Pérdidas en la industria de la cereza chilena por granizada alcanzarían los 100 millones de dólares

La tormenta de granizos, viento y lluvia que afectó a la zona central de Chile a mediados de noviembre dañó diversos cultivos, sin embargo, uno de los más afectados serían las cerezas con importantes pérdidas que ascenderían a los 100 millones de dólares.

El contexto en el que se produjo este fenómeno meteorológico es justo a inicios de la temporada de exportación de cerezas, las que ya veían disminuidos sus volúmenes, debido a que las estimaciones proyectaban entre un 15 y 20% menos de envíos respecto a la campaña 2017/18.

Sin embargo, este escenario cambió tras la tormenta de granizos que tuvo como “epicentro” a la Región Metropolitana y O’Higgins, aunque aún la industria se encuentra catastrando cómo se va a ver afectada en totalidad la temporada 2018/19.

Jorge Valenzuela, presidente de la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta) comentó que, durante la temporada pasada, la producción de cerezas alcanzó su máximo potencial de volumen gracias a las condiciones climáticas ideales para su crecimiento que registraron en la última campaña.

“Esta primavera, en cambio, ha sido muy caótica, volátil, indescifrable en términos de temperatura, y con desastres como la granizada que golpeó muchísimo a la zona roja que identificamos en la Región de O’Higgins. Sólo en cerezas, estimamos una pérdida cercana a los 100 millones de dólares, y que el empleo de temporada en esta fruta bajará entre 10 y 15 mil jornadas hombre/mes”, explicó Valenzuela.

“En cuanto a la fruta que aguantó el daño en las zonas afectadas, y que ha enfrentado esta primavera tan complicada, evidentemente que los productores han tenido que hacer todo lo que está en sus manos en cuanto a manejos agronómicos, para que la cosecha logre una consistencia que le permita ser exportada”.

Sumado a lo anterior, el presidente de Fedefruta indicó que se debe considerar que este año y en muchas zonas entrarán en producción una gran cantidad de hectáreas de cerezas, lo cual podría aportar volumen a las exportaciones.

En este panorama de menor volumen respecto a 2017/18 y a los efectos de la tormenta de mediados de noviembre, el presidente de Fedefruta explicó que el primer desafío de la campaña será rescatar la mayor cantidad de cerezas que fueron golpeadas por la granizada, poniendo énfasis en la rigurosidad del manejo agronómico y las aplicaciones de productos.

“Hay productores que nos han mencionado que otros eventos puntuales de esta primavera, como los cambios de temperatura, también los tienen complicados”, agregó Valenzuela.

“Ahora, en las zonas donde no hubo granizos, no hay que descuidar la calidad ni la consistencia de las cerezas, buscando buenos calibres, y con los grados brix que correspondan”.

Asimismo, el presidente de Fedefruta recordó que en agosto de este año descubrieron que el retorno por kilo promedio por calibres menores a los 26 milímetros no alcanzaba a cubrir los costos de los productores, de acuerdo al Análisis de Liquidaciones de la institución, por lo que sostuvo que el desafío es enfocarse en la calidad y los tamaños indicados.

Por otra parte, Valenzuela destacó que es necesario realizar los trabajos correspondientes para obtener la mejor calidad de las cerezas, ya que el negocio de los calibres grandes es muy distinto al de los tamaños más pequeños, ya que los márgenes de rentabilidad son totalmente opuestos.

“Una cereza óptima se paga muy bien; una regular, muy mal. No hay término medio”, aseguró el presidente de Fedefruta.

Fotografía: Shutterstock.com

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