Nogal, elegancia e historia en el jardín

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nogales son árboles nobles, elegantes y muy valorados en el jardín. Los nogales centenarios podrían contarnos la historia de nuestros antepasados si hablaran, y desde luego, al plantar un nogal en el jardín, podemos estar seguros de que dejaremos un buen recuerdo a nuestros hijos, nietos, bisnietos…, que podrán disfrutar de sus frutos y su sombra durante varias generaciones.

Los nogales son caducifolios por lo que en otoño sus hojas toman tonalidades amarillas que aportan mucha belleza al jardín otoñal. Y es precisamente en otoño cuando sus frutos, las nueces, comienzan a estar maduros para poder ser recolectadas.

Las nueces son frutos secos con interesantes propiedades nutricionales. Tienen ácido oleico que ayuda a reducir el colesterol y a prevenir enfermedades de corazón y del sistema circulatorio. El consumo de nueces también proporciona a nuestro organismo calcio, antioxidantes, Vitamina E, Vitamina C y Vitamina B.

Se pueden obtener gran cantidad de nueces con un solo nogal en el jardín y además, podremos conservar las nueves en un lugar seco y fresco durante bastantes meses.

Un buen sitio para plantar un nogal debe ser un espacio amplio donde pueda crecer en altura y en anchura sin molestar ni ser molestado, ya que, se trata de un árbol sensible a los recortes o podas. El nogal prefiere el frío y la humedad antes que el calor y la sequía por lo que le vendrá mejor una zona fresca dentro del jardín.

Respecto al tipo de suelo, crecerá mejor en tierras arcillosas de pH alcalino y ricas en materia orgánica. Un acolchado orgánico en invierno y verano le servirá como abono y protegerá sus raíces del frío del invierno y del calor del verano principalmente cuando es joven. Sus propias hojas pueden servir de acolchado en invierno.