Nuevo CPTPP presenta desafíos y oportunidades para Latinoamérica

Se espera que el renovado acuerdo comercial Tratado Integral y Progresista para la Asociación Transpacífico (CPTPP) que entró en vigencia a fines del año pasado traiga beneficios y desafíos a la industria de frutas y hortalizas de América Latina, incluido un mayor acceso al mercado para ciertos productos y una menor competitividad para algunos.

PortalFruticola.com habló con representantes de la industria agrícola de México, Perú y Chile para escuchar sus opiniones sobre lo que significa para ellos el CPTPP.

El tratado, acordada por 11 países en enero del año pasado, tras la salida de Estados Unidos con la llegada de Donald Trump, ha sido ratificado hasta ahora por México, Japón, Singapur, Nueva Zelanda, Australia, Canadá y Vietnam, mientras que Brunei, Chile, Malasia y Perú esperan ratificarlo este año.

Para México la entrada al acuerdo podría suponer una pérdida de competitividad en los otros mercados en el sector hortofrutícola, según comentó Luis Enrique Zavala, vicepresidente de Anierm, la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana.

“En primer lugar debemos precisar que el fuerte de México a nivel internacional es la exportación de hortalizas, es básicamente donde somos realmente competitivos”, destacó.

“Sí existen temores de nuestro país en este sector… porque países como Malasia e Indonesia tienen buenas tasas de crecimiento y los productos que hemos estado viendo ya previo al TPP estaban llegando a México a precios bastante competitivos”.

Agregó que muchos países que son parte del CPTPP son además miembros del APEC y en ese sentido, para México exportar hacia esas regiones involucra un trabajo significativo en temas como la cadena de frío y estrategias comerciales, entre otros.

“Somos casi deficitarios con todos los países del CPTPP”, remarcó.

Comentó, sin embargo, que “el origen de estos tratados fue más del sector industrial, pero se percibe en México como una oportunidad para poder llegar [a otros mercados]”.

Remarcó, que en general, la mayoría de sus exportaciones van hacia América del Norte o Europa, por lo que, si bien esperan que estos tratados ayuden a cambiar el escenario y se sienten optimistas en las oportunidades, la falta de organismos públicos y de políticas gubernamentales que fomenten la exportación, no pronostican un escenario muy exitoso.

Sin embargo, la situación cambia radicalmente cuando se piensa en los países que están entrando al acuerdo, como es el caso de Perú o Chile.

“Para el Perú, el CPTPP representa el acceso a los mercados de Brunei, Vietnam, Australia y Nueva Zelanda y la ampliación de los mercados de Canadá, México y Japón”, comentó el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios Globales CIEN-ADEX, Carlos González.

Agregó que “con estos últimos 3 países ya tenemos acuerdos de libre comercio; pero, con restricciones en un conjunto importante de partidas que estaban excluidas”.

Es por ello que Gonzalez señaló que Perú espera incrementar sus exportaciones frutícolas gracias al tratado y, además tener mayores posibilidades de inversión, ampliación de capacidad productiva, e innovación y diversificación de productos.

En los últimos 5 años, las exportaciones agroindustriales de Perú son las que más han crecido con un 13,2% promedio anual, indicó ADEX.

El tratado permitiría reducir los aranceles de un 95% de los productos que se comercializan entre los países miembros.

De hecho, Octavio Sotomayor, Oficial de Asuntos Económicos de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la División de Recursos Naturales de la Cepal, explicó que “por el mismo efecto de las negociaciones, el impacto de EE.UU.  [antes de retirarse] se logró acelerar algunos calendarios de desgravación”.

De hecho, en el caso de Chile, Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile AG (ASOEX), indicó que “creemos que podría mejorar la situación arancelaria que enfrentan las naranjas y uva de mesa chilenas en el mercado de Japón”.

“Las naranjas, actualmente tienen un arancel fijo vigente de 32%, lo cual afecta la competitividad de esta fruta, mientras que la uva de mesa también tiene un alto arancel, el cual se irá desgravando en 10 a 15 años”.

“En este sentido, esperamos que la firma de este acuerdo signifique que los aranceles, para ambas frutas, se equiparen a los que pagan los países que componen el tratado”, afirmó.

Sotomayor ratificó las posibilidades de mejorar en materia de innovación e indicó que el tratado permitiría, en el caso de Chile, potenciar ese tema y el desarrollo de nuevos motores de crecimiento.

Según Sotomayor el acuerdo permitiría trabajar en la acumulación de origen, lo que generaría nuevas oportunidades comerciales.

“Se podrían hacer alianzas, sobre todo con México, con Perú…para en el fondo procesar materia prima, agregarle valor y reexportarla a alguno de estos países [pertenecientes al tratado]”.

“Eventualmente, podríamos traer mangos peruanos, por decir algo y procesarlos acá y mandarlos a algunos de los once mercados como producto nacional”.

A su vez, Sotomayor comentó que hay otras áreas en Chile que se podrían ver beneficiadas.

“Entiendo que había algunas barreras técnicas en materia de etiquetado …donde estas nuevas normas aceptan como equivalentes las normas nacionales y por lo tanto la entrada de ciertos productos a esos mercados se facilita”.

Y si bien, tanto Sotomayor como Brown aclararon que el acuerdo no cambia mucho el escenario chileno en temas de acceso a nuevos mercados, si suma a los tratados ya existentes.

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