Cuando las hormonas juegan una mala pasada

No es infrecuente encontrar granjas en que las reproductoras estan sumidas en un caos hormonal que induce una continuada percepcion de fracaso reproductivo. Es decir, que la fertilidad no supera el 70%, a menudo alrededor del 60%, y que continuamente las palpaciones estan sumidas en fallos repetitivos de palpacion, ya sean alternativos como un semaforo o en rafagas de 2-3 veces consecutivas con resultado negativo en la reproductora.

El fracaso reproductivo se debe generalmente a un desequilibrio interno por el uso inadecuado de los sistemas de sincronizacion y induccion de ovulacion. Los mecanismos reproductivos no son sistemas matematicos que responden de forma homogenea y que automaticamente se inactivan, sino que forman parte del ser vivo que es la coneja alterando su funcionalidad.

Cuando se procede a inseminar, la aplicacion de la GNRh procede siempre a una ovulacion dirigida en la coneja. Esta ovulacion inicia el mecanismo metabolico de la gestacion de forma automatica, que es lo que se intenta conseguir con su aplicacion. Sin embargo, si por algun motivo, ya sea de salud del animal, estres, ambiental, manejo, etc, el proceso de placentacion no tiene lugar o este desencadena en una reabsorcion, el sistema metabolico y fisiologico de la coneja sigue su camino como si tal situacion no hubiera ocurrido.

En estos casos nos encontramos delante de las gestaciones imaginarias. Pero que es eso de una gestacion imaginaria? Simplemente que la mente y el cuerpo estan convencidos que hay una gestacion en marcha y por ello todos los mecanismos reproductivos se encuentran centrados en ello, a pesar de que en realidad no exista tal proceso de gestacion. En estos casos, si aplicamos PMSG para sincronizar las reproductoras, y estas se encuentran en gestacion imaginaria, su efectividad es totalmente nula.

La gestacion imaginaria se mantiene generalmente hasta los 18-22 dias post inseminacion, momento en el cual el cuerpo se da cuenta que no tiene un proceso de gestacion y desactiva los mecanismos protectores de la gestacion, habitualmente recolocando el sistema en un punto de inicio.

Si se realiza una palpacion a los 12-14 dias de vida, que en el manejo tradicional permitia recuperar la reproductora y reconducirla al macho, nos encontramos que esta reproductora NO puede ser inseminada antes de los 21 dias post inseminacion, aconsejandose no realizarse antes de los 23 dias para mayor seguridad. Si se procede a inseminar antes del plazo, simplemente no reacciona el sistema interno del animal y no responde adecuadamente. Esto ocurre en los primeros ciclos, pero posteriormente se entra en un estado de descoordinacion hormonal interna que los animales no responden de la forma que nosotros deseamos a la regularidad que necesitamos.

En estos casos, habitualmente es necesario ser muy estricto y no querer aprovechar antes de tiempo a los animales con el prejuicio economico que se genera. Simplemente con observar estos principios  suelen ser suficientes para regularizar el manejo reproductivo de los animales, pero en ocaciones no es suficiente, alargandose la problematica durante unos cuantos ciclos con el consecuente nerviosismo y falta de rentabilidad. En estos casos se acostumbra a utilizar un inyectable que permite situar el complicado sistema hormonal de la reproductora en posicion de inicio. Son las prostaglandinas (PG2-alfa), que ya actualmente tienen un coste muy competitivo y permiten su uso de forma racional y efectiva.

Otra de las funciones de las prostaglandinas (PG2-alfa) que actualmente se estan empezando a utilizar es para la sincronizacion de partos. Al trabajar con bandas muy grandes, en determinadas condiciones puede precisarse que los partos no se retrasen o que todos lo hagan en un periodo de tiempo muy corto.

Gracias a ello podemos anticiparnos a una problematica por ejemplo de golpe de calor, asegurando que los partos tienen lugar el dia que corresponde y no se retrasan si ello pudiera ocasionar un riesgo para los animales.