Las Buenas Prácticas Agrícolas y la inocuidad

Ante la continua e incesante demanda en producción de alimentos en conjunto con tener el mayor control posible en minimizar cualquier posibilidad o riesgo de contaminación de nuestras frutas y vegetales a lo largo de todas las etapas de la produccio´n, empacado, almacenamiento y transporte, es necesario ya la implementación de las buenas practicas agrícolas, buenas practicas de manejo además de los sistemas de reducción de riesgos de contaminación, alcanzando reducir las enfermedades transmitidas por alimentos.

De acuerdo con el informe de Estimación de la carga mundial de las enfermedades de transmisión alimentaria, las denominadas ETAs (resultado de la ingestión de alimentos conteniendo microorganismos patógenos vivos, como Salmonella, Shigella, el virus de la hepatitis A, Trichinella spirallis y otros, se ha demostrado ser recurrente en los países en vías de desarrollo) los cuales se les conoce como agentes etiologicos relacionados con los principals brotes alimentarios por productos hortofruticolas. (Observar tabla 1.)

Tabla 1. Agentes etiológicos en brotes de ETA´s por productos hortofrutícolas en USA 1998 – 2008. CDC, 2013. MMWR 62. 2 Canadá, Australia, USA, Europa

Los alimentos de origen agrícola constituyen una de las fuentes de alimentación mas importantes para los seres humanos, cuando estos alimentos se encuentran contaminados, siendo insalubres generan un círculo vicioso de diarrea y malnutrición que compromete el estado nutricional de los consumidores más vulnerables (SENASICA 2016).

Pues bien ante esta problemática de carácter social, etiológico, económico y cultural, en las ultimas décadas han surgido estrategias para el control de la inocuidad de los alimentos, particularmente en algunos pai´ses donde se dispone de metodologi´as y procedimientos te´cnicos para ponerlos en pra´ctica ya son una realidad. Gracias a diferentes esquemas de certificación en inocuidad alimentaria, los cuales conocemos muy de cerca debido a la implementación. Ya sea de buenas practicas agrícolas, así como sistemas de reducción de riesgos de contaminación en la producción primaria de los alimentos, buenas practicas de manejo, entre otros en nuestras unidades de producción y empaque.

Bajo un sistema de Buenas Pra´cticas Agri´colas constituye una necesidad urgente, debido a la preocupacio´n de los gobiernos por contribuir significativamente a la mejora de la calidad de vida de sus habitantes, y a las exigencias impuestas por los exportadores o empresas agroindustriales que trabajan bajo un sistema de “ana´lisis de puntos cri´ticos de control y riesgos” (HACCP, por su sigla en ingle´s), o por aquellas que esta´n en proceso de certificacio´n (FAO 2003).

Dependiendo de la naturaleza de las operaciones y de los riesgos asociados a ella, el lugar, el equipo y las instalaciones deben localizarse, diseñarse y construirse para garantizar que:

La contaminación sea mínima; instalaciones y equipos hechos de materiales que permitan limpieza, desinfección y mantenimiento adecuados, y que eviten la contaminación;

Las superficies y los materiales, principalmente aquellos que tengan contacto directo con alimentos, no sean tóxicos y, cuando fuera necesario, que sean durables y fáciles de mantener y limpiar; donde se considere adecuado, instalaciones propias para el control de temperatura, humedad y otros.

Haya una protección eficaz para impedir el acceso de plagas y su anidación.

En cuanto a almacenes de productos fitosanitarios, detergentes y desinfectantes deberán ser resguardados de manera segura, ademas de asegurar tener un control estricto de entradas y salidas de los mismos, para permitir un control efectivo de los peligros, se necesitan diseño y construcción relacionado con las Buenas Prácticas, donde sea posible minimizar y llevar al exito en la implementacion de dichos métodos y procedimientos.

Las Buenas Pra´cticas Agri´colas —BPA— y las Buenas Pra´cticas de Manufactura — BPM— son todas las acciones tendientes a reducir los riesgos microbiolo´gicos, fi´sicos y qui´micos en la produccio´n, cosecha y acondicionamiento en campo, procesamiento, empaque, transporte y almacenamiento, y se definen como un conjunto de actividades que incorporan el manejo integrado de plagas —MIP— y el manejo integrado del cultivo —MIC—, con el fin de proporcionar un marco de agricultura sustentable, documentado y evaluable, para producir frutas y hortalizas respetando el medio ambiente (FAO, 2004). Adema´s de los aspectos de higiene e inocuidad, se consideran como base para alcanzar la sustentabilidad de la produccio´n agri´cola, la salud de los trabajadores y el cumplimiento de las normativas laborales dentro del marco de la produccio´n agraria comercial.

Aunque se requiere de un esfuerzo colectivo de todos nosotros involucrados en esta área, de cada uno de los trabajadores internos de cada unidad de producción, es importante precisar y tener presente que este continuo esfuerzo no es solo para obtener la certificación, sino además, lo que es realmente importante es contribuir todos y cada uno de nosotros en poder minimizar en nuestros campos la posibilidad de contaminar el producto (frutas o vegetales) que posteriormente se vera reflejado en el decremento de la tasa anual de brotes por enfermedades transmitidas por alimentos.

Bibliografia consultada:

Cabrera D. E. Microbiología aplicada en la producción primaria de vegetales. 2016 México. Universidad de Guadalajara – CUCBA.Generalidades de las buenas practicas, OMS 2016. http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=10563&Itemid=41294&lang=esEstimates of foodborne illness in the United States, 2016. Center for disease control and prevention.Kopper G., Calderon G., Schneider S. At al., Enfermedades transmitidas por alimentos y su impacto socioeconómico, 2009. FAO. Informe técnico sobre ingeniería agrícola y alimentaria.