Tips para la preparación de caldos o soluciones plaguicidas

Los productos químicos de síntesis se utilizan ampliamente para proteger a los cultivos de problemas fitosanitarios dada su gran efectividad. Sin embargo, los problemas asociados con el mal manejo de estos productos ha ocasionado problemas como: intoxicaciones y enfermedades humanas, pérdidas de vida silvestre y degradación de la calidad del agua, así como la reducción de la vida útil de equipos de aplicación, principalmente. Para minimizar dichos daños, es importante adoptar y aplicar prácticas responsables en la manipulación de los productos, respetando la compatibilidad de los productos y el orden de la mezcla. Por otra parte, se deben tener en cuenta las medidas de seguridad al momento de preparar caldos o soluciones plaguicidas. Formulaciones de los plaguicidas

Una formulación en su concepto más básico es la mezcla del ingrediente activo con otros materiales que faciliten su aplicación, denominados aditivos. Los aditivos de las formulaciones pueden ser disolventes, dispersantes, estabilizantes, colorantes, entre otros, los cuales ayudan a que actúe el ingrediente activo de la formulación. Es gracias a la diversidad de aditivos que un determinado ingrediente activo se puede presentar en formas muy variadas, aunque son pocos los productos que se pueden formular de varias maneras. Existen distintos tipos de formulaciones en el mercado, las más comunes son las siguientes:

Formulaciones Solidas. Representan el 33 % de las formulaciones de plaguicidas, las más representativas son las siguientes:

Polvos secos (P). Con un aditivo no higroscópico como el talco. Esta listo para usarse en cualquier momento, ya que no necesitan de agua. Permite tratar grandes áreas o sitios de difícil acceso. El inconveniente que se tiene es el bajo control en su distribución y con ello se generan mayores riesgos de intoxicación al aplicador y contaminación al medio ambiente.

Polvos humectables (PH). Compuesta por la mezcla del ingrediente activo con arcillas (absorben el ingrediente activo) y adyuvantes (agentes mojables, dispersantes, antiespumantes y estabilizadores). Estos últimos ayudan a un rápido humedecimiento y a una dispersión estable. Al mezclarse con agua requieren de agitación constante para que la mezcla se mantenga homogénea y no precipite. Causa desgaste prematuro en equipos de aplicación, además es necesario hacer una pre-mezcla antes de vaciarse al tanque de aplicación.

Polvos solubles (PS). El ingrediente activo es soluble en agua. Una vez mezclado con el agua no presenta partículas en suspensión por su completa dilución. Esta propiedad evita que se esté agitando la mezcla y que se obstruyan las boquillas.

Gránulos dispersables en agua (GDA). Constituida por gránulos sólidos en donde se encuentra el ingrediente activo. Forman una suspensión al mezclarse con el agua. Tiene una mayor concentración de ingrediente activo en los gránulos, por lo que se necesita poco volumen de mezcla para su aplicación. Algunos de estos productos se envasan en bolsas hidrosolubles, reduciendo el riesgo de intoxicación para el operario.

Gránulos secos floables (DF). Formulación sólida en forma de esferas cuyo interior es hueco y se dispersa fácilmente en el agua.

Formulaciones Líquidas. Son las formulaciones más utilizadas en la industria de plaguicidas, representando el 67 % del total que se encuentra en el mercado. Las formulaciones líquidas más comunes son:

Concentrado emulsionable (CE). El ingrediente activo se incorpora con un solvente apropiado, lo cual resulta en una solución concentrada. Por sus propiedades químicas no se puede mezclar con agua, por lo cual se le agregan adyuvantes, evitando que se separe en distintas fases. En mezcla con el agua, se genera un aspecto lechoso. Es una formulación fácil de dosificar, manejar, transportar y almacenar, además de que no causa obstrucción en las boquillas. Sin embargo, su misma formulación concentrada los hace susceptibles a errores en la dosificación.

Floable líquido (FL). Formulación líquida formada por partículas finas del ingrediente activo suspendidas en un líquido.

Suspensión concentrada (SC). El ingrediente activo en forma de sólido insoluble se mezcla con un líquido en forma de suspensión. A esta formulación se le agregan adyuvantes para estabilizar la suspensión. Al igual que un polvo humectable, la presencia de partículas ocasiona el desgaste y obstrucción acelerada de boquillas y filtros. Presentan una mayor facilidad en su manejo que los polvos humectables y mayor uniformidad al momento de aplicar en las hojas.

Cápsulas en suspensión (CS). Son partículas de plaguicidas contenidas dentro de pequeñas esperas de distintos polímeros. Su diminuto tamaño (10 a 30 µ de diámetro) permite que puedan pasar por los filtros y boquillas de los equipos de aplicación. Poseen adyuvantes que mantienen a las partículas encapsuladas en suspensión sin agruparse entre ellas. La particularidad de estas formulaciones es que liberan lentamente el ingrediente activo, por lo que su eficacia es más larga, reduciendo el número de aplicaciones y de riegos de contaminación e intoxicación en animales y personas.

Calidad del agua

El agua es el principal solvente utilizado en la agricultura para aplicar plaguicidas. Por lo tanto, la calidad del agua es esencial para poder disolver uno u otro plaguicida y sobre todo para que no se reduzca su eficacia, pues como sabemos un agua de mala calidad puede inactivar el producto aplicado, haciendo necesaria una nueva aplicación.

pH. Este parámetro que mide la alcalinidad o acidez del agua es esencial tenerla dentro de un rango de 5.5. a 6.5 para poder obtener la mayor eficacia de los productos. En caso de no contar con el rango adecuado se puede acondicionar el agua mediante la adición de un buffer o en caso de agua alcalina un acidificante. La medición del pH se puede hacer con equipos portátiles llamados potenciómetros o tiras reactivas indicadoras de pH.

Dureza. La dureza del agua está referida al contenido de sales que se encuentran en el agua, principalmente en formas de carbonatos de calcio y magnesio. Las aguas blandas generalmente son las mejores para la aplicación de plaguicidas.  La forma de acondicionar un agua con dureza es con mejoradores de agua que se venden en el mercado y con ello evitar que se inactive el producto plaguicida. Existen dos métodos para medir la dureza del agua:

Valoración complexométrica. Se utiliza un kit con dos reactivos, el primero tiñe la muestra en caso de tener sales (color rosado), de no ser así se considera como agua blanda.

El segundo reactivo se utiliza para titular la muestra y se agrega gota por gota hasta que la muestra tiña de color azul. Un grado de dureza alemán (ºd) es igual a una gota de reactivo añadido a la muestra del agua. Cada gota o grado de dureza equivale a 17.8 ppm o mg/L de carbonatos de calcio o magnesio.

Medición de la conductividad eléctrica (CE). La conductividad eléctrica se puede utilizar como otro método para medir el contenido de sales en el agua y en base al Cuadro 1 determinar el grado de dureza. La conductividad se expresa en mmhos/cm o dS/m. Un mmho/cm es igual a dS/m y un dS/m es igual a 1000 µmho/cm. Se puede medir mediante potenciómetros portátiles.

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Elaboración de caldos o soluciones plaguicidas

En la práctica muchos de los productos son mezclados entre sí en un mismo tanque para aplicarlos conjuntamente. Lo anterior, ha sido la causa de muchos problemas de taponamiento o degaste acelerado de equipos de aplicación, así como de bajas efectividades en el control de problemas fitosanitarios, por la inactivación de los productos al combinarse y generar incompatibilidades. Es importante leer la etiqueta de los productos a utilizar, ya que en ellas se especifican muchas de las veces la compatibilidad de los productos con otras de distintas formulaciones.

Incompatibilidad. Se habla de incompatibilidad de productos cuando al mezclar en un mismo caldo o solución existe precipitación en el fondo del tanque. También si se forma una especie de nata o grumos en el tanque encima de la mezcla. De igual forma si se forman geles, cristales, aceites o grasas se tiene una incompatibilidad. Los principales problemas que se tienen debido a una incompatibilidad es la obstrucción de filtros y boquillas, con lo cual aceleran su desgaste, y la consecuente pérdida de producto. La incompatibilidad de los productos puede deberse inicialmente a la composición de los productos, pero también puede atribuirse al incorrecto orden en la mezcla de productos. La “prueba de la jarra” es un buen método para conocer la compatibilidad de los productos.

Si al tocar los lados del frasco o jarra se aprecia que la mezcla se calienta o enfría, puede que la mezcla este sufriendo una reacción química y entonces los plaguicidas no deberían mezclarse. Después para continuar con el procedimiento y confirmar la compatibilidad, se deja la mezcla en reposo por 15 minutos y observar nuevamente el recipiente. Si se forma nata en la superficie, se observan grumos, o si hay precipitados en el fondo (excepto para Polvos Humectables) la mezcla es incompatible. En caso de que no aparezcan signos de incompatibilidad se deberá probar la mezcla sobre una pequeña área  y observar si no hay daño al cultivo.

Preparación del caldo o solución plaguicida. De acuerdo con Quiñones (2016) para evitar problemas de incompatibilidad, es necesario conocer la secuencia de mezclado apropiado de acuerdo al tipo de formulación del plaguicida y el número de productos que van a componer la mezcla. El proceso para hacer un caldo o solución plaguicida son los siguientes:

Acondicionar el pH y dureza del agua en el rango adecuado.Realizar por separado una pre-mezcla de todos los productos de formulación sólida (PH, PS, GDA) y vaciar al depósito de la aspersora con el sistema de agitación funcionando.Verter las formulaciones líquidas (SC, FL, CS); para los CE, mezclar la dosis más baja recomendada en etiqueta y continuar agitando.Vaciar el coadyuvante seleccionado en la dosis recomendada y mezclar.Llenar el tanque con agua manteniendo el sistema de agitación.

Las aplicaciones se recomiendan por tarde o mañanas para un mejor aprovechamiento del producto.

Medidas de seguridad para la manipulación y aplicación de los plaguicidas

Es necesario establecer las condiciones de seguridad e higiene para reducir los riesgos de intoxicación a los que están expuestos los trabajadores que desarrollan actividades de preparación y aplicación en campo. Muchos de los productos usados en la agricultura son nocivos para la salud, por lo que es pertinente seguir las medidas de seguridad que se desglosan enseguida:

Utilizar guantes de plástico para la preparación de las sustancias y aplicar los productos empleando máscaras y ropa protectora.Lavarse bien las manos luego de preparar los compuestos y bañarse una vez finalizada su aplicación.Debe contar con buena ventilación, adecuadas condiciones de higiene y debe estar alejado de bebidas y alimentos.Destinar los recipientes y utensilios exclusivamente para la elaboración de los preparados, evitando un posterior contacto con alimentos y bebidas.Respetar los tiempos de reentrada al área de producción marcados en las etiquetas de los productos, así como revisar la banda de color de las etiquetas como se muestra en el cuadro 2 para el manejo.

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Fuentes consultadas

Quiñones, L. S. 2016. Principios Básicos en la Aplicación de Agroquímicos. Curso Aplicación Eficiente de Agroquímicos. Intagri. Gto., México.Cunha, J. P. A.; Teixeira, M. M.; Castillo, B.; Rodrigues, G. 2010. Formulación de Agroquímicos para el Control de Plagas. En  Magdalena, J. C.; Castillo, H. B.; Di Prinzio, A.; Homer, B. I.; Villalba, J. (Eds.), Tecnología de Aplicación de Agroquímicos. Ed. INTA. Argentina. 27- 44 p.Corra, L. 2009. Herramientas de Capacitación para el Manejo Responsable de Plaguicidas y sus Envases: Efectos sobre la Salud y Prevención de la Exposición. Ed. Organización Panamericana de la Salud. Buenos Aires, Argentina. 300 p.

FUENTE: INTAGRI.COM