Cultivo del tomate en huertos ecológicos

El tomate es el rey de los huertos ecológicos debido a que su sabor y su aroma destacan claramente respecto a los tomates desaboríos que compramos en las tiendas y supermercados. Por otra parte, los tomates son fáciles de cultivar y producen una abundante cosecha en espacios no demasiado grandes.

El tomate es una hortaliza rica en vitaminas a la que se atribuyen propiedades preventivas contra el cáncer o contra problemas de próstata.

Para cultivar tomates en el huerto es recomendable hacerse con semillas de variedades locales, generalmente más sabrosas que las semillas de tomates que se comercializan. Intercambia semillas con amigos o vecinos que tengan huerto y cuando obtengas tu propia cosecha, recolecta semillas de tomate de las mejores plantas.

Siembra de tomates. Los tomates son hortalizas de ciclo largo que necesitan entre 3 y 4 meses para producir frutos. En climas cálidos es posible realizar la siembra al aire libre y las tomateras pueden vivir varios años. Pero en la mayoría de climas, con inviernos frescos o fríos, las tomateras son plantas anuales y la siembra debe realizarse en semillero protegido entre marzo y abril.

Podemos utilizar macetas pequeñas o bandejas de siembra con una mezcla de fibra de coco y compost nutritivo. Las plantitas de tomate irán creciendo en el semillero protegido hasta que podamos trasplantarlas al huerto exterior, una vez haya finalizado el riesgo de heladas.

Las tomateras son muy exigentes en nutrientes por lo que debemos trasplantarlas a un suelo preparado con abundante compost. Prefieren una tierra ligera y esponjosa. Se benefician de la proximidad de ajos, cebollas, apios, zanahorias, puerros o perejil, pero no debemos sembrar cerca de las tomateras otras hortalizas solanáceas como patatas, pepinos o colinabos.

Al elegir la zona del huerto donde plantaremos las tomateras tendremos en cuenta que las tomateras pueden cultivarse varios años seguidos en la misma zona del huerto pero después deberemos buscar otro lugar para dejar que la tierra recupere sus nutrientes cultivando leguminosas como guisantes o judías durante al menos 3 años.

Al trasplantar las tomateras es bueno enterrar una parte del tallo para que genere más raíces, lo que hará que la planta sea más resistente al viento.

Si hubiera alguna helada traicionera cuando las tomateras ya están al exterior, debemos proteger las plantas.

Tras el trasplante debemos estar atentos ya que los tallos y raíces tiernas de las plantitas de tomate pueden ser mordidas por el gusano gris o gusano de alambre. Si lo detectamos pronto podemos eliminar las plantitas afectadas y escarbar en la tierra para coger los gusanos y eliminarlos. Una forma eficaz de atrapar gusanos de alambre es enterrar rodajas de zanahoria como cebo alrededor de las tomateras. Cada mañana desenterraremos la zanahoria y cogeremos los gusanos de alambre que encontraremos clavados en las rodajas.

Cultivo de tomates. Las tomateras crecen bien en suelos ricos en nutrientes con riegos regulares por goteo o inundación. Hay que evitar riegos demasiado abundantes o riegos con manguera o aspersión que mojen los tallos, las hojas o los frutos, ya que las tomateras son sensibles a la humedad excesiva pudiendo sufrir enfermedades fúngicas relacionadas con hongos.

Una vez que las tomateras comiencen la floración debemos regar menos. Un riego excesivo puede perjudicar el cuajado de las flores, reduciendo la producción de frutos. Justo cuando veamos que van a salir las primeras flores realizaremos un riego abundante y protegeremos el suelo con compost para frenar la evaporación del agua. Después esperaremos unos 15 días, cuando la floración vaya finalizando, antes de iniciar nuevamente el riego.

Entutorado de las tomateras. A medida que los tallos van cogiendo altura debemos realizar el entutorado usando cañas o estacas de 1,5m. Al atar las tomateras a los tutores no debemos apretarlo mucho para permitir el engrosamiento de los tallos. Ataremos el tallo principal justo por debajo de cada ramillete de flores, la zona que tendrá que soportar más peso cuando salgan los frutos.

Poda o despunte de las tomateras. Las tomateras van generando yemas laterales formando poco a poco una maraña de hojas, tallos y ramilletes de flores y frutos que debemos recortar para que la tomatera produzca frutos grandes y de calidad.

Podaremos las tomateras de arriba abajo una vez que la planta haya generado la mayoría de frutos y podamos ver un gran volumen de pequeños tomatitos. Es importante comenzar la poda desde la parte más alta de la planta para evitar un error habitual, cortar el brote principal sin querer, en cuyo caso habríamos dejado la tomatera ciega, es decir, sin posibilidad de producir más frutos.

Partiendo siempre del tallo principal, iremos despuntando los brotes laterales dejando un tutor único donde se vayan escalonando los ramilletes de tomates.

Cosecha y recolección. En la época de la cosecha debemos ser cuidadosos con el riego. Si el suelo se queda demasiado seco y después regamos de forma abundante podemos producir el agrietamiento de los tomates.

Comenzaremos a recolectar los tomates poco a poco, a medida que vayan madurando. Las plantas seguirán produciendo más tomates mientras continúe haciendo sol y calor.