Cobea, una trepadora tropical perfecta para cubrir muros

Si vives en una zona con clima suave, sin duda te gustará tener una trepadora de muy fácil cultivo y que además produzca flores muy bonitas, ¿verdad? Si es así, te voy a recomendar la cobea, una planta de rápido crecimiento que podrá cubrir esos muros o paredes que tan poco te gustan.

¿Quieres saber sus características y cuidados?

Nuestra protagonista es una planta herbácea trepadora originaria de México cuyo nombre científico es Cobaea scandens. Sus nombres comunes son: cobea, cobo, funeraria, hiedra morada y zapato del obispo. Se caracteriza por tener hojas perennes que terminan en un zarcillo ramificado. Sus preciosas flores tienen el cáliz estriado, con la corola acampanada de color violeta o blanquecino (la variedad ‘Alba’).

Tiene un muy rápido crecimiento, pero es muy fácil controlarla mediante podas realizadas a lo largo del año. Pero vamos a verlo con más detalle.

El género Cobaea (homenaje al jesuita Bernabé Cobo) pertenece a la familia de las Polemoniaceae y está formado por unas 20 especies de plantas trepadoras originarias de zonas tropicales del continente americano, especialmente de México. Algunas especies son: Cobaea scandens, Cobaea pringlei, Cobaea lutea, Cobaea minor, Cobaea penstemon.

Son plantas trepadoras semiarbustivas en sus lugares de origen (tropical) que suelen comportarse como anuales en lugares más fríos. Pueden alcanzar los 6 metros de altura. Las hojas son alternas y están formadas por 2-3 foliolos elípticos y terminan en un zarcillo que le sirve a la planta para trepar. Las atractivas flores, de unos 5 cm de diámetro, son de color amarillo-verdoso y luego se vuelven moradas; tienen una curiosa forma de taza con un cáliz que recuerda a un platillo; aunque duran pocos días la planta no para de producirlas. Florecen durante todo el verano hasta ya entrado el invierno.

Si te animas a hacerte con un ejemplar, te recomendamos cuidarlo de la siguiente manera:

Ubicación: exterior, en semisombra. En climas con heladas se puede tener dentro de casa en una habitación muy luminosa, protegida de las corrientes de aire.

Suelo o sustrato: no es exigente, pero debe de tener buen drenaje.

Riego: durante el verano se aconseja regar en días alternos, el resto del año serán suficientes dos riegos semanales.

Abonado: desde comienzos de primavera hasta finales del verano se debe abonar, por ejemplo con guano o humus de lombriz.

Época de plantación o trasplante: en primavera. En el caso de tenerla en maceta, se debe pasar a otra mayor cada dos años. Tenemos que proporcionarle un soporte por el que pueda trepar.

Poda: para controlar su crecimiento y desarrollo se deben de recortar aquellos tallos que hayan crecido en exceso, así como también los que se vean secos, enfermos o débiles.

Multiplicación: por semillas en primavera, y por esquejes en agua durante el verano.

Rusticidad: no soporta las heladas.