Cuidados de las flores bulbosas

Las plantas bulbosas son fáciles de cultivar y permiten decorar el jardín con flores durante casi todo el año.

Bulbos de floración primaveral: Los bulbos de flores primaverales deben sembrarse en invierno, en un sustrato bien drenado y a pleno sol. En cuanto empiece a calentar el sol, los bulbos de primavera brotarán llenando el jardín de flores coloridas.

Entre los principales bulbos de floración primaveral destacan jacinto, narciso, tulipán y lirio, siendo posible elegir flores de distintos colores y fragancias en función de la variedad.

Bulbos de floración estival: Los bulbos que florecen en verano se siembran en primavera, en un sustrato bien drenado y al sol. Las bulbosas de verano florecen a finales de primavera permaneciendo en flor hasta bien entrado el otoño.

Algunos de los bulbos de floración estival más destacados son agapanto, caña de las indias, dalia y calas.

Para que las plantas bulbosas se mantengan floridas por más tiempo, debemos regarlas con frecuencia durante el período floración, además de protegerlas del frío y calor excesivos.

Una vez finalizado su período de floración, las flores de las bulbosas comienzan a marchitarse. Antes de cortarlas conviene esperar a que las flores se sequen completamente y a que los tallos se vuelvan amarillos para dejar que los bulbos se regeneren.

Finalmente, cortaremos el tallo con cuidado para no arrancar el bulbo que quedará en estado de reposo vegetativo hasta la llegada de la siguiente primavera.