Descubre los biofertilizantes que mejoran el cultivo del maiz

Investigadores han comprobado el incremento en la produccion y calidad del grano de maiz cuando el abono organico se aplica directamente sobre la hoja y planta del cultivo. Los biofertilizantes, contienen unas sustancias organicas que permiten que la planta pueda absorber mejor los nutrientes y asi crecer mejor.

Investigadores han comprobado la eficacia de biofertilizantes obtenidos a partir de lodos de depuradora, en la mejora de la produccion y calidad del maiz cuando son suministrados sobre la planta y hoja del cultivo. En concreto, la aplicacion de esta enmienda, aumenta el rendimiento del cultivo un 17% e incrementa las proteinas del grano un 30%.

Segun Manuel Tejada, del grupo de investigacion Edafologia Ambiental de la Universidad de Sevilla, se ha constatado que cuando el compuesto organico se aplica por este procedimiento existe una repercusion positiva en la nutricion de la planta, lo que influye en la produccion y calidad de la cosecha. Por el contrario, cuando se aplica al suelo no se aprecian mejoras significativas.

Los resultados, publicados en la revista European Journal of Agronomy, han revelado que las sustancias organicas que contiene este biofertilizante permiten que la planta pueda absorber mejor los nutrientes y de esta forma facilitar su crecimiento.

Para la obtencion del biofertilizante se introducen los lodos, procedentes de aguas residuales de depuradora, en un biorreactor o recipiente que mantiene un ambiente biologicamente activo, donde en condiciones optimas de pH y temperatura, asi como con el uso de determinadas enzimas, se transforma el lodo en un compuesto organico muy rico en proteinas de bajo peso molecular –como los aminoacidos– , facil y rapidamente asimilables por la planta.

Las sustancias organicas que contienen los lodos de depuradora permiten que la planta pueda absorber mejor los nutrientes y de esta forma facilitar su crecimiento

«Con este trabajo conseguimos constatar la efectividad de un biofertilizante elaborado a partir de lodos y revalorizar un residuo que incrementa cada año y no encuentra nuevas vias de aplicacion», afirma el cientifico de la Universidad de Sevilla.

Biofertilizantes en suelo y planta

Para desarrollar la investigacion se han realizado dos tipos de experimentos sobre parcelas de cultivo de maiz experimentales de una extension de 45 m2 en Trujillanos (Extremadura). Concretamente, se han desarrollado durante dos campañas consecutivas en 2013 y 2014.

Por una parte, el biofertilizante se ha aplicado al suelo en dosis de 10.000 y 20.000 kilos de producto por hectarea de terreno cultivado antes de la siembra. En el caso de la fertilizacion foliar, se han utilizado dosis de 3,6 y 7,2 litros de biofertilizante por hectarea. De manera paralela se ha realizado un tratamiento control que ha incluido abonos inorganicos tipicos del area de estudio.

Cuando el producto se ha añadido en suelo, los microorganismos (bacterias y hongos) lo han absorbido rapidamente y han provocado que la absorcion por parte de la planta sea muy baja y, en consecuencia, este hecho no tenga ningun efecto beneficioso sobre su nutricion.

Contrariamente, el abono por via foliar ha influido positivamente en la absorcion de macro y micronutrientes por la planta. Esto, como apuntan los cientificos, puede deberse a dos causas. Por un lado, las hojas estan cubiertas por una cuticula altamente permeable a moleculas organicas, que favorecen la entrada de iones unidos a estas moleculas dentro de la celula vegetal.

Por otra parte, la aplicacion foliar del biofertilizante permite la penetracion directa de sus compuestos quimicos a traves de estomas o poros presentes en la epidermis de la hoja. «Esto influye de manera positiva en la nutricion de macro y micronutrientes en la planta y, en consecuencia, en la produccion y calidad del grano obtenido», indica el investigador.

Este trabajo, financiado por la Consejeria de Economia y Conocimiento de la Junta de Andalucia y el Ministerio de Economia, Industria y Competitividad, contempla estudios posteriores que permitan establecer un protocolo que indique las dosis concretas a partir de la cual debe emplearse el biofertilizante para obtener su maximo rendimiento. «Asi mismo, contemplamos seguir investigando su uso con otro tipo de cultivos», concluye Tejada.