Los geranios pueden vivir todo el año en el exterior en zonas sin heladas, pero si vivimos en climas con inviernos fríos, lo mejor es cultivar los geranios en maceta y trasladarlos al interior durante el invierno.
Para que los geranios estén bonitos, además de protegerlos del frío, aplicaremos los siguientes cuidados:
1) Eliminaremos hojas secas, tallos dañados y flores marchitas con frecuencia.
2) A finales del invierno realizaremos una poda dejando las ramas a un tercio de su longitud. Esta poda estimulará el crecimiento de brotes nuevos y favorecerá una floración más abundante.
3) A principios de primavera sustituiremos parte de la tierra de la maceta por sustrato nuevo. Para ello sacaremos el cepellón de la maceta, rasparemos la base y los laterales para retirar la tierra y rellenaremos la maceta con mantillo o una mezcla de sustrato universal y compost. Cada varios años trasplantaremos el geranio a una maceta algo más grande que la anterior.
4) Cuando los geranios vayan perdiendo fuerza podemos rejuvenecerlos mediante propagación de esquejes semiduros que tomaremos a principios de primavera o a finales del verano.
Puedes ver más información en la ficha de plantas del geranio.