El carbón del maíz se diferencia del carbón del resto de los cereales, en que ataca, no sólo a la flor, sino a la mazorca, al zuro (corazón o raspa de la mazorca), a los tallos y a las hojas. La enfermedad se presenta en cualquier periodo, por lo que no es posible prevenirla.
La enfermedad se manifiesta por la aparición de unas excrescencias denominados “moñas” rellenas de un a masa de polvo negro, protegidas por la epidermis de la planta afectada. Cuando esta cubierta protectora se rompe, sale al exterior el polvillo, formado por las clamidosporas, que el viento se encarga de diseminar.
Las clamidosporas, como en todos los carbones, necesita un cierto tiempo para germinar, produciendo después, en contacto con el agua, un micelio con 3-4 tabiques (una especie de basidio), productor de basidiosporas (esporidios), que al germinar penetran en la planta, difundiéndose el micelio entre los tejidos para formar una excrescencia o tumor al cabo de una semana.
Lucha
. Utilización de maíz híbrido más resistente al hongo.
. Cortar los tumores y partes enfermas antes de que den salida al polvo que contienen, y quemarlas. No darlas de comer al ganado porque las clamidosporas atraviesan el tubo digestivo sin sufrir alteración alguna.
. La desinfección de la semilla no da resultado en la lucha contra la enfermedad, ya que el carbón se propaga por el aire y puede penetrar en la planta por cualquier órgano.