Como aumentar los rindes y mejorar la calidad del suelo

Un ensayo de casi 20 años determino que la siembra directa combinada con la rotacion bianaual soja-maiz y un cultivo de cobertura invernal, incrementa la captura de carbono y permite la acumulacion de agua en el perfil.

Con casi 28 millones de hectareas cultivadas en siembra directa, esta tecnica –basada en el cultivo de la tierra sin arado previo– es de adopcion masiva en la Argentina y presenta numerosos beneficios. Entre ellos, mejora la infiltracion del agua en el suelo, disminuye su evaporacion desde la superficie y crea una condicion que favorece la acumulacion y conservacion del agua en el perfil.

«La siembra directa (SD), junto con una rotacion de cultivos con alta frecuencia de gramineas y una fertilizacion balanceada, crea las mejores condiciones para la captura de carbono, que se traduce en incrementos en rendimiento y en aportes de residuos (rastrojos) al suelo», detallo Carolina Alvarez –tecnica del INTA Manfredi y una de los autores de la experiencia.

Luego de 18 años de analizar las variables de rendimiento y agua util acumulada en el suelo y estimar los aportes de carbono de los residuos vegetales en soja y maiz, los especialistas del INTA Manfredi concluyeron que «la SD es un sistema de manejo que contribuye a aumentar los rendimientos de los cultivos de renta principalmente porque mejora la condicion hidrica del suelo».

Ademas, cuando se combinan la SD con la rotacion bianaual soja-maiz y un cultivo de cobertura invernal la captura de carbono se incrementa notablemente lo que se traduce en un balance de carbono mas favorable.

En esta linea, Alvarez explico que «en el 61 por ciento de los años analizados los mayores rendimientos en soja se obtuvieron en siembra directa con rotacion maiz mientras que el resto de los años los resultados mas bajos fueron para labranza reducida en monocultivo».

En cuanto a los rendimientos promedio del cultivo de maiz, el sistema de manejo en SD fue un 27 por ciento superior que en siembra directa con un cultivo de cobertura y labranza reducida.

«Nuevamente se observo que los beneficios de la SD sobre la condicion del suelo y la conservacion del agua se traducen en rendimientos mas altos», detallo la tecnica quien agrego que «los rendimientos de maiz en SD fueron mayores en 7 de cada 10 años que el resto de los sistemas de manejo».

Respecto al contenido de agua en el suelo bajo los distintos tratamientos previo a la siembra de soja, se observo que fue superior en la rotacion soja-maiz respecto al monocultivo de soja. «Esto se debe a que el rastrojo de maiz, por su mayor volumen, mejor cobertura y mayor duracion, es mas eficiente en la captacion y conservacion el agua que el rastrojo de soja», detallo Alvarez.

Para el caso del maiz, los sistemas bajo SD resultaron ser –nuevamente– mas eficientes en el almacenamiento de agua en el suelo, al acumular entre un 25 y un 50 por ciento mas de agua que el sistema con laboreo del suelo. «Al igual que lo observado en el monocultivo de soja, los tratamientos con cultivo de cobertura presentaron el mayor coeficiente de variacion entre años, en contenido de agua», indico la tecnica de Manfredi.

Para el especialista, existe una «relacion lineal positiva» entre el rendimiento de soja y el agua util a la siembra.

«Asi, –explico–, la siembra directa al conservar mejor el agua permite obtener mayores rendimientos en el monocultivo de soja que la labranza con rastra de discos».

Y agrego: «Cuando se introduce un cultivo de cobertura en SD en la secuencia soja-soja ocurre una disminucion del agua util a la siembra y, uno de los efectos negativos puede ser el rendimiento del cultivo de soja. A su vez, en la secuencia soja-maiz ocurre algo similar si se compara SD con labranza reducida».

FUENTE: intainforma.inta.gov.ar