Bacterias marinas controlan fitopatogenos

Actinobacterias recolectadas en las islas de Providencia y Santa Catalina son potenciales agentes controladores de fitopatogenos como hongos o bacterias.

La conclusion fue dada como parte de un trabajo del Doctorado en Ciencias–Quimica de la U.N., en la linea Microbiologia Marina, el cual se baso en el aislamiento de estos microorganismos para hacerle frente a males como Burkholderia glumae (agente causal de la enfermedad conocida como añublo bacterial de la panicula) u hongos como el Colletotrichum, comun en cultivos de arroz.

De igual forma, puede enfrentarse a complicaciones de cultivos de claveles como Fusarium, hongo filamentoso distribuido en el suelo, que se puede asociar con las plantas.

«Las actinobacterias son reconocidas biotecnologicamente como posibles productoras de compuestos con actividad biologica», señalo Luz Adriana Betancur, investigadora y estudiante del posgrado. Dichos organismos son capaces de degradar sustancias complejas como la quitina, un carbohidrato que forma parte de las paredes celulares de los hongos.

Segun informacion obtenida en la edicion numero 4 del volumen 38 de la revista Ciencias Marinas, estas bacterias son productoras de compuestos utilizados como antibioticos y anticancerigenos, aunque en esta ocasion el proceso va dirigido a cultivos.

La candidata a doctorado encontro que los organismos presentan una doble aplicacion, pues en algunos casos neutralizan la funcion de fitopatogenos y en otros no los deja crecer.

Para llegar a esas conclusiones, dentro de la investigacion, se recolectaron muestras en diferentes matrices, como sedimentos marinos, octocorales, esponjas, algas, entre otros, y se depositaron en agares, que son los medios solidos en los que crecen las actinobacterias.

A las muestras, posteriormente, se les hicieron tratamientos con carbonato de calcio, que tambien ayuda al crecimiento, luego se les aplicaron una serie de disoluciones (reduccion de una concentracion quimica) y luego se ubicaron en placas antes de hacer el aislamiento.

De alli resultaron otras bacterias que completaron 111 aislamientos y se enfrentaron, a traves de procesos in vivo, con los fitopatogenos. En este procedimiento quedaron 26 que resultaron ser actinobacterias.

Luego de mirar los metabolitos y hacer las caracterizaciones quimicas, se determino que las bacterias recolectadas en ambientes marinos son activas y tienen el potencial de controlar y no dejar crecer organismos dañinos, es decir, antifungicos y antimicrobianos.

Este trabajo se expuso en el IV Seminario «Las ciencias del mar en la Universidad Nacional de Colombia, una mirada desde los Andes», organizado por la institucion a traves del Centro de Estudios en Ciencias del Mar (CECIMAR).

FUENTE: agenciadenoticias.unal.edu.co