El Gobierno, “preocupado” por la imagen del aceite de oliva

El ministro instó a hacer “todo lo necesario” para que no se vea “manchado por las irregularidades en el etiquetado”. Esta fue su respuesta al conocer que un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han detectado fallos e incumplimientos de la normativa del etiquetado de aceite de oliva virgen extra por parte de 20 marcas del sector.
Dijo que, de ser ciertas estas conclusiones, existiría “un fraude” de las marcas referidas pues, ha dicho, no reflejarían la realidad del producto. Aún así, subrayó que “ninguna de las marcas” presenta problemas relativos al producto; y que los 20 aceites vírgenes recogidos en el informe son, sin ser virgen extra, “de primera calidad”.
“Las autoridades de consumo y las comunidades autónomas en materia de comercio deberán tomar medidas sobre estas irregularidades que son perjudiciales para la imagen del conjunto de un sector de primer nivel“, ha concluyó.


Las empresas Hojiblanca y Carbonell expresaron su desacuerdo con el estudio que calificaron como “incorrecto”. Hojiblanca mostró en un comunicado su “malestar” por este informe de la OCU, cuyas conclusiones a su juicio “no son correctas”. Según la compañía, actualmente no existe la suficiente armonización en los resultados en paneles de cata oficiales, por lo que reclaman “una mayor sofisticación” y una elevación de los estándares de los paneles actuales.
Por su parte, Carbonell coincidió en su desacuerdo con el estudio de la OCU e insistió en que “Carbonell Virgen Extra Pet 1L” tiene un perfil “único”, que es “fiel reflejo” de los “mejores” aceites de España.


El responsable de aceite de oliva de UPA Federal, Cristóbal Cano, lamentó el estudio publicado por la Organización de Consumidores (OCU) sobre este producto y cree que tiene una “fiabilidad escasa” por las “pocas” muestras analizadas y por no aclarar cómo se han conservado antes de su cata.
Cano echó en falta que la OCU especifique cómo ha sido la custodia de esas muestras catadas porque, “si no se conservan bien”, un aceite virgen extra puede perder “determinados matices” y bajar de categoría.
Ha dicho que la línea que separa un virgen extra de un virgen es “muy fina” por lo que hay que estar atentos a las condiciones de conservación. Además, mostró su confianza en los controles de la Administración y ha añadido que los agricultores son “los primeros interesados” en que los aceites estén bien etiquetados.


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