Los síntomas más frecuentes en las vacas son los referidos al sistema reproductivo, el más llamativo y fácilmente detectable es el aborto, sobre todo entre el quinto y el séptimo mes de gestación. Otros de los efectos son:
- Retención de la placenta
- Nacimiento de terneros débiles o muertos
- Descargas vaginales
- Esterilidad o dificultades reproductivas
- Menor producción de leche
- Lesiones articulares
- Orquiditis en el caso de los machos afectados
En muchas ocasiones, lo que sucede es que a simple vista los hijos de madres afectadas que consiguen nacer parecen saludables. En estos casos, lo que ocurre es que se ve dificultada la detección, siendo completamente necesario realizar análisis serológicos o cultivos para poder estar seguros de que el ternero está sano o, por contra, ha contraído la brucelosis bovina. Mientras una vaca sea portadora, excretará patógenos por medio de la leche, así como por sus defecaciones y orines, que pasan a la tierra y las aguas, las cuales se vuelven un medio de contagio tanto para animales como para personas.
Diagnóstico y tratamiento para la brucelosis bovina
Para poder realizar un diagnóstico precoz de la brucelosis bovina, se suele tener en cuenta como primer indicio la presencia de alteraciones reproductivas como abortos o retención de placenta. Pero han de realizarse pruebas serológicas para poder corroborar la presencia de la infección. Si se confirma, en estos casos suele recurrirse a la eutanasia, por la ausencia de un tratamiento efectivo y el riesgo de transmisión a humanos.
De esta forma, a día de hoy no existe un tratamiento para la brucelosis en las vacas, por lo que todas las que enferman son sacrificadas. Esto se explica por el uso de las vacas como fuente de alimento, contando tanto la leche como la carne, lo cual hace muy peligroso que las personas puedan consumir carne o leche proveniente de vacas contagiadas. Es por esta razón, debido a que la brucelosis es una zoonosis, por lo que, al no existir un tratamiento o medicamento que asegure totalmente la desaparición del patógeno, se aboga por eutanasiar al animal. Para poder evitar esta lamentable situación, es fundamental llevar a cabo medidas preventivas, fomentar el consumo de carne ecológica que, además, ayude a controlar este sector y, por supuesto, apostar por encontrar un tratamiento efectivo que evite el sacrificio de estos animales.
El tratamiento en humanos consiste en la administración de fármacos antibióticos combinados, siendo la duración del tratamiento de entre 3 y 6 semanas. Pese a que suele haber recuperación total, un 10-15% de los pacientes presentan recaídas más o menos graves.
Prevención de la brucelosis bovina
Debido a las complicaciones que tiene esta enfermedad, se hace necesario tomar medidas preventivas, una de las más importantes es tener controlado el ganado bovino. Para ello, hay que realizar un mínimo de un chequeo anual de todas las cabezas de ganado de cada rebaño. Este chequeo incluye la realización de pruebas serológicas, así como un exhaustivo análisis de la leche, como la prueba del anillo en leche. Cuando se detecta brucelosis en un animal, este ha de ser aislado para evitar que contagie a los demás.
Cuando los rebaños se encuentran en zonas en las que hay brotes de brucelosis o donde esta es endémica, se recomienda vacunar a los animales. Existen diferentes vacunas, todas ellas fabricadas con virus vivos modificados, son bastante efectivas y los organismos de gobierno de cada región suelen hacer recomendaciones para saber qué vacuna es la más recomendable en cada caso y zona geográfica.