El cambio climático plantea uno de los mayores desafíos globales del siglo XXI, y su gestión efectiva requiere un enfoque integral. Este enfoque se articula en torno a tres pilares fundamentales: mitigación, adaptación, y gestión de daños y pérdidas.
Cada uno de estos pilares aborda distintas dimensiones del problema, desde la reducción de emisiones hasta la respuesta a impactos irreversibles. Este artículo explora su definición, objetivos, interrelaciones y relevancia estratégica para países en desarrollo, con énfasis en la necesidad de coordinación entre políticas, financiamiento y gobernanza.
1. Introducción: ¿Por qué tres pilares?
El cambio climático no es un problema con una única solución. Sus causas están asociadas principalmente a la acumulación de gases de efecto invernadero (GEI), mientras que sus efectos ya se manifiestan en forma de sequías, inundaciones, olas de calor, pérdida de biodiversidad y efectos sobre la salud y los medios de vida. Por ello, la comunidad internacional —a través de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)— ha estructurado su enfoque en tres grandes áreas de acción:
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Mitigación: reducir o evitar las emisiones de GEI.
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Adaptación: prepararse para los impactos del cambio climático.
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Daños y pérdidas: responder a los impactos que no pueden evitarse ni adaptarse.
Estos tres pilares no son excluyentes, sino complementarios y sinérgicos, y deben ser abordados simultáneamente.
2. Mitigación: atacar las causas del problema
¿Qué es?
La mitigación climática busca reducir las causas del cambio climático, es decir, las emisiones de gases de efecto invernadero o su concentración en la atmósfera. Esto puede hacerse a través de:
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Transición energética hacia fuentes renovables.
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Mejora de la eficiencia energética.
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Reforestación y conservación de sumideros naturales de carbono.
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Cambio en los patrones de consumo y producción.
Importancia
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Evita daños futuros: al limitar el calentamiento global, se reduce la probabilidad de impactos extremos.
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Genera co-beneficios: como mejora de la calidad del aire, innovación tecnológica y creación de empleos verdes.
Desafíos
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Es costosa en el corto plazo.
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Requiere coordinación global por tratarse de un bien público mundial.
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Los países con menores emisiones históricas reclaman justicia climática frente a los países más emisores.
3. Adaptación: prepararse para lo inevitable
¿Qué es?
La adaptación climática implica ajustar sistemas ecológicos, sociales y económicos para reducir la vulnerabilidad a los impactos actuales y futuros del cambio climático. Incluye:
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Cambios en las prácticas agrícolas.
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Infraestructura resiliente a fenómenos extremos.
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Planificación urbana adaptativa.
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Sistemas de alerta temprana y protección social.
Importancia
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Salva vidas y medios de vida, especialmente en contextos vulnerables.
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Promueve la resiliencia y la capacidad de recuperación ante crisis.
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Es un componente clave del desarrollo sostenible.
Desafíos
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A menudo es subfinanciada respecto a la mitigación.
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Sus beneficios son locales y a veces difíciles de cuantificar.
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Requiere información climática confiable y capacidad institucional.
4. Daños y pérdidas: lo que ya no puede evitarse
¿Qué es?
El pilar de daños y pérdidas (Loss and Damage) se refiere a los impactos climáticos inevitables que no pueden mitigarse ni evitarse mediante adaptación. Estos pueden ser:
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Eventos extremos: huracanes, incendios, inundaciones.
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Procesos lentos: aumento del nivel del mar, desertificación, pérdida de glaciares.
Se reconocen dos tipos:
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Daños económicos: infraestructura destruida, pérdidas agrícolas, costos en salud.
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Daños no económicos: pérdida de culturas, desplazamiento forzoso, pérdida de biodiversidad.
Importancia
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Reconoce una realidad ineludible, especialmente para los países y comunidades más vulnerables.
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Abre el debate sobre responsabilidad histórica y compensación.
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Ha dado origen a mecanismos como el Fondo para Daños y Pérdidas aprobado en la COP27.
Desafíos
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Falta de claridad sobre financiamiento y acceso a recursos.
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Resistencia de algunos países a asumir responsabilidades legales o económicas.
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Necesidad de construir sistemas de aseguramiento y protección social adaptativa.
5. Interrelaciones y enfoque integral
Aunque cada pilar tiene objetivos específicos, su efectividad depende de su coherencia y articulación:
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Una mitigación ambiciosa reduce la necesidad de adaptación futura.
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Una buena adaptación puede evitar algunos daños, pero no todos.
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La gestión de daños y pérdidas debe complementarse con prevención y preparación.
La planificación climática, tanto a nivel nacional como internacional, requiere enfoques integrados, marcos legales adecuados y mecanismos financieros sólidos.
6. Hacia una arquitectura climática justa y eficaz
Los tres pilares de la gestión del cambio climático —mitigación, adaptación y daños y pérdidas— representan las dimensiones esenciales de una estrategia climática integral. Su desarrollo efectivo no es solo una cuestión técnica, sino también de gobernanza, justicia y voluntad política.
Para muchos países en desarrollo y comunidades rurales, la adaptación y la gestión de daños y pérdidas son prioridades urgentes, mientras que los grandes emisores tienen mayor responsabilidad en la mitigación. Superar estas asimetrías requiere un compromiso global basado en la equidad, la transparencia y el financiamiento adecuado.
El éxito de la lucha contra el cambio climático dependerá de nuestra capacidad colectiva para fortalecer simultáneamente estos tres pilares y construir un futuro resiliente y justo para todas las generaciones.
Por: Ricardo Castillo López
Ing. Agr. MSc. Dr.
universidadagricola.com