Rotacion y cultivos de cobertura, la formula del exito

Incorporar gramineas en la rotacion aumenta el balance de carbono y el consumo de agua. Esta alternativa es mas sustentable y rentable que los actuales sistemas en los que predomina el cultivo de soja.

Las napas en el sudeste de Cordoba presentan un nivel critico. Esto se debe a un escenario climatico de excesos –con un incremento del 28 % de las precipitaciones, con respecto a los valores historicos, que se acumulo al 26 % del ciclo anterior– y a un cambio en el uso del suelo con un reemplazo de cultivos perennes por anuales, que no alcanzan a consumir el agua de lluvia y generan excedentes hidricos. En este contexto, los especialistas del INTA Marcos Juarez analizaron cual seria la alternativa que permitiria mejorar esta situacion agronomica.

Para Pablo Bollatti –especialista del grupo Napas del INTA Marcos Juarez– «la incorporacion de gramineas en la rotacion mejora tanto los indicadores economicos como los ambientales con un consumo hidrico que asciende a 971 milimetros por hectarea por año (mm./ha/año) y un balance de carbono de 2.246 kilos por hectarea por año (kg./ha/año)».

Es decir, que la incorporacion de gramineas a la rotacion consume un 19,5 % mas de agua, una mejora significativamente mayor que en la rotacion actual, en la que predomina el cultivo de soja de primera y, en menor medida, maiz y doble cultivo de trigo/soja con un uso marginal para ganaderia bovina en base a pasturas.

«Si bien la situacion actual es la estrategia de menor gasto, desde el punto de vista financiero, esta alternativa presenta los peores indicadores ambientales con un bajo consumo de agua (766 mm./ha/año) y un balance negativo de carbono (-132). Ademas, obtiene el menor margen bruto por hectarea», detallo Carlos Ghida Daza –coautor de la investigacion y tecnico del INTA Marcos Juarez–.

Entre otras alternativas analizadas se encuentra una con rotacion 33 %, en la que la superficie agricola se distribuye en partes iguales en la secuencia trigo/soja-maiz-soja. «Se evidencio una mejora en los indicadores ambientales con un aumento del 10,3 % en el consumo de agua (845 mm./ha/año) y un balance de carbono de 1.112 Kg./ha/año», explico Bollatti.

A su vez, se estudio la secuencia rotacion 33 % con cultivos de cobertura (soja de primera y maiz de primera), la cual presento una importante mejora en los indices ambientales con un incremento del 173% en el balance de carbono (3.034 kg./ha/año) y 919 mm./ha/año en el consumo de agua.

Por ultimo, se analizaron los resultados en una rotacion 50 % o tres cultivos en dos años. Esta alternativa mejorada considera la rotacion trigo/soja-maiz. «La mayor proporcion de cereales mejora notablemente los indicadores ambientales pero con valores bajos en los indices financieros», detallo el especialista.

Volver a los origenes: de anuales a perennes

En la region pampeana el reemplazo de pasturas perennes y pastizales por cultivos anuales redujo practicamente a la mitad el consumo de agua, lo cual genero excedentes hidricos que alimentaron y elevaron los niveles freaticos. Para el INTA, mitigar el problema de las inundaciones requiere una vision integrada.

Es que, de acuerdo con Bollatti, los sistemas productivos implementados desde la decada del ´70 hasta la fecha, no alcanzan a consumir el agua de lluvia. En consecuencia, se genera un excedente de agua que acrecienta la cuenta hidrica de nuestros suelos y eleva el nivel freatico que aflora sobre la superficie.

«Es decir, –detallo Bollatti– mientras que antes, los cultivos agricolas ocupaban hasta el 30% de la superficie y el resto estaba cubierto de praderas perennes con potencial para consumir 1.500 mm anuales, ahora con precipitaciones promedio para la zona que rondan los 908 mm, se consumen unos escasos 750 mm».

En este contexto, Bollatti recomendo «una solucion integrada en la que las obras de infraestructura deben complementarse con un reordenamiento de las cuencas, lo que implica la sistematizacion de algunas de ellas y el incremento de los consumos hidricos por parte de los cultivos agricolas. Ademas sera necesario incorporar la rotacion de cultivos perennes para revertir los excedentes hidricos».

Para esto, se debera actuar de un modo colectivo y solidario de la mano de politicas agropecuarias con vision a corto, mediano y largo plazo, en la cual todos los actores de la cadena deben estar comprometidos y trabajar de forma conjunta.