La actividad agropecuaria y agroindustrial que se desarrolla en el estado Lara, es reconocida a nivel nacional por su elevada contribución en los rubros hortícolas y caña de azúcar. Estas actividades requieren la existencia de sistemas de riego fundamentados en pozos profundos y lagunas (reservorios) para el almacenamiento de agua, desde donde es distribuida hasta las plantaciones. La consolidación de estos sistemas de producción ha permitido la conformación de una “infraestructura de lagunas” en numerosas propiedades de pequeños y medianos agroproductores.
La infraestructura de lagunas, hasta ahora de uso exclusivo para riego, constituye desde el punto de vista piscícola, un enorme potencial para la diversificación de los rubros agropecuarios y la optimización del uso de los recursos agua y tierra. Esta consideración cobra importancia al resaltar que en muchas de las propiedades, dotadas de lagunas, disponen de pozos profundos, servicios de electricidad, vialidad, seguridad, comunicación, disponibilidad de mano de obra, infraestructura; y además, proximidad a importantes centros urbanos (Mercados). Al respecto, es oportuno señalar que de acuerdo a Gascón y Martínez (1999) en el análisis del perfíl de los productos acuícolas para la región (Lara, portuguesa y Yaracuy ) se cuantificó una demanda de 9.939 tm/año.
En este sentido, y a manera de ejemplo, en el valle del río Turbio, asiento de plantaciones de caña de azúcar, existen al menos 100 lagunas dotadas de pozos y distribuidas en 62 medianas haciendas. Allí, unas 20 fincas poseen un caudal de 21-50 lps, 38 con caudal superior a 51 lps, y solo 4 inferior a 20 lps.
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