Las plantas bulbosas se plantan en otoño si son de floración primaveral, como tulipanes, narcisos o jacintos, y en primavera si son de floración estival, como dalias o begonias.
La plantación de bulbos en maceta resulta muy sencilla si se siguen los siguientes pasos:
1) Elige bulbos grandes y sanos, que debes plantar a una profundidad de entre 2-3 veces la altura del bulbo.
2) Selecciona una maceta alta y prepara un buen drenaje haciendo agujeros en la base de la maceta y colocando una capa de gravilla o pequeñas piedras.
3) Añade una capa de tierra ligera y fértil sobre la capa de drenaje.
4) Coloca los bulbos con la yema de crecimiento hacia arriba. Si tenemos distintos tipos de bulbos, podemos colocar abajo los bulbos más grandes, añadir otra capa de tierra y colocar los bulbos más pequeños de forma intercalada con los anteriores. La profundidad a la que plantaremos cada bulbo coincide con 2-3 veces la altura del bulbo.
5) Termina de rellenar la maceta de tierra, compacta el sustrato y riega para humedecer un poco la tierra. Los bulbos permanecerán bajo tierra hasta que llegue la primavera o el verano, según el tipo de bulbo. Hasta entonces, debemos evitar que la tierra de la maceta se encharque.