El primer modelo del mundo para producir papaya en invernadero

El cultivo al aire libre de la fruta de la buena salud, como se la conoce en America Latina, es ancestral. La papaya se ofrece habitualmente en los mercados callejeros y puestos ambulantes de la inmensa mayoria de paises latinoamericanos, donde su consumo ya es familiar, al igual que en Asia. Lo anecdotico y realmente sorprendente es ver arboles de papaya creciendo en el interior de los invernaderos de Almeria.

Oculta de las miradas curiosas por la estructura de tubo y plastico, nadie llega a imaginar que ahi dentro, en el mismo espacio donde hace un año se cultivaban tomates, pimientos o berenjenas, hoy se yergue una jungla de verde intenso que extiende sus grandes hojas y que exhibe sus barrigas de enormes frutos.

La papaya tiene un marco de plantacion adecuado de entre 2.000 y 2.500 plantas por hectarea.

Asi son los primeros invernaderos del mundo donde se cultiva la papaya. Almeria es pionera en la puesta a punto del modelo agronomico para producir a gran escala papaya bajo plastico, algo que hasta la fecha no habian sido capaz de desarrollar otros paises vinculados historicamente a esta fruta, que hasta hace muy poco tiempo apenas tenia valor comercial ni vocacion exportadora.

Sin embargo, en los ultimos años la demanda global de papaya en los paises mas desarrollados es una tendencia creciente. El fruto es codiciado por consumidores de alto poder adquisitivo que buscan beneficiarse de sus innumerables propiedades saludables. Esa demanda creciente ya ha llegado a Europa y Almeria aspira a convertirse en una importante potencia productora, haciendo seria competencia a las producciones centroamericanas y brasileñas, que son escasas y que dependen del transporte aereo para acceder al mercado europeo.

Con la ilusion de atender esa demanda creciente y mejorar su rentabilidad, Joaquin Segura ensayo el año pasado por primera vez el cultivo de papaya en una superficie de 3.000 m2 de invernadero. Los buenos resultados obtenidos le han animado a aumentar a 45.000 metros la superficie de papaya para esta campaña 2017/18. Ha dedicado varios de sus invernaderos por completo a esta fruta exotica, que crece a sus anchas en el campo de Nijar.

A la espera de iniciar la recoleccion el proximo mes de marzo, Joaquin esta satisfecho con el tamaño de los frutos, que ya tienen un peso medio de un kilo, y extrema la precaucion para evitar podredumbre a consecuencia de las ultimas lluvias. «Es una planta muy sensible a las enfermedades provocadas por el exceso de humedad, por eso hay que estar muy encima y ventilar bien», reconoce Joaquin, quien ya tenia mucha experiencia en el manejo de horticolas, pero muchas dudas en el manejo de papaya.

Este agricultor nijareño cuenta con el respaldo de Semilleros Vitalplant y de la Universidad de Almeria, impulsores de un proyecto de investigacion para estandarizar el proceso de sexado prematuro de la papaya.Semilleros Vitalplant conocio el cultivo de papaya por casualidad durante una visita a la finca de un agricultor autodidacta y vio la oportunidad de introducir en Almeria un cultivo alternativo y con grandes expectativas comerciales.

Desde Vitalplant se busco el asesoramiento cientifico de Francisco Camacho, catedratico de Produccion Vegetal de la Universidad de Almeria (UAL) y responsable del grupo de investigacion AGR-200 (produccion vegetal en sistemas mediterraneos). Aunque la investigacion no ha concluido y esta previsto dar a conocer sus resultados definitivos sobre manejo agronomico y rentabilidad en enero de 2018, los primeros avances han sido tan positivos que en Almeria ya hay unas 40 hectareas de invernadero dedicadas a la produccion de papaya.

Sexado prematuro

El gran merito de Almeria es haber definido por primera vez el modelo de produccion de papaya en invernadero, comenzando por el manejo del sexado prematuro y la seleccion de variedades y portes y finalizando por las fechas de trasplante, protocolos de fertirrigacion y control biologico de plagas.

Carta de colores para recoleccion diseñada por el grupo de investigacion AGR-200 de la UAL.

«La comunidad cientifica internacional ya conocia los marcadores moleculares que determinan el sexo de la papaya, pero no se habia aprovechado en la practica esa informacion», explica Francisco Camacho, quien reconoce que «Almeria es la zona del mundo con mayor nivel de desarrollo en la industria de los semilleros, por eso hemos podido avanzar aqui en tecnicas y conocimientos que en ninguna otra parte hubieran podido descubrirse». De este modo, han sido necesarios  muchos cruces varietales y ensayos de campo, al tiempo que se ha manejado un gran volumen de informacion sobre cada planta, procesos en los que los semilleros horticolas almerienses ya son verdaderos expertos.

Durante los ultimos tres años, la finca experimental de la Fundacion UAL-Anecoop ha sido el escenario donde han avanzado los conocimientos del proyecto de investigacion sobre el cultivo de papaya hasta llegar a un patron de manejo que garantiza frutos uniformes, de buen calibre y con la maxima calidad. Hasta el momento, se han conseguido marcos de plantacion de entre 2.000 y 2.500 plantas/ha, con rendimientos orientativos de 10-12 kg/m2 y año. En pocos dias, se iniciara la recoleccion en la finca experimental y la recogida de la fruta continuara hasta febrero de 2018.

En invernadero, la papaya tiene una vida util de 20 meses para garantizar la maxima calidad del fruto y el control adecuado sobre el crecimiento natural del arbol. «Si no se limita la vida util y no se eligen variedades propensas al cuaje de frutos en la zona mas baja, estos arboles de papaya simplemente no cabrian dentro de un invernadero, ya que por su naturaleza pueden alcanzar alturas de mas de 6 metros», aclara el catedratico de la UAL.

Asociados para gestionar su exito

El nacimiento del cultivo de papaya en los invernaderos de Almeria esta directamente supervisado por la Asociacion Papayal Mediterraneo (Asopame). Los impulsores del proyecto de investigacion, la comercializadora Biosabor y los productores pioneros han puesto en marcha esta asociacion, que es la propietaria de la marca comercial Papayal (Papaya de Almeria).

Dicha marca nace con el objetivo de convertirse en un sello de calidad que diferencia la papaya del sureste español de la de otras procedencias. La papaya de invernadero es ecologica y se recolecta en el momento oportuno, generalmente unos seis dias antes de su consumo. «La calidad de esta fruta no tiene nada que ver con la que llega desde America, especialmente porque la nuestra no tiene tratamientos fitosanitarios y su seguridad alimentaria esta garantizada», añade Francisco Camacho.

Cultivo de papaya en un invernadero ubicado en el campo de Nijar (Almeria).

La asociacion Asopame, que representa al 90% de la produccion, tiene por delante un importante trabajo en dos direcciones: promover el consumo de papaya y la produccion. «Estamos dando los primeros pasos, promocionando la fruta en los mercados al mismo tiempo que asesoramos a los agricultores con lo que ya hemos aprendido, pero el interes es tan grande que ya estamos vendiendo planta de papaya a otras partes de España» asegura Asensio Navarro, gerente de Semilleros Vitalplant. Por el momento, las variedades preferidas son Intenzza, Sweetsense y Caballero, procedentes de Centroamerica y America del Sur.

Aunque las conclusiones sobre rentabilidad economica del cultivo no estan cerradas, en la campaña pasada se vendieron papayas a un precio medio de 1,50 euros/kg. «Es pronto para hablar de precios de mercado, porque el mercado aun tiene que descubrir que tenemos papaya», añade el gerente de Vitalplant, quien asegura que «esta claro que hay una demanda creciente y que Almeria tiene mucho que decir en el comercio global de la papaya».

Desde Asopame, tambien persiguen el objetivo de controlar el crecimiento de la superficie de cultivo. Productores y comercializadores son conscientes de las grandes posibilidades comerciales de la papaya, pero tambien saben que un crecimiento demasiado rapido puede hundir los precios y acabar con todas las ilusiones puestas en el proyecto.

«Hay que hacer un esfuerzo para que la produccion aumente al mismo ritmo que la demanda, y de ese modo, hemos de conseguir que Almeria y otras zonas productoras españolas se beneficien del valor añadido de este producto, que tantos años de trabajo y de investigacion ha requerido», concluye Francisco Camacho.