ha superior a todo el resto de los tratamientos cuando se analiza el control basado en la materia seca, y estadísticamente igual a pendimetalin 1,49 kg i.a./ha cuando el análisis está basado en el número de plantas. Las aplicaciones de oxifluorfen 480 g i.a./ha y de simazina 2,7 kg i.a./ha, no alcanzaron un control óptimo, lo que era esperable, dado que oxifluorfen está a una dosis baja y a que la simazina, tratamiento que muestra la menor efectividad, posee un espectro de control mayoritariamente para especies dicotiledóneas.

Epilobium

Al analizar lo ocurrido con epilobium se destaca el control alcanzado por simazina 2,7 kg i.a./ha el que, al comparar los valores de materia seca obtenidos, fue estadísticamente superior al resto.  Al observar los datos de número de malezas, simazina 2,7 kg i.a.ha fue estadísticamente igual a oxifluorfen 960 g i.a.·ha-1 y ambos fueron superiores al resto de los tratamientos. En este sentido la dosis de oxifluorfen es determinante en relación al porcentaje de control obtenido para el parámetro número de plantas, dado que se observan diferencias estadísticas significativas entre ambas dosis. Similar resultado se obtuvo en la maleza anterior, en donde la dosis de 960 gr i.a./ha de oxyfluorfen fue estadísticamente superior a dosis de 480 gr i.a/ha en ambos parámetros evaluados.

En el caso de pendimetalin, este herbicida no logró una disminución que permita considerarlo como una alternativa de control de esta maleza, resultado esperable ya que la mayor fortaleza de este herbicida es su control de gramíneas.

En resumen, si bien el control post-emergente de ballica y epilobium puede ser poco eficiente y engorroso, existen muy buenas alternativas para controlar eficazmente estas malezas desde antes de que emerjan. Para esto, será importante considerar este problema al momento de diseñar el programa de control de malezas del huerto, para lograr persistencias de los herbicidas suelo-activo en la época de mayor emergencia de estas malezas.

El análisis de los resultados obtenidos en los ensayos de zanahoria silvestre y oryzopsis se presentarán en una próxima entrega.

Bibliografía:

Ormeño, J. (2006). Malezas de frutales que no son controlados con glifosato. Tierra adentro. 71 p. 26-29.