Efectos medio ambientales de los regadíos en agricultura

 

Efectos positivos y negativos medio ambientales de los regadíos en agricultura.


Efectos positivos y negativos medio ambientales de los regadíos en agricultura.


El regadío no siempre tiene un efecto perjudicial u origina un impacto ambiental negativo, sino que en numerosos casos se producen impactos ambientales positivos que favorecen diferentes aspectos del entorno.


Sin embargo, por lo general, la agricultura de regadío provoca más impactos negativos que positivos, aunque puede considerarse que el grado de deterioro ambiental es bajo comparado con otras actividades como la industria o la infraestructura viaria (carreteras, ferrocarril, etc.).


Se expondrán algunas de las acciones tanto beneficiosas como perjudiciales más relevantes, haciendo incidencia en ciertos aspectos que deben ser considerados en el diseño y manejo de los riegos para usar racionalmente el agua de riego y minimizar la contaminación de las aguas, como efectos más importantes de la implantación de la agricultura de regadío.   


La agricultura es una actividad productiva que se realiza en todo el mundo desde hace miles de años, consistente en la obtención de cultivos fuera de su entorno silvestre aplicando diversidad de técnicas y prácticas.


Por sí misma la agricultura constituye una alteración del medio, al ser consecuencia de una actividad humana que requiere el uso de determinados recursos naturales (suelo, compuestos químicos, agua, combustible…) y que origina una serie de residuos y desechos potencialmente contaminantes.


La agricultura de regadío constituye una importantísima actividad dentro del sector agrícola, principalmente en lo que se refiere a la producción final, a la dinámica del sector relacionado con ella y al empleo generado.


El regadío es una modalidad de la agricultura que supone siempre una alteración del medio donde ésta se desarrolla, para adecuarlo a las necesidades del sistema de riego o como consecuencia de la aplicación propiamente dicha de los riegos.


Sin embargo, las implicaciones ambientales suelen ser mayores que en la agricultura de secano. La transformación de un sistema agrícola de secano a regadío supone la modificación de un gran número de factores o elementos, lo que puede afectar en mayor o menor grado al entorno, bien sea a las personas, los animales y plantas, a determinados recursos como el agua y el suelo o a su aspecto físico.


En cualquier caso, el grado de afectación del medio será diferente dependiendo del método de riego que se instale, por superficie, aspersión o localizado, y de la magnitud de la transformación.


Es evidente que el efecto en el medio ambiente será mucho mayor cuando se realice un plan de transformación a escala de zona regable que cuando un agricultor ponga en riego su finca de secano con un equipamiento e inversión reducidas.


Además de la mencionada transformación de secano a regadío, el cambio en el método de riego, superficie, aspersión o localizado, también puede generar impactos en el medio. Un ejemplo lo constituye una transformación de una gran zona de riego por superficie en riego localizado, lo que puede afectar a varios aspectos como: 


Alteración en el funcionamiento de los acuíferos.
Clima de la zona, especialmente a la humedad y temperatura del aire.
Desaparición de hábitats propios del riego por superficie, como los canales de riego, embalses, sistemas de desagüe.
etc.   


El riego en la agricultura supone la alteración del medio donde éste se lleva a cabo en distinta medida dependiendo de la magnitud del sistema de regadío.


En cualquier caso, siempre se producirán impactos negativos que perjudican el medio ambiente, si bien en ciertas ocasiones se puedan destacar también algunas ventajas con respecto a los sistemas de secano.


Como impactos positivos cabe destacar:
El incremento del valor paisajístico de determinado sistemas de riego, más importante en riegos tradicionales.
Se favorece también la biodiversidad o variedad de especies de fauna y flora, así como el desarrollo de actividades cinegéticas, deportivas y turísticas.


Entre los impactos negativos se encuentran:
Las obras de infraestructura para realizar los riegos, almacenamiento y distribución de agua, caminos, etc.


En otro ámbito, el uso masivo e irracional de agua supone un importante perjuicio, en cuanto es un recurso muy escaso en muchas zonas.


A este mal uso contribuyen las pérdidas de agua en las infraestructuras de riego y los riegos poco eficientes. Las pérdidas de agua por filtración profunda y su efecto principalmente en la contaminación por nitratos en aguas subterráneas y superficiales, así como la erosión del suelo, que lo degrada y contamina el agua de retorno, son dos de los efectos más importantes en el medio ambiente.


En muchas ocasiones es suficiente realizar riegos con elevada uniformidad y eficiencia para minimizar estos impactos negativos.   


Efectos medio ambientales de los regadíos en agricultura