Con un sinfin de cualidades nutricionales, este Berry se ha transformado, junto al maqui y la murta, en uno de los grandes exponentes de las super frutas chilenas. Hoy, a traves de distintos ensayos e investigaciones, se busca convertirlo en una alternativa comercial para todos aquellos agricultores que buscan nuevas opciones de negocios.
La apariencia. Visualmente, el calafate es similar a cualquier otro berry. Su baya de color negro azulado posee un sabor dulce y presenta entre 7 y 11 pepas por fruto (duras y de mayor tamaño que las de las frambuesas). Credito: El Mercurio
Recolectar calafate no es sencillo. Los campesinos o lugareños que actualmente lo hacen deben enfrentarse a arbustos de unos dos metros, con grandes espinas y situados a orillas de rios, en bosques nativos o pendientes. La recompensa? Reciben entre $3.000 y $5.000 por cada kilo de este Berry, que en la actualidad es uno de los maximos exponentes de las super frutas chilenas.
Quienes lo convierten y comercializan como producto elaborado tambien obtienen lo suyo. Asi, por ejemplo, el sachet (60 gr) de polvo liofilizado puede ser pagado a $8.000, mientras que los 170 gr de mermelada pueden llegar a los $4.000.
Aun asi, la rentabilidad del negocio del calafate esta lejos de poder establecerse con claridad, debido que hasta ahora no existe informacion fidedigna que permita conocer sus requerimientos tecnicos a nivel de riego, fertilizacion y aplicaciones fitosanitarias, entre otros, ni menos sus costos de produccion a nivel comercial.
Pero eso no significa que no se hayan hecho los intentos por poner a disposicion de los productores mas informacion sobre esta especie. Y es que desde mediados de los años 90 que se vienen realizando estudios para caracterizar a este fruto. El año 2000, por ejemplo, el INIA Tamel Aike publico los resultados de la primera investigacion realizada en nuestro pais para comenzar a establecer la domesticacion del calafate.
Una super fruta
El calafate es un arbusto nativo de la Patagonia chilena y argentina. En nuestro pais es posible encontrarlo desde la region Metropolitana hasta Punta Arenas, aunque definitivamente se concentra con mayor fuerza en las regiones de Aysen y Magallanes.
«Se trata de una especie que se adapta muy bien a un clima templado lluvioso, lo que permite que las plantas sean vigorosas y sanas. En zonas como la Patagonia argentina, en cambio, se muestran estresadas, por lo que no se desarrollan con la misma fuerza», comenta Diego Arribillaga, investigador de Produccion Vegetal del INIA Tamel Aike y autor del estudio antes mencionado.
Es importante tener en cuenta de que como se trata de una especie silvestre es muy noble, por lo que se puede adaptar a diversas condiciones climaticas como vientos, nieve, sequia y lluvias, entre otras.
Nutricionalmente, el calafate es una fruta con muchas cualidades. La que mas destaca, sin dudas, es que cuenta con altos indices de antioxidantes, muy superiores a otras frutas como el arandano. Visualmente, esta especie es similar a cualquier otro berry. Su baya de color negro azulado posee un sabor dulce y presenta entre 7 y 11 pepas por fruto (duras y de mayor tamaño que las de las frambuesas).
«Los inconvenientes son las espinas del arbusto, lo que dificulta la cosecha y la composicion del fruto, donde el 30%-40% es pepa y el resto pulpa, jugo y hollejo», comenta el investigador del INIA Tamel Aike.
Aun asi, el experto recalca que la poca gente que efectivamente ha probado el calafate en cualquiera de sus versiones —fresco, cocido y deshidratado, entre otras— queda con una muy buena impresion de su sabor, lo que ha dado pie para que este incipiente negocio se haya ido expandiendo de forma paulatina, ganando cada vez mas adeptos entre los agricultores que buscan nuevas posibilidades de negocios.
Durante la etapa de investigacion, Diego Arribillaga y su equipo cultivaron el calafate de manera experimental y testearon distintas fechas, formas de propagacion, distancias de plantacion e injertos. Entre otras cosas, pudieron determinar que cada planta era capaz de dar entre 1.5 y 2 kilos de fruta al año.
«El siguiente paso es estudiar las labores de poda para que las plantas fructifiquen correctamente y su produccion sea estable en el tiempo. Asimismo, hay que buscar un ecotipo de menor tamaño, con menos espinas y pepas en el fruto», agrega el investigador.
El futuro del cultivo
A la fecha no existen datos de la superficie total de calafate en el pais, ni menos de los volumenes que se producen al año ni de las ganancias obtenidas de su comercializacion.
«Sigue dandose de forma natural, sin existir ningun cultivo establecido. Con los programas de recuperacion de suelo (en las regiones donde se da mas) que apuntaban a beneficiar a la ganaderia, el calafate se fue desplazando hacia zonas menos productivas y asi fueron quedando arboles aislados que quizas suman un par de cientos de hectareas», dice Arribillaga.
Hoy en Punta Arenas se esta haciendo un nuevo estudio de domesticacion del cultivo, cuyos resultados parciales podrian verse entre finales de 2016 y 2018.
Lo que queda por verificar es si en el futuro el calafate sera capaz de transformarse en un actor relevante de la fruticultura chilena, como lo es hoy el arandano, o si se mantendra como un frutal explotado de forma precaria y solo por unos pocos.